1. La Sociedad del Siglo XVIII
1.1 Los Habitantes
La tasa de natalidad era muy elevada, pero la mortalidad era altísima. El crecimiento vegetativo era escaso y las hambrunas, frecuentes. La mayoría de la población era analfabeta y desconocía otras culturas. Los medios de transporte eran escasos, costosos, lentos e inseguros. La sociedad del siglo XVIII era rural y estática, poco amiga de los cambios.
1.2 Una Economía Agraria en Proceso de Cambio
La mayoría de la población habitaba en aldeas o en pequeñas ciudades situadas en áreas rurales; su medio de vida estaba relacionado con el campo, ya que trabajaba en la agricultura y la ganadería.
La Agricultura
Era tradicional y poco eficiente. En Europa, predominaba el cultivo de cereales en campos abiertos, técnica que consistía en dividir el terreno en dos o tres hojas o parcelas y dejar una en barbecho. La agricultura era de subsistencia y la alimentación dependía de las buenas o malas cosechas. La agricultura de plantaciones era una excepción. Había sido establecida por los europeos en sus colonias de América y en otras zonas tropicales, y suministraba productos destinados a la exportación, muchos de los cuales eran un lujo para la inmensa mayoría de la población campesina. La mano de obra empleada en las plantaciones no era libre: estaba formada por esclavos negros procedentes de África o semiesclavos reclutados entre la población indígena de América y Asia.
El Comercio y la Artesanía
El comercio de productos ultramarinos y de artículos de elevado precio estaba encabezado por Gran Bretaña. La actividad comercial siguió aumentando, los mercaderes, banqueros y traficantes de esclavos se enriquecieron y creció la actividad industrial.
1.3 Una Organización Social Estamental
Durante el Antiguo Régimen, la propiedad y explotación de la tierra seguían siendo la fuente fundamental de riqueza, y este hecho influía decisivamente en la organización de la sociedad. Seguían existiendo tres órdenes o estamentos reconocidos por la ley: nobleza, clero y tercer estado.
Nobleza o Aristocracia
La nobleza constituía un grupo teóricamente cerrado: se era noble de nacimiento y solo por herencia se adquiría tal condición. Podía haber nobles de nuevo cuño, plebeyos adinerados que se convertían en aristócratas por matrimonio con un noble, por una concesión del monarca o por la compra de un título. Había nobles más humildes: caballeros o hidalgos, a los que les estaba prohibido trabajar.
Clero
Era un estamento teóricamente abierto: cualquier persona podía ingresar en él. En la práctica, los altos cargos eclesiásticos estaban monopolizados por miembros de la nobleza. Los clérigos ejercían tareas espirituales e intelectuales.
Tercer Estado o Plebeyos
Era la inmensa mayoría de la sociedad. Constituían un grupo heterogéneo, sin privilegios. Entre los plebeyos, los campesinos eran el grupo mayoritario. En la mayor parte de Europa occidental eran libres, podían ser propietarios, arrendatarios o jornaleros. En la Europa central y oriental y en la España e Italia meridionales, los campesinos eran siervos vinculados a la tierra, libres en teoría, pero obligados a trabajar para el señor varios días a la semana. Los burgueses eran el grupo minoritario y estaban dedicados al comercio, la industria o la administración. Tenían cierto poder adquisitivo y elevada preparación cultural, pero no poseían prestigio social ni poder político.
2. Sistemas Políticos del Siglo XVIII
2.1 El Absolutismo como Régimen Político
Una sociedad como la del Antiguo Régimen tenía que contar con un poderoso apoyo político y religioso. El régimen político dominante era la monarquía absoluta, ligada de forma hereditaria a una dinastía. El monarca absoluto encarnaba la integridad del Estado y concentraba todo el poder político en su persona. Era un aristócrata. Contaba con un fuerte respaldo religioso, ya que se consideraba que Dios era el origen del poder del rey (monarquía de derecho divino). Su poder apenas tenía límites legales (los Estados Generales autorizaban determinadas decisiones del monarca). Contaba con un ejército y una administración cada vez más costosos, profesionales y permanentes. Para obtener financiación, el monarca creaba nuevos tributos o impuestos, o pedía préstamos a determinadas personas.
2.2 El Caso de la Monarquía Británica
El sistema político del Reino Unido de Gran Bretaña constituía una excepción. Se trataba de una monarquía limitada en la que un parlamento permanente limitaba los poderes de la corona británica.
Parlamentarismo: Sistema político en el que una asamblea o parlamento representativo puede derrocar a un gobierno mediante una votación.
2.3 Los Grandes Estados a Finales del Siglo XVIII
Europa Occidental
Destacaban tres grandes potencias: Gran Bretaña, Francia y España; las tres tenían colonias en ultramar, un gran poderío naval, una notable continuidad territorial y cierta identidad cultural. Gran Bretaña contaba con un sistema político parlamentario y poseía un comercio y una industria avanzada. Su flota era la más importante del mundo y su control de los mares era creciente. Francia era la gran potencia del continente europeo. Los monarcas franceses habían convertido su Estado en un modelo para el resto de las monarquías absolutas. España poseía una monarquía a imagen y semejanza de la francesa y era su aliada frente a los británicos. El poderío naval de estos últimos era una amenaza constante para los dominios españoles en América.
Europa Central
En las actuales Alemania e Italia existía un mosaico de pequeños estados. En esta zona sobreviviría el Sacro Imperio Romano Germánico, un conjunto de territorios de la Edad Media que había ido perdiendo influencia. El panorama en Alemania era fruto de la complicada forma de gobierno del antiguo SIRG. En los territorios del SIRG había surgido en el siglo XVIII una nueva potencia que rivalizaba con Austria: el reino de Prusia, que estaba situado a orillas del mar Báltico y contaba con una administración y un ejército muy eficientes. El título de emperador del SIRG estaba vinculado a la dinastía de los Habsburgo, quienes, además, poseían amplios territorios en los Países Bajos Austríacos, Lombardía, Bohemia, Austria y Hungría, en torno al Danubio. El complicado mapa de Italia era consecuencia de la gran rivalidad que existía entre las potencias europeas por el control de la península itálica. Así, había Borbones gobernando Nápoles, Habsburgo alemanes al frente del gobierno de Milán e incluso un Estado dirigido por el papa y repúblicas como Génova y Venecia.
Europa Oriental
El Imperio sacro ruso estaba en expansión y el Imperio otomano o turco se encontraba en retroceso.
Las Colonias Europeas
En América, las colonias más antiguas y extensas eran las españolas y las portuguesas. En Norteamérica y en el Caribe, las colonias más relevantes eran británicas. En Asia, los británicos se habían establecido en la India: región de Bengala, Bombay y Calcuta; estas últimas eran asentamientos comerciales de gran importancia. Sri Lanka y la actual Indonesia eran colonias holandesas.
El Mundo No Europeo
. En la India, Persia, China y Japón las monarquías eran muy tradicionales y combinaban una poderosa administración con una cultura milenaria. En América, Australia y África, las sociedades eran aborígenes. 3. Ilustración. Durante el siglo XVIII (de las luces), se produjo un notable avance técnico y científico, impulsado por grupos de pensadores y escritores. Estos eran minoritarios pero muy influyentes y recibieron el nombre de filósofos o ilustrados. Sus innovadoras ideas reciben el nombre de pensamiento ilustrado o ilustración.
Características de la ilustración. Visión crítica de la sociedad y desean que en ella se produzcan profundos cambios. Sin embargo, los ilutrados discrepan sobre el modo en el que se deben llevar a cabo estas transformaciones. El único motor de los cambios debe ser la razón humana. Rechazan igualmente la revelación divina y la tradición como fuente fundamental de conocimiento y autoridad porque las consideran signos de atraso. Es frecuente que se ataquen las costumbres e instituciones tradicionales, las jerarquías sociales, los obstáculos para el desarrollo del comercio y la industria, etc. La historia de la humanidad es la historia del progreso humano, que hace a las sociedades cada vez mejores. El progreso, para hacerse efectivo, necesita de la libertad individual. La base es que los seres humanos nacen libres e iguales en derechos y su objetivo debe ser la búsqueda de la propia felicidad. El despotismo ilustrado. Algunos monarcas europeos intentaron poner en práctica las nuevas ideas para solucionas sus problemas instaurando tímidos programas de modernización en sus reinos. Su objetivo no era cambiar la sociedad, sino aumentar su poder y riqueza. Este tipo de política se llama despotismo ilustrado y fue seguida por reyes como Carlos III, Catalina II, Federico el Grande o Luis XVI. 3.2. Las nuevas ideas sobre la sociedad. Los pioneros británicos del siglo XVII. Thomas Hobbes y John Locke coincidían en estas ideas: La sociedad era resultado de un contrato voluntario entre un gran número de individuos; los firmantes de este contrato esperaban obtener bienestar y felicidad personal y, a cambio, cedían voluntariamente parte de su libertad natural. El mejor sistema político y social, por tanto, sería aquel que garantizase la felicidad, la seguridad y la propiedad privada al mayor número de personas posible. Los ilustrados franceses del siglo XVIII. Intervinieron en una obra colectiva, la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D’Alembert. Montesquieu: Obra principal: El espíritu de las leyes (1748). Sistema de gobierno propuesto: Monarquía constitucional: el poder del monarca es limitado por una ley fundamental o Constitución y por ciertas instituciones del país. Fórmula clave: División en tres poderes: el legislativo, que elabora las leyes, el judicial, que las aplica, y el ejecutivo, que vela por su cumplimiento. Rousseau: Obra principal: El contrato social (1762). Sistema de gobierno propuesto: Sistema democrático puro y soberanía popular: solo es legítimo obedecer las leyes que uno mismo ha aprobado. Fórmula clave: una asamblea de ciudadanos concentra el poder, en ámbitos de decisión reducidos y en un contexto de igualdad social. Recela de los poderosos y rechaza explícitamente la competencia como motor del progreso. Influencia política: en la Revolución francesa y en el siglo XIX. De la fisiocracia al liberalismo enocómico. El pensamiento económico destacaron los fisiócratas Quesnay y Turgot, quienes criticaron las políticas económicas tradicionales, sobretodo el mercantilismo. Para los fisiócratas, la riqueza procedía de la naturaleza y, más concretamente, de la tierra. La mejor política económica sería, por tanto, la que no pusiera trabas al libre desarrollo del comercio y de la industria y permitiera la acumulación de beneficios y el ejercicio de la propiedad privada. A partir de los puntios de vista de los fisiócratas se configuró en Gran Bretaña el liberalismo clásico, cuyo padre y fundador fue el escocés Adam Smith. Para él, la búsqueda del interés de cada individuo suponía de forma inevitable el bienestar general y el aumento de la riqueza de toda la sociedad. Este teórico del liberalismo económico consideraba que el trabajo era la fuente primordial de riqueza. Los estados no debían poner trabas al comercio sino estimular el mercado libre (librecambio) y el enriquecimiento de los individuos a través del trabajo asalariado (capitalismo). Estas ideas destruían el fundamento de la sociedad del Antiguo Régimen, pues mostraban a los estamentos privilegiados como parásitos.