3El texto narra el proceso d transformación del ser humano en superhombre simbolizado mediante la fábula del camello, león y niño.EL SUPERHOMBRE:El ser humano ha sido un ser miserable,q menosprecia la vida,el goce d lo sensible,la voluntad d ser señor de sí mismo.Es una especie d animal defectuoso e inacabado,pues se encuentra en tránsito a medio camino entre la bestia y el superhombre,como un puente o estado intermedio entre ambos.
El proceso d transformación del ser humano en Superhombre queda simbolizado mediante tres estadios sucesivos:
1) Camello, sumiso y resignado animal d carga obediente a la voz de su amo.2) León,al rebelarse el camello contra su amo y derribarlo,convirtiéndose en dueño y señor d sí mismo y d su propio destino.3) Niño,pues al liberarse d las pesadas cargas q le oprimían,desarrolla su propia voluntad creadora d nuevos valores vitales,renaciendo en una nueva, libre y prometedora existencia.
En el Superhombre se manifiesta en toda su magnitud la voluntad de poder.Su moral es la del señor orgulloso,opuesta a la del esclavo humilde.El superhombre supera la moral tradicional,se libera d ella situándose más allá del bien y del mal,y desarrolla una nueva tabla d valores basados en el vitalismo y la voluntad d poder.
LA TRANSVALORACIÓN DE LOS VALORES:Frente a los valores decadentes que habían imperado en la moral occidental tradicional de carácter antinatural, Nietzsche propone su sustitución por una nueva moral basada en la exaltación de los valores vitales.
LA VOLUNTAD DE PODER Y EL ETERNO RETORNO:Nietzsche no define expresamente en qué consístela voluntad de poder, aunque alude a éste concepto con frecuencia. La voluntad de poder es voluntad de vivir y también la fuerza creadora interna de cada viviente que se manifiesta como instinto espontáneo, configurando un continuo devenir de lucha de fuerzas y energías contrarias.
Como consecuencia de la voluntad de poder, que afirma la vida con todas sus implicaciones, aparece en Nietzsche la teoría del eterno retorno.No solamente afirma los valores de esta vida, sino que establece el deseo de que se repita eternamente, en un desarrollo cíclico de la historia universal. El eterno retorno es la afirmación más extrema de la vida.
1F. Nietzsche (1844-1900) es el principal representante de la corriente denominada Vitalismo, en la cual también destaca Ortega y Gasset. El Vitalismo surge como una reacción contra el Racionalismo e idealismo que comenzó con Sócrates y Platón y había culminado en Hegel, y contra la absolutización de la ciencia llevada a cabo por el positivismo de Comte como única forma de entender el mundo. De aquí la exaltación de la vida y la crítica de los productos culturales como encubridores del verdadero ser del hombre.
2Comienza mencionando las tres transformaciones que realiza el espíritu: camello, león y niño. La primera es el camello, un animal que desea soportar cargas y se humilla. Corre con su carga hacia el desierto, al igual que el espíritu soporta su carga. Entonces ocurre la segunda transformación del espíritu, por la cual el camello se convierte en león y quiere conquistar su libertad, peleando para vencer al gran dragón, al que ya no considera su Dios y señor. El gran dragón es el “tú debes”, esto es, la moral tradicional.
El león es capaz de luchar pero no de crear nuevos valores, por eso debe producirse la tercera transformación, por la cual el león se convierte en niño, que olvida el pasado y comienza una nueva existencia.
4Algunas de las ideas fundamentales de la filosofía de Nietzsche tienen vigencia en la actualidad, como por ejemplo el Nihilismo, que está bastante extendido en amplios sectores de la sociedad como se manifiesta en:
La gran difusión que tiene el laicismo, con el consecuente abandono o incluso rechazo de la religión.
El descrédito de los políticos, que se traduce en el desapego hacia la política y el abstencionismo. En nuestro país la opción mayoritaria en las elecciones suele ser la abstención, ya que son más numerosos los que se abstienen de votar que los votantes del partido que se proclama vencedor.
El relativismo moral, que conduce al menosprecio e incluso al abandono de los valores éticos.
El instinto gregario que criticaba Nietzsche también persiste en la actualidad, como se manifiesta en:
La influencia de la omnipresente publicidad, que nos incita continuamente a consumir productos que muchas veces son innecesarios o superfluos.
La manipulación informativa que pueden llegar a realizar los medios de comunicación, de manera que parte de los ciudadanos son conducidos como un rebaño.
El surgimiento de nuevos ídolos a los que muchos ciudadanos les prestan adhesión de forma acrítica, como pueden ser los dirigentes de partidos políticos, las estrellas medíáticas, etc.
Por el contrario, hay otros aspectos de la crítica de Nietzsche a la cultura occidental que carecen de vigencia en la actualidad, como ocurre con el rechazo hacia la ciencia como modelo de conocimiento de la realidad, ya que actualmente la ciencia es universalmente considerada como el modelo de saber, y la técnica y tecnología presiden el desarrollo de la vida humana.