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Barroco Francés. El Palacio como símbolo de poder. Palacio de Versalles:
El Barroco Francés nos ha dejado interesantes muestras como la fachada este del Louvre, o los edificios proyectados por Mansart. Las tres claves de este arte son la sobriedad, armónía y claridad, las cuales se diferencian de la arquitectura italiana que estará concebida al servicio del poder político. De ahí su majestuosidad y su clara vocación de ostentación. La revisión del urbanismo vendrá determinada por la exaltación de las nacionalidades, la cual desembocara en la creación de estados, con sus capitales, que deberán adecuarse a la idea de centralismo. El diseño de Francia estará puesto al servicio del rey, siendo el máximo exponente, el Palacio de Versalles, modelo muy difundido posteriormente en Europa. El Palacio de Versalles se inicio durante el reinado de Luis XIII, pero será su hijo, Luis XIV quien contribuya al desarrollo del aspecto actual. Estaba pensado para presentar al monarca y a su corte en todo su esplendor. Todo está perfectamente medido y controlado: los jardines con su simétrica perfección, la exuberancia de las decoraciones interiores, la grandeza del terreno, la elegancia del exterior, son símbolos de poder y orden regios. La fastuosa ampliación acabo convirtiéndose en un edificio de tres alas, por obra de Le Vou, Le Bron y Le Nôtre. La arquitectura se integra en la naturaleza con patios y jardines. El aspecto que más llama la atención de esta arquitectura es la diferencia entre lo que prometen sus exteriores, y lo que aguarda en el interior, compuesto por una gran serie de decoración y objetos que a veces, rozan el delirio. Todo está destinado a ser una pieza más del conjunto propagandístico. Versalles representa el punto culminante de la arquitectura palacial europea, por sus dimensiones y su perfecta escenificación del poder absolutista. Era símbolo de poder supratemporal, la residencia del Rey Sol. Con ocasión de la Paz de Nimega, el rey traslado su residencia a Versalles junto con toda su Corte.
*El Urbanismo:
El urbanismo daba importancia a la relación del edificio con su entorno. La ciudad de Roma fue un campo de experimentación urbanística. Se desarrollan amplios espacios (perspectiva, líneas oblicuas, plazas. Roma se transforma en una ciudad más bella y moderna, símbolo de la cristiandad, capital de la Iglesia. Se creó un plan urbanístico unificador. Destaca la Plaza de Popolo, en la que se ve un juego de tensiones, creado entre el centro de la plaza (obelisco) y la dimensión horizontal con dos iglesias presidíéndola. Destaca la Plaza Navona y sobretodo la plaza de San Pedro de vaticano, concebida para albergar multitudes, que enlaza a la basílica con la ciudad, combinando un espacio trapezoidal con un espacio elíptico rodeado por una columnata monumental de orden gigante. Otro gran ejemplo es la Plaza de España, donde el principal elemento es la monumental escalinata que asciende hasta la Iglesia de la Trinidad. En un principio la transformación se baso en un Manierismo tosco, ostentoso y vulgar con toques clasicistas aunque poco a poco se fueron introduciendo artistas de mayor renombre y cambiaron esto.
·Escultura:
C.G: Nace en Italia/Interés por expresar el movimiento. Se refleja en el tratamiento de los ropajes que se vuelven pomposos. También las figuras se representan en escorzo y forman diagonales/El sentido de la teatralidad hace que las esculturas se representen dentro de un marco Se potencia la uníón de arquitectura y escultura/Se desarrolla el gusto por el desnudo/Los ropajes y el movimiento acentúan los juegos de luces y sombras/Las expresiones muestran dramatismo, lo que ayuda a conmover al espectador/Se representan temas religiosos, mitológicos, retratos…/Autores como Stefano Madreno, Pietro Bernini, Camilo Mariano y sobretodo Bernini.
-Gian Lorenzo Bernini:
Consideraba la escultura como su verdadera vocación. Llego a tener tal cantidad de trabajo que tuvo que rodearse de un numeroso taller de colaboradores. Su estilo se caracteriza por el dramatismo, emociones intensas, gusto por captar un instante en el tiempo, movimiento, Realismo y detallismo a la hora de representar la anatomía, rostros, piel y ropajes. Su labor escultórica se divide en etapas: 1. 1615-1617.Primeras Obras: La Cabra Amaltea con el niño Júpiter y San Lorenzo, obras que poseen libertad, energía y perfección. 2. 1615-1624. Nueva etapa con el Rapto de Proserpina, el David o Apolo y Dafne. Se inspira en la línea serpentinata, fuerza y firmeza. El David, está hecho en mármol a tamaño real, representado en máxima tensión, instante que lanza la honda a Goliat. Bernini muestra su verdadera personalidad. 3. 1624. Serie de estatuas como Santa Bibiana o San Longino, que expresan la nueva sensibilidad del seiscientos, donde ropajes y cortinas producen atrevidos juegos de luces y sombras. Comienza el Baldaquino para la basílica del Vaticano. 4. 1630. Vuelve al clasicismo con la tumba de la condesa Matilde, algunos retratos o la cabeza de Medusa. 5. 1640-1650. Alcanza su madurez y desarrolla las obras más personales de su trayectoria. Realiza la tumba de Urbano VIII, el éxtasis de Santa Teresa o la fuente de los 4 ríos de la romana Piazza Navona. 6. 1660. Sus figuras se vuelven alargadas y los delicados ropajes las envuelven con gran plasticidad. Daniel, María Magdalena, o los ángeles del puente de Sant’Angelo son ejemplos de esta etapa.