Transformación del Teatro en España: De la Preguerra a la Posguerra y Actualidad

El Teatro Español Antes de la Guerra Civil

El teatro anterior a la Guerra Civil española se caracterizaba por su inmovilidad y limitaciones. Sin embargo, dentro de este panorama, surgieron diversas líneas y autores que buscaron renovar la escena.

El Teatro Comercial de Éxito

Dentro del teatro comercial, se distinguen varias tendencias:

  • Benito Pérez Galdós: Intentó superar la retórica del Romanticismo introduciendo el Naturalismo, con ambientes reales y temas conflictivos.
  • Jacinto Benavente: Dio forma a una nueva dramaturgia con obras menos conflictivas y diálogos ingeniosos. Destacó con sus comedias burguesas, como La Malquerida.
  • Comedias Costumbristas: Triunfaron gracias a autores como Carlos Arniches (La Señorita de Trevélez) y los hermanos Álvarez Quintero (Mariquilla Terremoto).
  • Astracán: Pedro Muñoz Seca creó este género de disparate cómico, con obras como La venganza de Don Mendo.
  • Teatro Poético: Con influencia modernista, destacaron autores como Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol).

El Teatro Innovador y Marginado

Paralelamente al teatro comercial, existieron autores cuyas obras fueron marginadas, pero que representaron una importante innovación:

  • Autores de la Generación del 98: Miguel de Unamuno o Jacinto Grau (El señor de Pigmalión).
  • Ramón Gómez de la Serna: Con obras vanguardistas como Los medios seres.
  • Generación del 27: Acercaron el teatro al pueblo, como Federico García Lorca con La Barraca. Otros autores como Rafael Alberti, Pedro Salinas o Miguel Hernández también cultivaron el género teatral. Destaca Alejandro Casona con La dama del alba o Max Aub con San Juan.

Lorca y Valle-Inclán: Dos Figuras Clave

Dentro de este panorama, destacan dos autores fundamentales:

  • Federico García Lorca: Se dedicó al teatro poético, explorando la lucha entre el individuo y la autoridad, con un fuerte protagonismo de personajes femeninos. Cultivó diversos géneros, desde dramas líricos (Mariana Pineda) hasta teatro surrealista (El público). Su trilogía rural, que aborda problemas sexuales y la situación de la mujer, incluye obras maestras como Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.
  • Ramón María del Valle-Inclán: Fue un dramaturgo adelantado a su tiempo en originalidad y crítica. Su evolución abarca desde el Modernismo (El marqués de Bradomín) hasta el ciclo mítico de las “Comedias bárbaras” y Divinas palabras. Su gran aportación fue el “esperpento”, un género que denuncia la realidad de su época a través de personajes grotescos y situaciones deformadas. Destacan obras como Tirano Banderas y Luces de bohemia.

El Teatro Español Posterior a 1936

Los años siguientes a la Guerra Civil estuvieron marcados por una atonía teatral, con la negación del teatro más relevante de la preguerra (Valle-Inclán y Lorca) y el exilio de autores como Casona y Aub.

La Comedia Burguesa y los Intentos de Renovación

En este contexto, triunfó la comedia burguesa o de salón, siguiendo el modelo de Jacinto Benavente, con autores como José María Pemán, Joaquín Calvo Sotelo y Juan Ignacio Luca de Tena. Algunos autores intentaron renovar el teatro cómico con obras más intelectuales, como Enrique Jardiel Poncela, quien incorporó el misterio a situaciones absurdas. También se desarrolló la “comedia de la felicidad”, con autores como Edgar Neville (El baile) y Alejandro Casona (La dama del alba), que añadían fantasía e ingenio.

Este teatro comercial continuó en los años cincuenta y sesenta, con autores como Alfonso Paso (Las que tienen que servir), Juan José Alonso Millán (El cianuro, ¿solo o con leche?) y Antonio Gala (Anillos para una dama).

El Teatro de Realismo Social y el Teatro Experimental

En los años cincuenta, con los estrenos de Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo y Escuadra hacia la muerte de Alfonso Sastre, surgió un teatro que reflejaba los problemas sociales del momento.

  • Antonio Buero Vallejo: Incluyó en su producción temas universales, defendiendo la libertad y la verdad. Empleó la tragedia para provocar la catarsis del espectador. Destacan obras como *Historia de una escalera*, *El concierto de San Ovidio*, *Un soñador para el pueblo* y *La Fundación*. Adquieren carácter importante las acotaciones, como se ve en su técnica del “efecto de inmersión”.
  • Alfonso Sastre: Su teatro comprometido y de revolución fue relegado de los escenarios. Abordó temas como el militarismo (Escuadra hacia la muerte) y el mundo marginal (La taberna fantástica).

En los años sesenta, se desarrolló un realismo social que denunciaba la miseria y la explotación, con obras como La camisa de Lauro Olmo y Los salvajes en Puente de San Gil de José Martín Recuerda. También surgió un teatro experimental, con autores como Fernando Arrabal (Pic-Nic) y Francisco Nieva (La carroza de plomo candente), que defendían la transgresión y la liberación sexual.

El Teatro Independiente y la Transición

A finales de los sesenta y durante los setenta, el teatro independiente cobró fuerza ante el régimen, recurriendo a alegorías y símbolos. Este nuevo teatro vanguardista rompía los límites entre actores y espectadores, potenciando los decorados y las luces. Destacan compañías como Els Joglars. En los ochenta, algunos grupos iniciaron el teatro de calle, con la participación del público, como La Fura dels Baus. También surgió un teatro alternativo de escasos medios.

El Estado y las comunidades autónomas promovieron el teatro clásico a través de instituciones como el Centro Dramático Nacional.

En los setenta, surgió un teatro simbolista y vanguardista, cuyo tema principal era el poder opresor, con elementos como la sexualidad y la violencia. Destaca José Ruibal.

El Teatro Después de la Dictadura

Tras la dictadura, el público no asimiló rápidamente los cambios democráticos. Antonio Gala fue uno de los autores de más éxito (Anillos para una dama). También destacaron José Luis Alonso de Santos (La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro) y Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano). Los teatros independientes se profesionalizaron y se impuso el teatro institucional.

En los últimos tiempos, las novedades son escasas: autores consagrados, obras musicales, clásicos y alguna curiosidad histórica.