Elementos de Cambio
Las transformaciones económicas y sociales de los años sesenta, junto con la aspiración de integrarse en Europa, la penetración de modos de vida occidentales, la entrada en la Universidad de nuevas generaciones, la desvinculación a los ideales de la rebelión militar y el rebrote de los nacionalismos, modificaron la sociedad española hacia el rechazo del gobierno dictatorial.
Estos cambios surgieron por la liberalización del régimen iniciada a finales de los cincuenta. Incluso la Iglesia, que se había identificado con el franquismo, comenzó a criticarlo a través del cardenal Vicente Enrique y Tarancón. Dentro del ejército, se formó la UMD (Unión Militar Democrática) para democratizarlo (sus líderes fueron detenidos en 1975).
La Ley de prensa de 1966 permitió la aparición de nuevas publicaciones con tímidas críticas al régimen, dando a conocer la obra de artistas y autores prohibidos, incluyendo exiliados.
Un cambio esencial fue el relegamiento de la oposición exterior. Los gobiernos constituidos tras la Guerra Civil no lograron debilitar el franquismo, siendo sustituidos a mediados de los cincuenta por la oposición interior de trabajadores y estudiantes, con huelgas y manifestaciones duramente reprimidas.
La Oposición al Régimen
Desde 1939, la actividad clandestina de grupos del PCE, PSOE y CNT continuó, con encarcelamientos y ejecuciones. Mantuvieron su pulso con el franquismo con actos como las huelgas de Cataluña (1945) y País Vasco (1947), aunque disminuyeron su actividad en los cincuenta.
Los monárquicos conspiraron para el retorno de la monarquía con el hijo de Alfonso XIII, don Juan de Borbón. En 1943, tenientes generales pidieron la restauración monárquica a Franco. En 1945, don Juan solicitó la restauración. Franco contrarrestó esto con la Ley de Sucesión y educando a don Juan Carlos bajo su supervisión.
El intento del PCE de introducir una unidad militar (maquis) para derrocar a Franco fracasó. La oposición interna en los cincuenta experimentó cambios: renuncia a la violencia, concienciación social y generacional, y presencia en universidades y sindicatos franquistas. Las huelgas, como la de tranvías de Barcelona (1951), fueron comunes. El régimen respondió con represión (Ley contra el Bandidaje y el Terrorismo y Ley de Orden Público) y cierta flexibilidad (Ley de Convenios Colectivos).
En 1962, el Congreso de Munich reunió a demócratas cristianos, monárquicos, republicanos y el PSOE para pedir la democratización. Los participantes del interior fueron detenidos a su regreso. Franco lo calificó como Contubernio de Munich.
Entre 1964 y 1967 se consolida Comisiones Obreras. El PSOE promovió pactos con la oposición democrática. El PCE, liderado por Santiago Carrillo, impulsó la reconciliación nacional.
Surgieron nuevas agrupaciones como el Frente de Liberación Popular (Felipe) y la Agrupación Socialista Universitaria. El movimiento estudiantil logró la desaparición del SEU y la creación del Sindicato Democrático de Estudiantes.
Repuntó la oposición nacionalista vasca y catalana. ETA nació en 1959, usando el terrorismo desde 1964. En Cataluña, el nacionalismo fue más cultural. En 1971 se creó la Asamblea de Cataluña, que defendía las libertades y el Estatuto de 1932. El régimen declaró el Estado de excepción en cinco ocasiones.
El Final del Franquismo
Tras el escándalo MATESA, Franco apartó a los ministros implicados y formó un gobierno monocolor con Carrero Blanco como Vicepresidente y Subsecretario de la Presidencia, quien en 1973 fue nombrado Presidente del Consejo de Ministros. Su asesinato en diciembre de 1973 fue un golpe para el sector inmovilista.
Arias Navarro lo sustituyó, enfrentándose a la crisis económica y al aumento de la oposición. En 1974, el PCE impulsó la Junta Democrática de España, y el PSOE la Plataforma de Convergencia Democrática, que luego se unieron en la Platajunta. Arias Navarro propuso un aperturismo en 1974, con comisiones para el Estatuto de Asociaciones Políticas, pero con escaso avance. Sufrió presiones internacionales por las últimas ejecuciones del régimen (1975), el fin de las dictaduras en Grecia y Portugal, y la presión de Marruecos sobre el Sahara español (Marcha Verde, 1975). Franco murió el 20 de noviembre de 1975.
Evolución de las Mentalidades y la Cultura
El franquismo supuso el fin de la Edad de Plata de la cultura española. Tras depurar los medios, se promovió la cultura católica y nacional tradicionalista, exaltando el pasado imperial y la victoria en la Guerra Civil. La educación fue controlada por la Iglesia, incluyendo la Universidad, con censura eclesiástica.
A finales de los cincuenta y en los sesenta, el control se relajó. Intelectuales como Laín Entralgo, López Aranguren, Julián Marías o Tierno Galván se manifestaron contra la dictadura. Publicaciones como Revista de Occidente o Cuadernos para el Diálogo intentaron superar la uniformidad ideológica.
En los sesenta, se publicaron obras de autores prohibidos (Ramón J. Sender, Max Aub, Antonio Machado) y nuevos autores desmitificaron la Guerra Civil (Miguel Delibes, Blas Otero, Gabriel Celaya).
En el arte, la arquitectura oficial decayó en los cincuenta con la entrada de corrientes racionalistas y organicistas. En los últimos años de la dictadura, la cultura liberal se impuso pese a la hostilidad del régimen.