Bloque 10. La segunda República. La Guerra Civil en un contexto de crisis internacional.
La instauración de la Segunda República
El periodo se inicia con el exilio de Alfonso XIII y la proclamación de la República en 1931. El Comité Republicano asumíó el poder y se convirtió en Gobierno provisional. Alcalá Zamora fue designado presidente del Gobierno, contando con personajes como Azaña y Largo Caballero. En Cataluña, Francesc Maciá proclamó el Estado catalán, pero tras unas negociaciones se sustituyó por una Generalitat, que tenía competencias sobre el gobierno municipal, obras públicas, orden público y universidad.
La Iglesia mantuvo una actitud prudente, sin embargo, el cardenal Pedro Segura, elaboró una dura pastoral donde defendía el régimen antiguo y la religión, por lo que fue expulsado del país. Ante la pasividad del Gobierno, muchísimos edificios fueron incendiados y con ello quedó cuestionada su credibilidad.
En Junio se celebraron las elecciones para Cortes, triunfando la izquierda y el centro. Las Cortes, presididas por Julián Besteiro, confirmaron su apoyo al Gobierno provisional y se creó una comisión para elaborar una nueva constitución. Establecida la separación de Iglesia y Estado, se prohibíó a las órdenes religiosas ejercer el comercio, la industria, la enseñanza, y su actividad debía ser fiscalizada por las autoridades. El presidente del gobierno, Alcalá Zamora, al ser católico y estar en contra de los artículos aprobados, dimitíó y fue sustituido por Manuel Azaña.
La constitución de 1931
España se convirtió en una república democrática, progresista, descentralizada y laica. Se establecíó la separación de Iglesia y Estado, el sufragio universal, también femenino y se creó un Tribunal de Garantías. La Constitución reconocía una serie de derechos sociales como los intereses colectivos que predominaban sobre los individuales, la igualdad laboral de los dos sexos o la reforma agraria. Se abría la posibilidad a nacionalizar los servicios públicos o la aprobación de estatutos regionales.
El poder legislativo recaía sobre una única cámara y el modelo parlamentario destacaba por el predominio de las Cortes ante el poder ejecutivo. El presidente era designado por seis años y sus poderes quedaron muy limitados.
La radical Clara Campoamor defendíó el sufragio femenino, mientras que la republicana Victoria Kent decidíó aplazar la cuestión. El debate concluyó con su aprobación. La constitución fue aprobada en 1931 por las Cortes. Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña formó gobierno.
El Bienio Progresista
La Segunda República eligió a Alcalá Zamora como presidente y a Azaña como presidente de Gobierno aliado con los socialistas. Mediante un reformismo acelerado, Azaña pensaba eliminar todo lo que impedía la moderación de España. Para ello realizó una serie de reformas:
Reforma Militar: Se redujo el número de mandos y unidades, se reformó la enseñanza militar, ganaron efectividad y operatividad. Se apartó a oficiales del servicio activo, donde se quería someter la fidelidad a la Segunda República, a esto se le llamó “desmoche”. Se clausuró la Academia General de Zaragoza, se anularon los ascensos por méritos de guerra y se prohibieron los tribunales de honor.
Debido al malestar en el ejército se produjo el Golpe de Estado del general Sanjurjo, que tomó el poder en Sevilla, pero el Gobierno, apoyado por el Ayuntamiento y los obreros sevillanos lo hicieron fracasar.
Reforma Religiosa: La relación entre la Iglesia y la República nunca fueron buenos pero los obispos la acataron. El descontrol contra la iglesia y el del propio gobierno, expresado en la constitución y la expulsión de los jesuitas, así como la aprobación del divorcio y la prohibición de la docencia a las órdenes provocaron una fractura importante.
Reforma Educativa: Las posibilidades de acceder a la educación eran solo para las clases altas. De esto se encargaban las órdenes religiosas. Para potenciar la enseñanza pública se crearon diversas escuelas y se mejoró la formación y el sueldo de los maestros. El interés por la educación dio a conocer este periodo como la República de los maestros.
Reforma Agraria: Fue la más importante y ocurríó por la mala distribución de la propiedad de las tierras en regiones como Andalucía, Extremadura o Castilla, donde unos pocos propietarios de latifundios tenían la mayor parte de las tierras mientras que los campesinos y jornaleros carecían de ella.
Se aprobó la Ley de Bases para la reforma agraria, que permitía expropiar las fincas que sobrepasaran una determinada extensión. Se creó el IRA, pero su aplicación se retrasó por la complejidad de la ley, los conflictos sociales y la resistencia de los propietarios.
Los estatutos regionales: La constitución abría un cauce legal a las aspiraciones autonomistas catalanas y de otras regiones. En Cataluña se redactó un proyecto de estatuto, que fue apoyado por Azaña y gracias al fracaso del Golpe de Estado se terminó aprobando.
La reforma social:
Las distintas reformas pretendía conseguir la mejora de las condiciones de vida pero el problema social era muy grave y las desigualdades muy llamativas.
Los anarquistas al darse cuenta que respetando las leyes no podían alcanzar sus objetivos, radicalizaron sus posturas. Los conflictos sociales y los brotes de violencia sucedieron en todo el país. El suceso más grave tuvo lugar en Casas Viejas, donde la dureza con la que actuó la policía puso a las fuerzas políticas contra el gobierno. Azaña tardó en aclarar los hechos, lo que provocó que las clases obreras y buena parte de la izquierda se alejaran del presidente.
Alcalá Zamora le retiró la confianza al gobierno de Azaña, porque la crisis ya estaba empezando a afectar al país y el radical Martínez Barrio presidíó el gobierno con el fin de preparar las elecciones.
Bienio Conservador
El diputado José María Gil Robles organizó la CEDA, reuníón política unida por el catolicismo y con propósitos anti-reformistas. Los monárquicos crearon Renovación española, encabezada por José Calvo Sotelo y Antonio Goicoechea mientras que José Antonio Primo de Rivera fundó Falange Española.
Las elecciones se celebraron en 1933 donde votaron por primera vez las mujeres. El electorado votó por la derecha y el centro, que ganó por el desgaste del gobierno de Azaña, la abstención anarquista, y el temor ante la conflictividad social.
El presidente Alcalá Zamora receloso de Gil Robles nombró a Alejandro Lerroux presidente de un gobierno apoyado por la derecha y centro. El nuevo gobierno concedíó la amnistía a los sublevados de la sanjurjada. La protesta por esta medida provocó la dimisión de Lerroux que fue sustituido por Ricardo Samper, que tuvo que hacer frente a duras huelgas. El malestar social y la derecha provocaron la radicalización de la izquierda.
Hubo una crisis gubernamental que terminó con el regreso de Lerroux y la inclusión de tres miembros de la CEDA en el gobierno. Esto fue considerado por la izquierda como una amenaza a la república.
Los socialistas se alzaron y declararon una huelga general revolucionaria en toda España. En Cataluña, Lluis Companys declaró el Estado catalán. La revolución fue sofocada al no tener apoyos y el estatuto de Autonomía quedó suspendido. La UGT y la CNT crearon la Alianza Obrera y ocuparon Oviedo y buena parte del Principado. El gobierno designó a Franco para acabar con la revolución, y gracias a su dureza el comité se rindió. Gil Robles promovíó una serie de nombramientos, donde destaca Franco como jefe del Estado Mayor Central.
Al estallar el asunto del estraperlo; referido a los juegos de azar en casinos, Lerroux dimitíó. Gil Robles reclamó el poder para la CEDA, pero Alcalá Zamora se negó, indignando al líder de derechas que amenazó con dar un Golpe de Estado. Portela Valladares accedíó a la presidencia del Gobierno para preparar elecciones geenrales.
El Frente Popular
La izquierda se organizó en un Frente Popular, con el objetivo de combatir el ascenso del fascismo. En su programa incluía la amnistía para los condenados y la reanudación de las reformas del bienio reformista. La CNT se mantuvo al margen pero no dieo consigna de abstenerse. La CEDA y el Bloque Nacional formaron una gran coalición.
Acabó triunfando el Frente Popular. Azaña constituyó un gobierno moderado de izquierdas, sin socialistas, provocando la destitución de Alcalá Zamora como presidente. Azaña eligió a casares Quiroga como Jefe de gobierno.
La inestabilidad social regresó al poco tiempo ya que la CNT exigíó una serie de medidas y los sectores más exaltados del anarquismo respondieron con huelgas, incendios de iglesias… El triunfo de la izquierda aceleró los preparativos de una conspiración militar. El teniente José del Castillo fue asesinado en Madrid y como represalia, sus compañeros asesinaron a José Calvo Sotelo. Estos sucesos provocaron el adelanto de la conspiración, que desencadenó en la Guerra Civil Española.