Vanguardias Literarias: Creacionismo y Ultraísmo
El Creacionismo, iniciado en París por Vicente Huidobro, llegó a España en 1918. Esta corriente no busca reflejar ni imitar la realidad, sino crear realidades nuevas e independientes. El poema, según esta visión, debe ser una entidad autónoma que se explique por sí misma, sin necesidad de referencias externas. El poeta creacionista crea nuevas imágenes y relaciones entre las palabras, estableciendo conexiones arbitrarias y originales. Este movimiento influyó en autores como Juan Larrea y Gerardo Diego, y su legado perdura en la renovación léxica y la creación de metáforas e imágenes innovadoras.
El Ultraísmo, cuyo primer manifiesto se publicó en 1919, integró elementos futuristas, cubistas y creacionistas. Su objetivo era superar la estética dominante. Del futurismo, adoptó los temas de la vida moderna; del creacionismo, la búsqueda de imágenes y metáforas originales; y del cubismo, la disposición tipográfica y visual del poema. Otras características incluyen la supresión de la anécdota y el sentimentalismo, así como una tendencia al juego y la evasión. Aunque de corta duración, el Ultraísmo influyó en la Generación del 27 y en autores como César Vallejo y Jorge Luis Borges.
Ramón Gómez de la Serna y las Vanguardias
Ramón Gómez de la Serna (RGS), máximo impulsor de las vanguardias en España, fue un periodista y escritor madrileño. Su obra, caracterizada por una arrolladora personalidad, dio origen al “ramonismo”, sinónimo de independencia, esteticismo y provocación. Fue un iconoclasta que respondió a la sociedad caótica de su tiempo con extravagancia esperpéntica. Autor prolífico, escribió más de 100 libros, incluyendo novelas, ensayos, cuentos, obras de teatro, artículos periodísticos y, especialmente, greguerías.
La greguería, un género breve cercano al epigrama, se caracteriza por su ruptura con la solemnidad y su gusto por la parodia. RGS la definía como “humorismo + metáfora”, una imagen en prosa que presenta una visión personal, sorprendente y humorística de la realidad. Algunas de sus obras más destacadas son: “Ramonismos”, “Automoribundia”, “El ruso” (dramática) y “El torero Caracho” (narrativa). Su literatura marca la transición entre la adustez de los prosistas de la Generación del 98 y el renacimiento del humorismo, abriendo un nuevo territorio de fantasía y humor. Se le vincula con el Novecentismo y la Generación del 14.
Antonio Machado: Etapas y Estilo Poético
En la obra de Antonio Machado, se repiten temas como el paso del tiempo, la nostalgia por la niñez y la juventud perdidas, la falta de amor y la correspondencia entre el paisaje y su estado de ánimo. Su introspección se manifiesta en una preocupación filosófica existencial que lo lleva a la contemplación simbólica de la realidad, abordando el origen, destino y paradero final del ser humano, así como el problema de Dios. Su obra se divide en tres etapas:
Primera Etapa (Hasta 1907)
En Soledades, ampliada en Soledades, galerías y otros poemas, predomina la soledad, la melancolía por la fugacidad de la vida y los paraísos perdidos. El tono es intimista, con un amplio uso de símbolos y un diálogo del poeta consigo mismo y con el paisaje. Los versos se presentan en forma de silva. Los temas centrales son el tiempo, la muerte y Dios, abordando el problema de la condición humana a través de símbolos que representan realidades profundas y obsesiones íntimas.
Segunda Etapa (1907-1919)
Campos de Castilla, su obra de madurez, consta de 56 poemas que reflejan acontecimientos personales y sociales. Estos poemas son heterogéneos y prestan atención al paisaje y a temas político-sociales, acercándose a las preocupaciones de la Generación del 98. Las descripciones del paisaje castellano se convierten en meditaciones, proyectando sentimientos de soledad, fugacidad y muerte. Muestra una actitud crítica y dedica elogios a figuras que admira y que proponen un camino de progreso. Incluye Proverbios y cantares, poemas breves de carácter lírico o filosófico inspirados en formas populares, y el romance La tierra de Alvargonzález, una leyenda en verso sobre la envidia (cainismo) en una tierra miserable.
Tercera Etapa (1919-1939)
En Nuevas canciones, una obra breve y variada, predomina un tono sentencioso. La preocupación filosófica se intensifica y los poemas se inspiran en coplas populares. Incluye poemas de Campos de Castilla y Proverbios y cantares, que expresan sentencias o pensamientos paradójicos. También destacan las Canciones a Guiomar, dedicadas a Pilar Valderrama.
En cuanto a su estilo, además del simbolismo, destaca la técnica impresionista: un estilo nominal que capta impresiones fugaces y proyecta emociones. Se caracteriza por su antirretoricismo, con un uso frecuente de la metáfora, el símil, las interrogaciones retóricas y la personificación. Su tono es sentencioso y profundo, y en su última etapa, su lenguaje se vuelve sobrio y críptico.
Juan Ramón Jiménez: Etapas y Evolución Poética
Juan Ramón Jiménez (JRJ) es conocido por obras como Españoles de tres mundos, un apunte sobre la vida y obra de varios escritores, y Platero y yo, una elegía poética en prosa. Sin embargo, sus mayores logros se encuentran en la poesía. Para él, la poesía es belleza, un modo de conocimiento, una forma de inteligencia y una expresión del ansia de eternidad. Su obra poética se divide en tres etapas:
Etapa Sensitiva
Sus primeros libros (1903-1907) reflejan una búsqueda incansable del absoluto a través de la poesía. Rimas de sombra muestra un tono exaltado inicial. Los temas, como la nostalgia, la persecución de lo misterioso y la presencia de la muerte, conectan con el esteticismo y el decadentismo de la época. En 1903, publica Arias tristes y Jardines lejanos y pastorales, con metros sencillos y un lenguaje sobrio, mostrando un intimismo simbolista con influencias de Bécquer, el romancero y poetas catalanes y gallegos. Entre 1908 y 1915, se observa un enriquecimiento métrico, una intensificación de los sentimientos y una variación en el cromatismo, con un uso destacado de la sinestesia. Los temas incluyen el amor, la tristeza, la nostalgia, la inquietud por la fugacidad de lo vivido y la reflexión sobre la propia muerte.
Etapa Intelectual: Hacia la Poesía “Desnuda” (1916-1936)
Diario de un poeta recién casado (1917), escrito tras su boda con Zenobia Camprubí, marca una transición fundamental. Abandona el léxico brillante, la adjetivación sensorial y los ritmos sonoros, optando por una expresión más escueta y concentrada, buscando el “nombre exacto de las cosas”. Utiliza el verso libre o la asonancia en poemas breves. Expresa un anhelo de abolir el tiempo y alcanzar una posesión total de la belleza, la realidad y el propio ser, reflejando un ansia de eternidad.
Etapa Suficiente o Verdadera (1936-1958)
Se produce un proceso de abstracción en obras como Romances de Coral Gables, donde explora el dolor de la soledad, y Dios deseado y deseante, donde adopta una perspectiva neoplatónica, identificando a Dios con la naturaleza, la belleza o la conciencia creadora. Utiliza el verso libre y un lenguaje conceptual, profundo y oscuro.
JRJ es considerado el mayor renovador de la lírica española del siglo XX. Facilitó la aparición de las vanguardias y la Generación del 27. Su concepto elitista e íntimo de la poesía se dirige a una “inmensa minoría”.
Definición y Características de las Vanguardias
Las vanguardias son movimientos artísticos que se desarrollaron en Europa en el primer tercio del siglo XX, principalmente en Francia durante los años de la Primera Guerra Mundial. El término proviene del vocablo francés avant-garde, que refleja un espíritu de lucha, combate y confrontación. Su propósito era renovar radicalmente el arte y la literatura, abriendo nuevos caminos y creando nuevas formas estéticas. Los “ismos” se sucedieron rápidamente, alcanzando su apogeo en la década de 1920, entrando en crisis en 1929 y desapareciendo en la década de 1930. En su enfrentamiento con el mundo burgués, algunos derivaron hacia el fascismo, mientras que otros se unieron al movimiento proletario izquierdista. Los movimientos que marcaron el siglo XX fueron el fascismo-nazismo y el comunismo.
Los “ismos” no forman un sistema coherente, sino que son diversos y contradictorios. Sin embargo, comparten rasgos comunes:
- Ruptura y revolución artística: Se oponen al arte del pasado, al realismo y a la sensibilidad romántica, mostrando un marcado antisentimentalismo.
- Originalidad y novedad: Rechazan las normas y tradiciones, buscando y experimentando constantemente con nuevas técnicas expresivas.
- Provocación: El arte vanguardista es un arte para minorías, de escasa duración.
- Conciencia de grupo: Se manifiestan a través de manifiestos, mostrando que la revolución estética es parte de un cambio más profundo, de carácter moral y social.
Los vanguardismos más importantes son el futurismo, cubismo, expresionismo, dadaísmo y surrealismo.
El Expresionismo
El Expresionismo, de origen alemán, no niega radicalmente la tradición artística anterior, sino que acentúa rasgos presentes en el naturalismo y el impresionismo. Tuvo mayor influencia entre 1910 y 1925, aunque desde finales del siglo XIX ya se observaban rasgos expresionistas en algunas obras, y su influencia se extendió hasta la década de 1930 en Alemania. Sus postulados principales son:
- Prioridad de las realidades internas sobre las externas.
- No se explica el mundo como es, sino como lo ve el artista.
- Revelación de la realidad interior del artista.
- Proyección de tensiones espirituales, un yo angustiado y atormentado, que provoca una visión trágica y deformada del mundo.
- Exteriorización de las tensiones internas para producir una fuerte impresión en el público.
Abundan personajes extraños, descripciones intensas y simbólicas, y caricaturas. Kafka fue un renovador de la novela contemporánea, y Brecht, un renovador del teatro del siglo XX.
El Futurismo
El Futurismo fue fundado por Marinetti, quien publicó su primer manifiesto futurista en 1909. Sus características principales son:
- Admiración por la civilización mecánica y los progresos técnicos.
- Desprecio por los temas humanos y sentimentales.
- Destrucción de la puntuación ortográfica y la sintaxis.
- Supresión de adjetivos y empleo del verbo en infinitivo para lograr un estilo rápido y dinámico, buscando “las palabras en libertad”.
Aunque rico en teorizaciones, el Futurismo tuvo escasos resultados literarios. Sin embargo, abrió el camino a otros movimientos vanguardistas y a la incorporación de nuevos temas en la literatura posterior, incluyendo a los autores del 27.
El Cubismo
El Cubismo, creado por Apollinaire en 1913 como una derivación del cubismo pictórico, se basa en la descomposición de la realidad para recomponerla libremente mediante la simultaneidad de planos y el collage. Destaca la importancia de la disposición tipográfica y visual-espacial de las palabras, como se observa en los caligramas de Apollinaire, donde las palabras dibujan el objeto del que hablan. Predomina el antisentimentalismo y el humor.
El Dadaísmo
El Dadaísmo, fundado en Zúrich en 1916 por Tzara, es considerado el vanguardismo más “destructivo”. Parte de la negación absoluta de todo, incluso del arte y la literatura, mostrando una actitud cercana al nihilismo y al anarquismo. Cuestiona los valores tradicionales de forma irreverente, provocadora, agresiva e irónica. Propugna la duda sistemática, la burla y el humor corrosivo, la rebelión contra la lógica y el sentido común, y la creación de un lenguaje incoherente que refleje las contradicciones de la vida. Cualquier cosa puede ser una obra de arte; lo importante es el acto de crearla o concebirla.
El Surrealismo
El Surrealismo es el movimiento vanguardista más importante. Su primer manifiesto fue publicado en París en 1924 por André Breton. Sus características principales son:
- La obra debe ser el lugar donde aflore todo aquello que, reprimido por las normas sociales, está oculto en el interior de las conciencias.
- La función del arte es explorar el subconsciente, liberando al individuo de impulsos reprimidos y logrando un conocimiento que sobrepase la realidad visible.
- El método para acceder al subconsciente es la escritura automática, que produce un lenguaje ilógico para la razón, pero cargado de sugerencias y evocaciones.
- Se recurre a la imagen visionaria o metáfora surrealista, basada en la asociación libre, ilógica e inesperada de ideas y palabras, no en la lógica o la semejanza real.
Los temas frecuentes incluyen el mundo de los sueños, la atracción por lo inquietante y misterioso, la fascinación por objetos extraños y seres enigmáticos, la magia, el fetichismo y el humor negro. Se produce un proceso de “rehumanización” de la literatura, que será adoptado por Neruda y poetas del 27, como se observa en Poeta en Nueva York de Lorca o Sobre los ángeles de Alberti.