Introducción: Contexto Literario Previo a 1936
Antes de 1936, la literatura española experimentó una rica renovación, marcada por la confluencia del Modernismo y la Generación del 98, con figuras destacadas como Unamuno, Baroja y Valle-Inclán. Paralelamente, se desarrollaron el Novecentismo, las Vanguardias y la novela hispanoamericana. En España, la posguerra vio nacer la novela existencial en la década de 1940.
Renovación de la Novela a Principios del Siglo XX
La novela decimonónica sufrió varias reacciones en su contra. Las causas fueron múltiples:
- Crisis política, económica y social.
- Agotamiento de las formas narrativas realistas.
- Influencia de corrientes ideológicas extranjeras que rechazaban el positivismo (Nietzsche, Schopenhauer, Ibsen…).
Estas influencias se manifestaron en relatos teñidos de angustia y subjetivismo, reflejando las inseguridades del hombre en un mundo en transformación. La renovación estética modernista y los enfoques regeneracionistas del 98 también fueron reacciones clave. El subjetivismo y la voluntad artística fueron dos rasgos principales de las innovaciones temáticas y formales. El año 1902 marcó un punto de arranque para esta nueva narrativa.
Características comunes de esta renovación:
- Individualismo y subjetividad: En España, se manifestaron en planteamientos críticos, líricos, reformistas y escépticos.
- Búsqueda del “alma de España”: A través del paisaje (especialmente Castilla), la historia y la literatura clásica y medieval, siempre desde el subjetivismo y el casticismo.
- Temática existencial: Exploración del sentido de la vida, problemas religiosos y conflictos psicológicos. Desde la angustia de Unamuno hasta el escepticismo de Baroja o la nostalgia de Azorín.
Los temas recurrentes del 98 incluyeron:
- El paisaje.
- Los problemas de España.
- La evocación de personajes de la tradición literaria española (como Don Quijote).
- Temas existenciales (el paso del tiempo, el conflicto entre fe y razón).
Estilo Narrativo de la Generación del 98
El estilo del 98 se caracterizó por:
- Rechazo de la expresión retórica.
- Búsqueda de la sencillez y la claridad, sin perder fuerza expresiva.
- Precisión en el léxico, con un enfoque subjetivista y “terruñero”.
Innovaciones narrativas:
- Historias sin argumento definido, centradas en el interior de personajes insatisfechos y en conflicto con su entorno.
- Novelas generacionales que exponían la inseguridad del hombre en el mundo.
- Novelas de formación.
- Abandono de la estructura lineal: uso de secuencias fragmentarias, elipsis, etc.
- Importancia del diálogo y el contraste ideológico.
Miguel de Unamuno
Unamuno cultivó todos los géneros como medio para expresar sus ideas sobre la muerte, Dios y España. Su estilo era apasionado, con un tono vehemente y uso frecuente de paradojas. Las características de sus “nivolas” eran:
- Desnudez narrativa para mantener la tensión.
- Importancia del diálogo.
- Personajes agonistas.
- Estructura abierta para exigir la participación del lector.
- Mezcla de ficción y realidad, e interpolación de relatos.
Obras más importantes: Niebla, San Manuel Bueno, mártir, Paz en la guerra, entre otras.
Pío Baroja
Baroja concebía la novela como un género abierto, donde cabía todo, con libertad absoluta. Prefería la naturalidad, la amenidad, el ritmo dinámico y la captación del ambiente. Sus novelas se caracterizaban por:
- Estructura imprecisa y desenlace poco claro.
- Tono frecuentemente pesimista.
- Personajes: hombres de acción o abúlicos, rebeldes y frustrados.
- Maestría en las descripciones de ambientes.
- Diálogos sencillos y verosímiles, con ritmo ágil.
- Lenguaje antirretórico y espontáneo.
Trilogías destacadas: La lucha por la vida, Tierra vasca y La raza.
Ramón María del Valle-Inclán
Valle-Inclán incorporó la renovación estética del modernismo, con un lenguaje sensorial, huida de la realidad y ambientes de ensoñación. Sus etapas fueron:
- Hasta 1920: Estética modernista (Sonatas).
- Después de 1920: Esperpento, con estilización deformante y crítica, enlazando con las vanguardias (Tirano Banderas).
La Novela Novecentista
Las ideas de Ortega y Gasset sobre la novela se centraban en un arte deshumanizado, con:
- Importancia de la forma.
- Humor.
- Intelectualismo.
- Lirismo.
- Huida del sentimentalismo.
- Elegancia.
- Enfoque realista.
- Arte hermético que crea mundos autónomos.
Destacan la novela lírica de Gabriel Miró y la novela intelectual de Pérez de Ayala.
La Novela de Vanguardia
A partir de los años 20, se caracterizó por el formalismo y la experimentación. Figuras clave incluyen a Gómez de la Serna (ruptura), Max Aub (juego con la realidad) y Benjamín Jarnés (fantasía).
La Novela Comprometida
A partir de 1930, frente a la literatura intelectual y formalista, surgió una novela entendida como testimonio y denuncia. Destaca Ramón J. Sender.
La Novela de Posguerra
Se divide en:
- Novela del exilio: Temas como la guerra y la nostalgia de la patria (Réquiem por un campesino español de R.J. Sender).
- Novela existencial y tremendista en España: Novelas realistas que testimonian el ambiente irrespirable de la posguerra (Nada de Carmen Laforet y La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela).