Transición y Consolidación Democrática en España: de la Dictadura a la Integración Internacional

T.11: La Transición a la Democracia

Tras la muerte de Franco comienza el proceso de transición de la dictadura a la democracia, en el cual se confrontaron el inmovilismo, el reformismo y el rupturismo defendido por la oposición democrática.

Primera etapa: antes de la muerte de Franco

El sistema político de Franco no podía sostenerse tras su muerte. Tanto las fuerzas políticas como la población pedían un cambio. Los factores de la crisis del sistema eran los siguientes:

  • Crisis política: Navarro fue nombrado presidente del gobierno, este se vio obligado a una división interna por parte de las fuerzas ultras del régimen, miedosas del cambio y la apertura política.
  • Crisis económica: Esta supone el cierre de empresas, paro, descenso de producción, etc.
  • Transformaciones sociales: Son el resultado de los años 60, con nuevas formas de vida, de comportamiento social, cambio de mentalidad, acceso a la educación… Todo esto hace que se produzca una reactivación de la oposición.

Segunda etapa: Instauración de la Monarquía

Se presentaban tres alternativas políticas:

  • La inmovilista: Defendida por el búnker, esto es, los sectores fanáticos de la dictadura.
  • La rupturista: Estaban aquellos que recomendaban la desaparición brusca del sistema, la formación de un gobierno provisional y la elaboración de una constitución. En esta alternativa se agrupaba la oposición democrática.
  • La reformista: Opción elegida por el rey y las altas personalidades del régimen, quienes eran conscientes de la imposibilidad de mantener la dictadura. Su intención era realizar las reformas necesarias sin reconocimiento real de los derechos y libertades fundamentales.

Las elecciones del 15 de junio de 1977

Las opciones políticas con mejores perspectivas electorales son: AP, UCD, PSOE, PSP, PCE, IP y, en el ámbito autonómico, Plataforma Democrática de Cataluña y Partido Nacionalista Vasco. Como consecuencia, ningún partido consigue la mayoría absoluta y la UCD forma un gobierno minoritario. Las tareas esenciales que el gobierno y las fuerzas políticas tienen son:

  • En política interior:
    • La gestación de un ordenamiento constitucional.
    • El tratamiento de la grave crisis económica.
    • La respuesta a las reivindicaciones nacionalistas.
  • En la política exterior:
    • El inicio para el contacto para el ingreso de España en la CEE.

Los Pactos de la Moncloa

La instauración de la democracia se ve amenazada por la existencia de una crisis económica que coloca al estado al borde del colapso. Los Pactos de la Moncloa son el instrumento de consenso para acometer los cambios estructurales necesarios en la economía, cuyos problemas más graves son: la inflación, el paro y el déficit de la balanza comercial. Los pactos se firman en octubre de 1977 y contienen medidas fundamentales relativas a actuaciones presupuestarias, rentas, reforma fiscal, empresa pública y reforma educativa. Estos factores proporcionan mejoras como la regulación de los salarios, la oferta pública educativa, etc., pero se muestran incapaces de corregir el aumento del porcentaje de parados.

La Constitución de 1978

La redacción del texto constitucional es la tarea central de las Cortes. Es aprobada por el pueblo español el 6 de diciembre y supone la culminación del proceso de transición que hemos venido señalando.

La Consolidación Democrática y la Crisis de UCD

Tras la aprobación de la Constitución se disolvieron las Cortes y se convocaron nuevas elecciones. Ganó por segunda vez la UCD, que volvió a gobernar en minoría. El panorama político de este periodo presentó las siguientes características:

  • Se diseñó el mapa autonómico y municipal.
  • Se llevó a cabo una importante labor legislativa con la aprobación del Estatuto de los Trabajadores y la Ley de Divorcio.
  • El PSOE renunció a la ideología marxista tras un tenso debate en el que González llegó a dimitir. El PCE sufrió una crisis debido a sus constantes disidencias.
  • El partido gobernante entró en decadencia. Empezó a recibir críticas y presiones de miembros del partido, escindido en dos grandes grupos: centro-izquierda y ala derecha. La UCD eligió como sucesor a Sotelo, quien no pudo detener la descomposición del partido.
  • El golpe de estado, que tuvo lugar durante la votación de Sotelo como presidente del gobierno, no tuvo éxito ninguno.
  • En 1982, la etapa de gobierno del PSOE se prolongó hasta 1996.

Canarias hacia la democracia

Poco después de la muerte de Franco se constituyó la Coordinadora de Fuerzas Democráticas de Canarias, que se pronunció a favor del autogobierno. A principios de agosto se publicó el Estatuto de Canarias. Hay problemas, como el paro, el crecimiento poblacional, la llegada de emigrantes y la educación, pendientes para la sociedad canaria del futuro.

T.13: La Integración Internacional

El paso de la legalidad franquista a la legalidad democrática se efectúa bajo la iniciativa de Suárez. El referéndum para la reforma política y la convocatoria electoral del 15 de junio de 1977 afirma la soberanía nacional. La aprobación de la Constitución de 1978, con la configuración definitiva de un sistema democrático, significó un cambio en la política exterior española, que se centró en dos objetivos:

  • Entrada en el Mercado Común Europeo.
  • Entrada en la OTAN.

España y la CEE

A finales de marzo de 1957 se firmaba en Roma el tratado que daba lugar al nacimiento de la CEE. España pidió su ingreso en 1962, pero dada su condición de país no democrático se le dieron largas. El ingreso en la CEE era la prioridad más urgente de la joven democracia española. En 1977, tras las elecciones, el gobierno de UCD, presidido por Suárez, presentó de nuevo la solicitud de adhesión de nuestro país a la CEE. Sin embargo, el ingreso español en el Mercado Común no fue fácil ni rápido, debido a las divergencias de intereses, concretadas de forma muy especial en el caso de Francia. Por fin, en junio de 1985, España ingresó junto con Portugal en la Comunidad Europea. A lo largo de los años se han tomado acuerdos importantes, como la firma del Acta Única; los fines de este eran la intensificación de la cooperación política, la libre circulación de personas, bienes y servicios, y la creación de un sistema monetario europeo en el que se integró la peseta en 1989. La política mantenida por España fue partidaria de una integración cada vez mayor. Eso explica que nuestro país apoyara el Tratado de Maastricht, que establecía las condiciones para llegar a una real y definitiva Unión Europea. El gobierno español obtuvo como contrapartida la creación de un Fondo de Cohesión para beneficiar a los países más retrasados, entre los que se encontraba la propia España. En este tratado se establecía una unión económica y monetaria. Para alcanzarla había que llegar a una moneda única, que exigía unos criterios de convergencia de las economías de los países miembros, que deberían reducir la inflación, el déficit y la deuda pública. Aznar centró sus esfuerzos en una política económica que redujera el déficit público y reactivara la economía privada. La política económica fue un éxito. La actividad económica se reactivó, el paro descendió y el saneamiento de la economía llevaría a que España participara en el nacimiento del euro en 1999.

España y la OTAN

Si la entrada de España en la CEE no suscitaba recelo, no sucedía lo mismo con la incorporación española a la OTAN. El ingreso en la OTAN tuvo lugar en junio de 1981 y fue efectiva en mayo de 1982. Este hecho rompió un consenso en materia de política exterior, pero el factor principal que explica la controversia deriva de la situación política interna. España fue invitada a participar en la OTAN; la respuesta fue apoyada por UCD, los nacionalistas vascos y catalanes y la derecha, pero la oposición del PSOE fue tan dura y cerrada que provocó un vuelco decisivo en la opinión pública. Mientras que más de la mitad de los españoles eran partidarios de la entrada en la OTAN en el año 1975, en 1982 el porcentaje se había invertido. Sin embargo, la actitud del PSOE, contraria a la integración en la OTAN, fue cambiando a medida que se consolidaba en el poder. El presidente González enunció un decálogo sobre materias de defensa para España y, al mismo tiempo, estableció un vínculo entre el ingreso en la Comunidad y la participación en los mecanismos defensivos occidentales. En este momento, González estaba convencido de que la salida de España de la OTAN sería mal vista por Estados Unidos e incluso por la CEE. El marzo de 1986 tuvo lugar un referéndum sobre la OTAN, donde el gobierno pide el voto afirmativo a la permanencia de España en la OTAN. Decir sí implicaba aceptar la permanencia de España en la OTAN, aunque con tres condiciones:

  • No presencia en la estructura militar integrada.
  • Prohibición de armas nucleares en territorio español.
  • Reducción progresiva de la presencia militar norteamericana.

Decir no significaba la salida de España de la Alianza Atlántica. Asociaciones pacifistas, grupos de intelectuales, colectivos antimilitaristas, ciudadanos decepcionados… aparecen unidos en un movimiento anti-OTAN. El referéndum fue ganado por el gobierno. En Cataluña, País Vasco, Navarra y Canarias, el no fue mayoritario. En diciembre de 1995 fue elegido secretario general de la OTAN el político español Solana. En definitiva, si la política internacional fue, al principio de la Transición, prácticamente inexistente, una vez que se consolidó la recuperación democrática, España se insertó en las principales organizaciones políticas de su entorno (OTAN y CEE) y rompió así un aislamiento o una dependencia exterior que venían siendo seculares. En la actualidad, nuestro país ocupa un lugar conforme con sus posibilidades dentro del concierto mundial; puede afirmarse que la proyección exterior de España es importante, así como su participación en decisiones que afectan a muchos acontecimientos mundiales.