Tomás de Aquino: Fe y Razón en la Filosofía Escolástica

Contexto Histórico de Tomás de Aquino

Tomás de Aquino nació en Roccasecca en 1224. Fue un teólogo y filósofo católico, máximo exponente de la filosofía escolástica y fundador de la escuela tomista. El siglo XIII se caracteriza por un enfrentamiento entre dos fuentes de poder singulares: la eclesiástica contra la secular. La vida y obra de Tomás de Aquino se encuadran en los finales de la Edad Media, una época histórica bastante convulsa. En lo referente al plano económico y social, existían tres clases sociales o estamentos: la nobleza, el clero y el pueblo. Culturalmente, nos encontramos en uno de los periodos históricos más oscuros. El pueblo no sabía leer ni escribir, apenas existía progreso cultural en casi ninguna de las materias. El saber cultural se encontraba en los monasterios, convertidos en grandes bibliotecas. Se crearon universidades. En lo referente a la religión, empiezan a desarrollarse una serie de nuevas órdenes religiosas, como las órdenes mendicantes. Estas órdenes renuncian a sus posesiones materiales y a parte del estilo de vida del clero del momento.

Contexto Filosófico

Tomás de Aquino fue representante de la filosofía escolástica medieval. Aceptó la existencia de dos tipos de conocimiento: por una parte, está el conocimiento basado en la razón y la experiencia, el conocimiento mundano; por otra parte, aceptaba el conocimiento proveniente de la fe. La problemática consistía en poder aunarlos de la mejor manera posible. La disputa filosófica característica del medievo fue la lucha entre razón y fe, las discusiones en torno al creador y las pruebas o justificaciones de su existencia, como la aristotélica (la principal para Tomás), la platónica, la agustiniana, la filosofía árabe (al-Ándalus) y alguna influencia de la judía, obras de Aristóteles. El aristotelismo que llega a los escolásticos es un aristotelismo con tintes platónicos (Avicena). Será después de Averroes, en el siglo X. La más importante sin duda es la de Aristóteles, seguida por la obra de San Agustín, realizando una síntesis entre el cristianismo y el aristotelismo. Tomás de Aquino logró realizar esta síntesis y se erigió en el principal y más importante representante de la escolástica.

Unión entre Fe y Razón en el Pensamiento de Tomás de Aquino

Gran parte de la filosofía medieval trata de conciliar los argumentos de fe con los argumentos de razón. La Suma Teológica es una síntesis entre razón y fe para poner fin a las disputas filosóficas y teológicas medievales sobre el tema. Para poder llegar a comprender la fe es necesario, en primer lugar, usar la razón. Ambas instancias no son incompatibles ni excluyentes. Para que la fe pueda ser accesible, necesita la aceptación y el uso de la razón. Tomás introduce la razón por medio de un objeto propio de la misma creación divina. Si bien Dios es el origen y la finalidad de lo que se conoce como la verdad revelada, también Dios es el creador del hombre y, por lo tanto, el creador de un ser racional. El entendimiento entre ambas partes, entre la verdad revelada o sobrenatural y la verdad racional o natural, al ser derivadas de Dios como creador principal, no pueden estar en contra del mismo. Para Tomás, las verdades de fe no son contrarias a las verdades de la razón; simplemente se encuentran en otro plano que queda por encima de lo racional.

El Argumento Ontológico en la Filosofía de Tomás de Aquino

Existencia y esencia coinciden en el ser superior. Dios es considerado como el Ser por antonomasia, creador de todos los seres. Al obtener la categoría de creador, Dios tiene la necesidad de existir dentro de su propia esencia. La esencia de Dios se identificaba con su existencia, ya que el Ser es. La esencia no tiene por qué implicar la existencia, ya que los seres creados son contingentes y, por lo tanto, prescindibles. Los seres particulares son seres compuestos, y la existencia y la esencia no tienen por qué estar unidas; de ahí su contingencia. La diferencia entre Dios y los demás seres es que en Dios no existe el ser en potencia. El ser en potencia es algo que los seres tienen y que se puede desarrollar o no. Dios es un ser en acto porque en él la esencia y la existencia son lo mismo; no tiene ninguna potencialidad que pueda desarrollarse. Dios es por necesidad; es acto puro. En este argumento ontológico se parte de la esencia de Dios para derivar su existencia, y la demostración de la esencia de Dios no se apoya en la racionalidad necesaria. Este argumento parte de una premisa, de un a priori, que es la esencia de Dios, y esta esencia no la conocemos, excepto por la Revelación, de ahí que no sea este un argumento convincente ni racional para Aquino.