Marx: Historia y Cambio Social – De la Sociedad Burguesa a la Sociedad Comunista

¿La raíz de los cambios históricos está en las condiciones económicas? ¿Cuáles serían entonces las condiciones para pasar de una sociedad de clases capitalista a una sociedad sin clases, a una sociedad comunista?

En la segunda mitad del siglo XIX, el capitalismo y sus contradicciones ya son visibles: explotación laboral, anarquía de la producción, crisis económicas, condiciones miserables de la clase obrera. En este contexto, la filosofía de Marx se distingue por su compromiso social, por su intención de incitar y dirigir la toma de conciencia y revolución de los obreros como clase oprimida frente a la clase burguesa.

Influencias en el Pensamiento de Marx

Una de las influencias más profundas la encontramos en Hegel, quien afirma que la historia se centra en el enfrentamiento dialéctico de ideas universales, dirigida por el Espíritu y consiste en el despliegue progresivo de la conciencia de libertad que alcanza su mejor realización en el Estado, ya que el individuo al margen del Estado, sin su apoyo y protección, no es nada. Marx, frente al estudio de las ideas y su pretendida importancia histórica, propone el estudio de la realidad material del hombre y el mundo en el que vive. Por tanto, el enfrentamiento dialéctico será entre clases sociales. La dialéctica es la historia misma en su proceso inevitable que conducirá etapa tras etapa a una revolución final, donde el Estado, que controlará la economía, será la Dictadura del proletariado.

Otra influencia es Feuerbach, del que toma el concepto de alienación. Pero, según Marx, ese materialismo es puramente teórico, reinterpreta la realidad, pero renuncia a transformarla. Los filósofos hasta ahora solo han interpretado el mundo diversamente; pero ahora se trata de transformarlo. El hombre solo puede solucionar sus problemas a través de la acción consciente, instruida y solidaria.

Una cuarta influencia es el socialismo francés, del que toma la idea de lucha de clases y algunas de sus afirmaciones socialistas y revolucionarias.

Para Marx, tanto la revolución violenta como la etapa de dictadura del proletariado son imprescindibles.

Por último, recurre a los estudios de los economistas ingleses.

Infraestructura y Superestructura

El punto de partida es el ser humano en el mundo que le rodea y en su actividad para satisfacer sus necesidades. Entra en relación con la naturaleza y da lugar a las Fuerzas Productivas, y en su relación con otros hombres a las Relaciones Sociales de Producción.

• Entre las primeras se cuentan herramientas, fuerza de trabajo, materias primas, todo aquello que interviene en la obtención del producto.
• Entre las segundas, las relaciones que se establecen entre las personas para obtener esos productos, como el reparto del trabajo y, sobre todo, las relaciones de propiedad.

En ciertos momentos históricos, fuerzas productivas y relaciones de producción pueden encajar entre sí. Sin embargo, como el proceso de producción es incesante, las fuerzas productivas se transforman, se descubren nuevas fuentes naturales y, sobre todo, se inventan nuevos instrumentos y métodos de producción, y exigen cambios en las relaciones de producción, que pueden resistirse, con lo que se crean tensiones y revoluciones, y al final ceden, lo que mueve a toda la sociedad hacia un estadio nuevo de organización social.

Juntas, fuerzas productivas y relaciones sociales de producción constituyen lo que se llama la infraestructura económica, mientras que el sistema valorativo de creencias y de normas que existe en la sociedad será su superestructura.

El elemento determinante de la historia es la estructura económica de la sociedad, y la superestructura jurídica, política, moral, religión, filosófica, científica, artística, es su reflejo. Toda la estructura social, tanto infraestructura como superestructura, constituye el modo de producción.

Las ideas dominantes en cada época son la expresión idealizada de las relaciones materiales dominantes. Por ello, las ideas, las teorías no pueden ser eliminadas con la crítica teórica, sino por medio de la demolición de las relaciones materiales en las que se fundamentan. Así, el motor de la historia es la praxis revolucionaria.

Sin embargo, aunque el factor que determina la historia es la producción de la vida material, la superestructura puede determinar la forma del proceso histórico.

Si la historia viene determinada por las formas concretas de producción, consumo y propiedad, podemos distinguir en la historia un progreso entre varios modos de producción predominantes: el asiático, el antiguo, el feudal y el burgués.

Del Capitalismo al Comunismo

¿Cómo se pasa de la sociedad burguesa a la comunista y qué rasgos tiene ésta?

El sistema capitalista es un sistema conflictivo, lleno de contradicciones: la división desigual de las clases sociales, la anarquía de la producción, el progreso de la maquinaria que repercute en despidos, las crisis, la pauperización del proletariado…

El capital presupone una colectividad reducida de capitalistas, la burguesía, y un estrato mucho más vasto de asalariados, el proletariado. La burguesía, dueña de los bienes de producción, y el proletariado, amo solo de su capacidad de trabajo.

Todo lo que produce el trabajador, por encima de lo que necesita, es plusvalía, la fuente de la ganancia.

El proletariado solo puede llegar a una posición de dominio si elimina el tipo de propiedad existente, de un modo revolucionario, pero para que tenga lugar la ascensión histórica final del proletariado es necesario que el proletariado tome conciencia de su situación y posibilidades.

Toma de Conciencia del Proletariado

¿Cómo impide la clase dominante que el proletariado tome conciencia de su estado explotado y de su fuerza revolucionaria?

• Por un lado, intentan evitar que las clases dominadas salgan de su estado de ignorancia e incultura.
• Y sobre todo emplean la ideología; la filosofía revolucionaria debe desenmascarar las afirmaciones ideológicas, considerando que solo se pueden eliminar con la eliminación de las relaciones de producción que las producen.

¿Si la clase dominante controla la ideología y el nivel cultural, cómo puede el proletariado tomar conciencia de su situación? Según Marx, existen otras contradicciones y circunstancias propias del capitalismo que pueden favorecer esta toma de conciencia.

• El sistema capitalista es competitivo y da lugar a la centralización y concentración capitalista en un conjunto cada vez más estrecho de empresas y compañías, pero también a quiebras, que incrementan los despidos, bajan los salarios y aumentan la pauperización del proletariado.
• Por otra parte, la división del trabajo y de la propiedad alienan al obrero del resultado de su trabajo, de sí mismo, de su actividad plena y creativa, de los demás hombres, y de su propia naturaleza que ha de satisfacer y por ello someterse al propietario de sus medios de vida.
• Y puesto que la infraestructura se refleja en la superestructura, las desigualdades económicas y la alienación en el proceso de producción se reflejan en desigualdades y alienación en los niveles políticos e intelectuales.

De esta forma, la desigualdad económica y social, las crisis, la pauperización del proletariado y la alienación pueden ser más fuertes que el control ideológico y forzar al proletariado a tomar conciencia de su situación y posibilidades revolucionarias. En el capitalismo, la tensión entre fuerzas productivas y relaciones de producción llegará a una situación límite que provocará un nuevo salto social.

• En uno de los polos de la tensión dialéctica, la enorme fuerza productiva del capitalismo jamás conocida hasta el momento, con su capacidad para satisfacer las necesidades de toda la humanidad y el desarrollo de sus capacidades.
• Por otra, la división de la propiedad y del trabajo propios del sistema capitalista que malogran estas posibilidades y condenan a la mayor parte de la población, crisis tras crisis, a una relativa pobreza de salarios mínimos o, en el caso del ejército de parados, a una vida mísera.

Sin embargo, el ser humano a través del proceso histórico puede liberarse de las fuerzas económicas y superarlas. La futura emancipación debe ser afirmada como necesaria por medio del análisis científico de la dinámica social. El hombre puede eliminar la enajenación mediante la praxis revolucionaria. La verdadera liberación se logra mediante la alianza entre quienes comparten una situación alienada y la comprenden, entienden su posición de víctimas y sus posibilidades de lucha.

Camino hacia el Socialismo y Comunismo

Las organizaciones obreras empiezan a nivel local, en fábricas, donde los obreros se unen frente al empresario, después en localidades industriales, contra el burgués capital

ista, y dan lugar a unidades nacionales.

El desarrollo industrial propicia el incremento del proletariado y su concentración en grandes zonas industriales, sus crisis incrementan la masa proletaria, por ello, las reuniones, comunicación, propaganda, coaliciones, difusión de ideas y acciones revolucionarias, se difunden con mayor rapidez

y los miembros de clases dominantes que se arruinan o reniegan de su clase, y pasan a formar parte del proletariado, aportan elementos intelectuales.

Incluso las armas y obreros que son usados por los burgueses para luchar por sus intereses, en las guerras podrán volverse en su contra.

La conjunción de estas circunstancias posibilita la llegada de la sociedad socialista. Debido a que la alienación económica, el trabajo enajenado, es la base de las demás formas de alienación, lo que es necesario es una reorganización completa que elimine el trabajo enajenado, y la relación entre propiedad privada y trabajo asalariado.

El socialismo, que es el primer objetivo de la revolución, debe comenzar con la toma del poder político por medio de la revolución violenta y la utilización de su fuerza para sus propios intereses, El objetivo principal es el comunismo, mas a él sólo se puede llegar tras una época de transición, la dictadura del proletariado,

Por ello, en la fase socialista la propiedad es poseída colectivamente y se distribuyen los salarios según un principio fijo. El comunismo elimina el usar esa propiedad para explotar el trabajo ajeno.

Pero esta organización sigue considerando el trabajo como un valor de cambio, y lo extiende a todos los hombres, la alienación todavía no se ha superado.

Desde el poder político y su control será posible llevar a término el programa de centralización de la producción y distribución a la que tendía el capitalismo. El proletariado centralizara todos los instrumentos de producción en manos del Estado y de esta forma aumentar con la mayor rapidez posible la capacidad de las fuerzas productivas

que permitirán la eliminación del trabajo enajenado y la liberación final, sobre todo gracias a la expansión tecnológica usada para la mayor riqueza colectiva y la eliminación del trabajo mecánico.

La Comuna Estado estará integrada por concejales escogidos por sufragio universal, los demás funcionarios serán igualmente «electivos, responsables y revocables en todo momento»,

desaparición del carácter clasista del Estado, lo que a su vez posibilita la desaparición del mismo Estado al terminarse esta etapa.

El comunismo es el reino de la libertad, los hombres trabajarán libremente, para realizarse a sí mismos y alcanzar la plenitud.

No es posible describir la condición comunista con mayor detalle, porque no la conocemos, ni sabemos cómo será exactamente el hombre nuevo que surgirá entonces.

Sólo sabemos, indica Marx, que la historia marcha necesariamente hacia esa meta.

Pero si lo esencial de la historia conocida es la lucha de clases, y ésta desaparece, la historia misma desaparecerá, desaparecerá la familia, la mujer como propiedad privada, la prostitución; y también desaparecerá la nación, pero con ello no se dañará a nadie, pues los comunistas no tienen nación.

La influencia del pensamiento de Marx se extiende, a toda una serie de movimientos sociales y políticos,

Sin embargo, sus predicciones revolucionarias erraron. en la revolución soviética se prolongo indefinidamente la primera etapa de supuesta dictadura del proletariado, transformada en una de las tiranías y sistemas absolutos más brutales de la historia reciente