Transformaciones Económicas y Cambios Sociales en España (1957-1969): De la Autarquía al Desarrollismo

La Consolidación del Régimen: Transformaciones Económicas y Cambios Sociales (1957-1969)

De la Autarquía al Desarrollismo

El cambio de gobierno de 1957 da entrada a los ministros tecnócratas del Opus Dei. Entre las medidas adoptadas, destacan:

  • La Ley de Régimen Jurídico de la Administración Civil del Estado (1957) descentralizó, agilizó y modernizó la administración, separando la actividad del Estado de la del gobierno, aunque Franco continuó siendo jefe de ambos.
  • Con la Ley de Procedimientos Administrativos (1958) se termina de normalizar la organización del Estado.
  • La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958), declaración programática continuista, reafirma la ideología antiliberal del régimen y define a España como “una unidad de destino en lo universal”.

El crecimiento económico iniciado desde 1950 no superó los grandes desequilibrios internos y externos. Por ello, el nuevo gobierno formado en agosto de 1957 apostó por una política liberalizadora que, abandonando el modelo autárquico, permitiera la modernización económica para una rápida industrialización e integración en la economía internacional, sin alterar en lo esencial las estructuras autoritarias del régimen.

Con créditos del FMI y del Banco Mundial (1958) para financiar la reforma económica, se pusieron en marcha una serie de medidas estabilizadoras que culminarían en el Plan de Estabilización de 1959:

  • Supresión de las trabas burocráticas de la economía: desmantelamiento de las instituciones burocráticas y liberalización económica.
  • Reducción de salarios y subida de tipos de interés (reducción de la circulación monetaria).
  • Devaluación de la peseta, fijando un cambio único en 60 pesetas por dólar.
  • Liberalización de precios protegidos y de la inversión extranjera.
  • Reforma del sistema fiscal y recorte del gasto público.

Como consecuencia, se produjo una entrada masiva de multinacionales, sobre todo en el sector energético.

Consecuencias del Plan de Estabilización

De inmediato, en 1959-60 cayeron los precios, los salarios y el consumo, pero se redujo el déficit comercial y comenzó la acumulación de capitales.

Desde 1961 comenzó el crecimiento del sector industrial y de servicios. Entre 1961 y 1967 el crecimiento medio fue de un 8% anual y de 1967 a 1973 de un 6%.

En 1963 comienzan los Planes de Desarrollo –prorrogado en 1966 y el de 1969, prorrogado indefinidamente hasta su extinción-, con el objetivo de encauzar la expansión económica mediante la planificación, creando “polos de desarrollo” en las zonas más deprimidas, dando orientaciones para la actuación industrial y empresarial del sector privado y normas de actuación para el sector público, que establecerá las condiciones necesarias para el crecimiento económico.

Sin embargo, los factores decisivos del crecimiento económico fueron la inversión extranjera y las divisas que entran en España procedentes de los emigrantes y del turismo (que comienza un rápido crecimiento).

Transformaciones Sociales

Fue entonces cuando se produjo un crecimiento industrial importante, aunque con fuertes desequilibrios sectoriales y regionales. Se despoblaron las zonas del interior con las fuertes migraciones a las zonas industriales y el aumento acelerado de la población urbana y de obreros industriales. Este exceso de población activa se aliviará con el comienzo de la emigración a otros países europeos.

En el campo, el éxodo produce un alza de salarios, que motiva la mecanización y el aumento de la demanda rural de productos industriales, iniciándose la modernización agrícola.

Paralelamente, se produce una fuerte expansión de la clase media y empiezan a cambiar la mentalidad y las condiciones de vida:

  • El baby-boom de los años 60 dará lugar a la multiplicación de escuelas e institutos y, desde finales de la década, comenzará la masificación de la universidad. Los estudiantes radicalizarán poco a poco su oposición a la dictadura.
  • Aumenta el porcentaje de población activa femenina.
  • El incremento del nivel de vida permitió la difusión de la TV, el automóvil (SEAT 600) y las vacaciones de verano.
  • Comienza la progresiva relajación en la asistencia a los cultos religiosos y en las costumbres, con la consiguiente pérdida de influencia de la Iglesia en la sociedad.

Institucionalización del Régimen y Sucesión

Los ministros tecnócratas del Opus Dei, presentes en los gobiernos de Franco de este periodo, se propusieron adaptar el régimen a las nuevas realidades nacionales e internacionales. La modernización de la administración, la definitiva institucionalización del régimen y la cuestión sucesoria fueron sus objetivos prioritarios:

  • 1963: Ley de Bases de la Seguridad Social. El Estado asume el coste de las prestaciones sociales y sanitarias.
  • La apertura internacional y el crecimiento económico a partir de finales de los 50 provocó el aumento de las presiones sobre el régimen, que culmina en la promulgación de la Ley Orgánica del Estado en 1966. Esta ley reafirma el autoritarismo, pero establece que una parte de los procuradores en Cortes sean elegidos por los cabezas de familia y las mujeres casadas. Prevé, además, la separación entre Jefatura del Estado y del Gobierno, asienta la institución monárquica y abre la posibilidad de crear asociaciones políticas de acuerdo con los principios del movimiento.
  • La Ley de Prensa de 1966, de Fraga Iribarne, redujo la censura previa y permitió la aparición de nuevos medios de comunicación, favoreciendo a la industria editorial.
  • En 1967, la Ley de Libertad Religiosa elimina las discriminaciones por razón de religión, rompiendo el monopolio de la Iglesia católica que, no obstante, siguió gozando de todos los privilegios.
  • El 22 de julio de 1969, Juan Carlos de Borbón es nombrado príncipe de España y sucesor con el título de Rey. La Monarquía se presenta como heredera y continuadora del Movimiento Nacional.

La Oposición al Régimen

Desde principios de los años 60, la Iglesia comienza su distanciamiento del régimen y, con el Concilio Vaticano II (1962-65), se tensan sus relaciones.

  • Resurge el movimiento nacionalista en Cataluña y en el País Vasco (PNV y ETA en 1969).
  • Se reactiva el movimiento obrero y político en la clandestinidad, que adquiere cada vez más fuerza. El régimen reacciona con duras represiones a las reivindicaciones laborales y políticas (CC.OO. empieza a actuar en 1958). Reaparecen los movimientos de intelectuales y de estudiantes, a la par que comienzan a organizarse los partidos de oposición en la clandestinidad (Partido Comunista -PCE-, Democracia Cristiana, monárquicos, comunidades de base cristianas).
  • Desde 1961 proliferan las huelgas en la minería, en la siderometalúrgica y en la construcción. Solís, ministro de trabajo, reconoce cierta negociación colectiva, elecciones de jurados de empresas y de enlaces sindicales.

Relaciones Internacionales

En la década de los 60, España establece relaciones con la CEE (creada en 1957), en la que pide el ingreso por vez primera en 1962, aunque se le niega por su régimen político. 118 españoles –liberales, monárquicos y democristianos- reunidos en el marco del IV Congreso del Movimiento Europeo, apoyarán la no admisión de España en la CEE en tanto no se restaurare la democracia. La reacción represiva del régimen será contundente.