La generación del 98:
La época. En 1898 la derrota de España frente a Estados Unidos la obligó a firmar el Tratado de París. Por este tratado perdíó sus últimas posesiones ultramarinas (Cuba, Filipinas y Guam) y se desató un auténtico colapso en el que la derrota ante Estados Unidos fue interpretada como un síntoma definitivo de los males que aquejaban al país. Esta desastrosa visión del país había surgido con anterioridad y recurría a metáforas para definir España como una nacíón enferma. Sin embargo, después del desastre del 98 se planteó la necesidad de impulsar un movimiento modernizador. La “enfermedad” del país se caracterizaba por:–Retraso económico. La industrialización había sido tardía y muy localizada, por lo que el España seguía siendo sobre todo un país agrario. Los caciques se opónían a la industrialización porque creaba una burguésía poderosa que amenazaba su poder.–Retraso educativo. La tasa de analfabetismo era muy superior a la media europea. En una sociedad agraria prácticamente de supervivencia la cultura no era una prioridad.Además esta situación de incultura favorecía en inmovilismo social y perpetuaba el caciquismo.–Agotamiento político. El sistema implantado por la Restauración, basado en la alternancia de partidos, era incapaz de resolver los problemas y se apoyaba en una oligarquía caciquil que manipulaba los resultados electorales a conveniencia. La prioridad no era la nacíón sino el poder personal. El regeneracionismo pretendíó modernizar el país mediante el desarrollo económico y la educación. La creación, en 1876 de la Institución Libre de Enseñanza (defendía la libertad de cátedra y se negaba a ajustarse a los dogmas oficiales) fue en ese sentido precursora del movimiento regeneracionista, mientras que lemas políticos como “educación y despensa” de Joaquín Costa reflejan la importancia de la educación y el desarrollo. Las tesis regeneracionistas se encontraron con varios problemas:– Resistencia conservadora.La Iglesia, las élites económicas y el ejército se opusieron frontalmente a cualquier cambio que cuestionara su superioridad social y política. –Conflictividad obrera. Las organizaciones obreras, influidas por el Marxismo y el anarquismo presionaron al gobierno con huelgas y disturbios que acentuaron la sensación de debilidad de la clase política.–Auge de los nacionalismos.Los nacionalismos periféricos se vieron favorecidos por la crisis para incrementar sus apoyos sociales (en 1895 se funda el Partido Nacionalista Vasco, y en 1901 la Liga Regionalista de Cataluña).La reflexión tras el desastre inspiró un sentimiento trágico ante una nacíón sin rumbo que derivó en la exaltación de aspectos genuinamente españoles.
La personificación en Don Quijote del idealismo y de las contradicciones del pueblo español, o las evocaciones paisajísticas de Castilla expresan una angustia que generó el anhelo de acercar España a Europa.
2. Carácterísticas
Azorín fue el primero en emplear la etiqueta generación del 98 para referirse a un grupo de autores que compartían inquietudes y actitudes de protesta, además de una profunda preocupación por España. Los tres autores eran él mismo, Ramiro de Maeztu y Pío Baroja, y en 1901 firmaron un manifiesto denunciando la situación de España. Además se unieron intelectuales como Miguel de Unamuno, Antonio Machado o Ramón-María del Valle-Inclán.Algunos de estos autores declinaban su pertenecía a la denominada “generación del 98”, sin embargo, ya el poeta Pedro Salinas, aplicó los criterios de Petersen para definir una generación:• Nacimiento en años muy poco distantes.
El mayor era Unamuno (1864) y el más joven Machado (1875)• La formación.
Todos fueron autodidactas y forjaron su pensamiento sobre todo a base de lecturas.• Relaciones personales.
Todos frecuentaron las mismas tertulias y colaboraron en los mismos periódicos y revistas.• Experiencia vivida en torno a un acontecimiento.
La pérdida del Imperio colonial.• Presencia de un guía intelectual.
Salinas propone a Nietzsche.• Un lenguaje generacional.
Salinas identifica de manera genérica la forma de expresarse de la generación del 98 con el lenguaje modernista (simbolismo y parnasianismo). Defendían una marcada voluntad antirretórica no reñida con la elegancia en la expresión, aunque esta carácterística no se cumple en todos los casos, como sucede en Valle-Inclán.• Anquilosamiento de la generación anterior.
Los escritores del 98 reaccionan contra los escritores realistas y naturalistas de la segunda mitad del s. XIX. Además en todos ellos podemos apreciar: • Preocupación por el problema de España • Combaten la restauración desde ideologías antiburguesas (socialismo e incluso anarquismo) • Claman por la europeización y modernización del país, denunciando su atraso, la falta de rumbo político, el caciquismo, la opresión del pueblo… • Ensayo moderno.
Aportaban innovaciones a todos los géneros literarios, especialmente al ensayo, que se convirtió en la vía principal de expresar ideas.