Las Elecciones de 1979 y el Tercer Gobierno de UCD con Adolfo Suárez (Marzo 1979 – Febrero 1981)

Tras el periodo constituyente, se convocaron elecciones generales en 1979, resultando ganador el partido gubernamental, la Unión de Centro Democrático (UCD), liderada por Adolfo Suárez. Esta etapa, que se extendió hasta la dimisión de Suárez en 1981, estuvo marcada por numerosas dificultades. Las sucesivas reformas enfrentaron a las distintas facciones dentro de UCD. Además, otros factores como el terrorismo, la crisis económica y el triunfo de la izquierda en las primeras elecciones municipales complicaron el panorama político.

En 1978, año de la promulgación de la Constitución, se registraron 65 víctimas mortales a causa del terrorismo. En 1980, ETA asesinó a 96 personas. Las presiones militares para destituir a Suárez se intensificaron, y el proyecto de la Ley de Divorcio generó un fuerte enfrentamiento entre los miembros de UCD y la Iglesia. Suárez, agotado por las tensiones internas y distanciado de la patronal y la Iglesia por diferencias en materia educativa, presentó su dimisión de forma pública a través de la televisión en 1981.

El Gobierno de Calvo Sotelo y el 23-F (Febrero 1981 – Octubre 1982)

La comisión ejecutiva de UCD eligió como presidente del gobierno a Leopoldo Calvo Sotelo, quien había sido ministro en todos los gobiernos de Suárez. El 23 de febrero de 1981, se produjo un golpe de estado mediante la ocupación del Congreso de los Diputados por parte de un destacamento de cuatrocientos guardias civiles al mando del teniente coronel Antonio Tejero. Los golpistas secuestraron a todos los presentes, incluyendo al gobierno y a los diputados. Sin embargo, algunos implicados en el golpe no se atrevieron a actuar.

La rápida actuación del rey Juan Carlos I fue decisiva. El monarca exigió al ejército el respeto a la Constitución, lo que provocó el fracaso del golpe de estado y reforzó extraordinariamente su legitimidad democrática, presentándose ante los españoles como el salvador de la democracia. No menos importante fue la reacción unánime de apoyo a la democracia por parte de la sociedad española en los días posteriores al intento golpista.

En los meses siguientes, el gobierno de Calvo Sotelo implementó una decidida política exterior que buscaba el ingreso de España en la OTAN. En política interior, se esforzó por mejorar la economía, restablecer la seguridad ciudadana mediante la Ley Antiterrorista y avanzar en materia social, promulgando la Ley de Divorcio. Esta última medida provocó la indisciplina parlamentaria de los miembros democristianos de UCD y la indignación de la Iglesia.

La crisis de UCD era imparable. En junio de 1982, Adolfo Suárez fundó un nuevo partido: el Centro Democrático y Social (CDS). Al desgaste provocado por la política se sumaron los escándalos del aceite de colza y el caso Almería, que terminaron de debilitar la credibilidad del gobierno. Como consecuencia, Calvo Sotelo disolvió las Cortes y convocó elecciones para octubre de 1982.

Los Gobiernos del Partido Socialista (1982-1996)

Las elecciones generales de octubre de 1982 otorgaron la victoria al PSOE. UCD y el PCE sufrieron un descenso espectacular, mientras que las formaciones nacionalistas mantuvieron su fuerza.

La Primera Legislatura Socialista (1982-1986)

A finales de 1982, la situación económica se caracterizaba por una alta tasa de paro, un escaso crecimiento del PIB y elevados índices de inflación y déficit público. Los ministros Miguel Boyer y Carlos Solchaga implementaron medidas de ajuste económico en el marco de los Pactos de la Moncloa:

• Devaluación de la peseta y reducción de gastos.
• Reconversión industrial y cierre de empresas públicas no competitivas.
• Reforma fiscal, que por primera vez situó los impuestos directos por encima de los indirectos.
• Ajuste de las pensiones.
• Incremento de los gastos sociales.
• Disminución de la jornada laboral semanal a 40 horas.

En política educativa, se aprobaron la Ley de Reforma Universitaria y la Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación (LODE). En el ámbito de la política de defensa, se llevó a cabo una reorganización de los altos mandos militares y se celebró un referéndum en marzo de 1986 para confirmar la incorporación de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En política autonómica, se completaron los estatutos de autonomía, excepto los de Ceuta y Melilla, y se ampliaron las transferencias a las comunidades autónomas.

En cuanto a la política exterior, fue dirigida por Felipe González y ejecutada por el ministro Fernando Morán. Se culminó el proceso de integración de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), predecesora de la Unión Europea. Francia había vetado cualquier ampliación mientras no se modificara la política agraria comunitaria. El 12 de junio de 1985 se firmó en Madrid el Tratado de Adhesión, ratificado posteriormente por las Cortes. El 1 de enero de 1986, España se convirtió en miembro de pleno derecho de la CEE.