Teoría de las Ideas de Platón: Un Recorrido por la Filosofía del Mundo Inteligible

Teoría de las Ideas de Platón

Debe haber algo común a todos los actos valientes que pueda ser definido como el valor. A ese algo común le llama Platón Idea. Diálogos de madurez, en ellos se transforma radicalmente la teoría de las Ideas. Las ideas existen separadas de las cosas particulares. Son conceptos o representaciones mentales, existen real e independientemente. Existencia de dos mundos separados y distintos: mundo visible y mundo inteligible (Mito de la caverna). Cada idea es única, eterna e inmutable.

Ideas

El conocimiento sensible proporciona sensaciones y percepciones que son la base del conocimiento, pero no puede ser fuente de verdad. Para alcanzar la verdad, se tiene que liberar de todo lastre sensible, hasta alcanzar la contemplación del mundo de las Ideas. El verdadero ser de las cosas está en las ideas. La tarea de los filósofos es sacar a los hombres del mundo sensible de las apariencias y conducirlos hasta el verdadero ser de las cosas, al mundo de las Ideas.

Ideas: Bien, Belleza y Justicia

Tres: Bien, Belleza y Justicia. La idea superior a todas es la de Bien, da consistencia a todas las demás, es el ser por excelencia, de esta derivan: la belleza (vuelve bellas el mundo de las realidades físicas) y la justicia (armoniza las distintas partes del alma individual). En el buen conocimiento de estas tres ideas consiste la sabiduría.

El Conocimiento de las Ideas por Reminiscencia

Ni adquirimos las ideas por la razón, ni son resultados de pensamientos o reflexiones. Como el alma está encerrada en un cuerpo material y en contacto con realidades materiales espacio-temporales, solo puede tener recuerdos de las ideas que en su momento contempló directamente. A estos recuerdos Platón les llama anamnesis (conocimiento anterior a cualquier tipo de experiencia).

Dualismo Platónico y el Alma Humana

Dos intenciones muy concretas al presentar su teoría del alma: ética (tendencias instintivas) y gnoseología (justifica la posibilidad de un conocimiento de las ideas). Dualismo platónico: dos mundos (ideas y cosas), también lo es su concepción sobre el hombre (cuerpo y alma). Superioridad del mundo de las ideas. Alma y cuerpo forman una unidad accidental, precaria, en un sentido parecido a como afirmamos que un jinete está unido a su caballo. El cuerpo (cárcel del alma) es un lastre, crea deseos, temores… que lo alejan de la búsqueda de la verdad. Estorbo del que el alma tiene que liberarse, poco a poco tiene que purificarse para acceder a la contemplación de las ideas. El cuerpo inclina al alma a poseer cada vez más, a ser ambiciosa, placeres sensibles. Muy superior al cuerpo es la que es nuestro yo, es lo más auténtico del ser humano, el cuerpo al lado de ella es una sombra. El alma racional es una creación directa del Demiurgo, modelo de las ideas eternas. El alma obtuvo sus conocimientos mientras estuvo con el mundo de las ideas.

Partes del Alma

Platón habla de tres partes:

  • Racional: Está en el cerebro, es divina, mortal e inteligente. Se dedica al pensamiento y busca la contemplación de la verdad.
  • Irascible: Pasiones nobles, situada en el tórax, inseparable del cuerpo mortal.
  • Apetitiva: En el abdomen y mortal. De ella proceden las pasiones más bajas y los sentimientos innobles.

El alma no es inmortal por naturaleza, sino únicamente por la voluntad del Demiurgo que la formó.

La Anamnesis

El alma recuerda las ideas tenidas anteriormente y tiene muchas ideas no adquiridas por la experiencia. Esto indica que antes de unirse al cuerpo tuvo una preexistencia diferente. Lo natural es que pase de ese estado a la contemplación del mundo de las ideas. Solo se corrompe lo que está compuesto por partes, el alma es la única que conoce las ideas, hay que pensar que el alma también es simple, todo lo que es simple no puede corromperse, por lo tanto, se puede decir que es inmortal. Principio de movimiento: alma es vida, movimiento, no es movimiento que procede fuera del alma, sino de sí misma, por su propia naturaleza, por sí misma siempre está en movimiento, por lo tanto, es inmortal.

El Conocimiento como Recuerdo: El Mito de la Caverna

En el Menón se plantea que no podemos intentar buscar lo que ya se conoce porque sería inútil, no sabríamos a dónde ir. Conocer es recordar. Este conocimiento es posible por la afinidad existente entre naturaleza y alma. Las cosas imitan a las ideas. El conocimiento sensible sirve de ocasión para el recuerdo. Así, la multiplicidad de las sensaciones es reducida a la unidad de una sola cosa (idea) mediante el recuerdo.

Grados del Ser y Formas de Conocimiento

  • Opinión: Es el conocimiento de las cosas del mundo visible.
  • Ciencia: Solo puede ser conocimiento de las cosas del inteligible. Dentro de la opinión, un grado inferior sería la imaginación alimentada por los objetos sensibles que percibimos por los sentidos y por la creencia. Ninguna son formas de conocimiento.
  • Dianoia: Sería la razón deductiva de las matemáticas.
  • Noesis: Sería la inteligencia que presupone el verdadero conocimiento de las ideas.

El método matemático parte de una hipótesis y saca conclusiones. La dialéctica: las hipótesis son peldaños en los que se apoya para llegar a un principio hipotético. Platón estaba convencido de que en la dialéctica no se recurre para nada a imágenes. El mundo de las ideas se ha jerarquizado y la idea suprema es el Bien, hace inteligibles a las demás ideas. Llegado a la cima, el dialéctico emprende el camino inverso, desciende desde la idea suprema, recorriendo en el trayecto todas las demás. El mito de la caverna: en este texto Platón muestra que hay continuidad entre los grados del conocimiento en su correspondencia con su visión jerárquica de la realidad. La educación consiste en el ascenso a través de las diversas formas de conocimiento. Platón no llega a decir cómo se conocen las ideas, solo dice que el alma tiene capacidad para ello. Las matemáticas son las que más ayudan a dar el empujón hacia regiones superiores, no arrancan del mundo del devenir y nos introducen en la contemplación de los objetos inteligibles. No es tarea del matemático, sino del filósofo.