Teoría del Conocimiento de San Agustín: Fe, Razón e Iluminación

Teoría del Conocimiento de San Agustín

Influencias Filosóficas

San Agustín conoció el platonismo a través del Timeo (origen y formación del universo) y del Fedón (inmortalidad del alma y su afinidad con el mundo de las Ideas). También conoció las Enéadas del neoplatónico Plotino. En estas obras, encontró la firme convicción de la afinidad entre platonismo y cristianismo.

Fe y Razón en San Agustín

San Agustín no se limita al conocimiento racional, sino que apela a la fe como argumento. No trazó fronteras entre fe y razón, sino que pensó que ambas, conjunta y solidariamente, tienen como misión el esclarecimiento de la Verdad, que para él, como creyente, es la verdad cristiana.

Creer para Entender (crede ut intelligas)

Para San Agustín, la fe es necesaria para usar adecuadamente la razón. La admisión de los dogmas cristianos es condición para comprender a Dios y la creación. Por ello, consideraba la sabiduría de los filósofos paganos (Platón, Aristóteles) como una admirable ignorancia.

Entender para Creer (intellige ut credas)

La fe no debe ser ciega ni absurda; debe apoyarse en el discurso racional. Si este es correcto, necesariamente estará de acuerdo con la fe.

La Perspectiva Moderna

La postura de San Agustín puede resultar insatisfactoria para el hombre moderno, acostumbrado a dos ideas:

  1. La razón es autónoma.
  2. El conocimiento racional tiene límites que impiden la racionalización de los dogmas de la fe.

Origen de la Postura de San Agustín

La actitud de San Agustín ante la fe y la razón tiene su origen en:

La Unicidad de la Verdad

San Agustín creía en la unicidad de la verdad, identificada con el cristianismo. Criticó a los escépticos, argumentando que la afirmación de que no existe ninguna verdad es en sí misma una verdad. Si me engaño, existo; si dudo, no puedo dudar de que dudo. Estas son verdades ciertas, al igual que los principios de la lógica (identidad y no contradicción).

El Cristianismo y la Filosofía

El cristianismo se presentó con afirmaciones sobre Dios, el hombre y el mundo, algunas compatibles y otras incompatibles con las de los filósofos. Los polemistas anticristianos atacaban al cristianismo sin distinguir entre fe y razón. Los apologistas cristianos, a su vez, buscaban racionalizar la fe.

Tipos de Conocimiento

  1. Conocimiento Sensible:

    La sensación es un acto del alma, siendo los estímulos externos mera ocasión. Este conocimiento genera opinión, un juicio mudable y sin valor, como las cosas que conocemos a través de él.
  2. Conocimiento Racional Inferior (Ciencia):

    Logrado a través de la parte inferior del alma racional, vinculada a lo temporal. No procede de las cosas materiales, sino que el alma lo extrae de sí misma. Es el conocimiento de las matemáticas y la física.
  3. Conocimiento Racional Superior (Sabiduría):

    Logrado por la parte superior del alma, vinculada a lo trascendente: verdades éticas, religiosas y metafísicas. Es el conocimiento filosófico. Proviene de una iluminación divina. Los paganos, al no conocer el cristianismo, no alcanzaron esta iluminación.

Autotrascendimiento en el Conocimiento

El pensamiento de San Agustín parte de una llamada a la interiorización. La verdad reside en el hombre interior. La interiorización desencadena un proceso ascendente de autotrascendimiento:

  1. El hombre constata que su naturaleza es mutable, pero encuentra verdades inmutables en sí mismo, cuyo fundamento reside en la mente divina.
  2. El hombre intuye la verdad absoluta más allá de sí mismo a través de la iluminación divina.

Influencias en la Iluminación

  • Platonismo: El Bien ilumina las Ideas. San Agustín identifica el Bien platónico con Dios.
  • Neoplatonismo: Sitúa las Ideas en la mente divina y establece una jerarquía de lo real desde Dios a la materia. El alma humana tiene una parte superior, cercana a Dios, y una inferior, en contacto con el mundo sensible. Esta disposición explica el impulso humano hacia la trascendencia y la iluminación divina.

Saberes Útiles e Inútiles

Tomando como referencia la salvación del hombre, San Agustín considera provechosos los idiomas, las matemáticas, la historia, las ciencias naturales, la retórica y la filosofía (en el sentido de racionalizar la fe). Considera inútiles la astrología, la mántica, la literatura, el teatro y la poesía (como Platón, las considera fingimiento).