Contexto Sociohistórico y Cultural de la Novela Española desde 1970

La década de los 70 en España estuvo marcada por la muerte del dictador Francisco Franco (1975) y la designación de Juan Carlos I como rey. Este período inició una transición hacia la democracia, culminando con las primeras elecciones democráticas en 1977 y la promulgación de la Constitución en 1978. La Constitución garantizó las libertades fundamentales, estableció el régimen de autonomías, suprimió la censura, desvinculó al gobierno de la tutela religiosa y separó al ejército del poder civil.

La entrada de España en la OTAN (1982) y en la Comunidad Económica Europea (1986) normalizó las relaciones internacionales del país. España se consolidó como una democracia plena y se acercó a los países europeos más desarrollados, gracias, en parte, a las ayudas económicas recibidas de Europa.

La crisis económica mundial de 2008 reveló carencias estructurales en el sistema productivo español, aumentando el desempleo y la desigualdad social. A esto se sumó la pandemia de COVID-19. Aunque hay signos de superación de ambas crisis, persisten el desencanto y la preocupación por la corrupción política, además del problema territorial desencadenado por la crisis en Cataluña.

España también ha tenido que convivir con el terrorismo: primero con ETA (ya desaparecida) y, más recientemente, con la amenaza del fundamentalismo islámico tras los atentados del 11 de marzo de 2004.

Culturalmente, el fin del siglo XX y los primeros años del siglo XXI se caracterizan por la desaparición casi total del analfabetismo y la extensión de la educación obligatoria hasta los 16 años. La cultura se ha democratizado, estando al alcance de todos, aunque a veces se mueve más por factores económicos que artísticos. La irrupción de internet y de plataformas de *streaming* ha diversificado la difusión de las creaciones culturales y ha convertido a lectores y espectadores en productores de contenido.

La Novela Española desde la Democracia: Tendencias y Características

Con la llegada de la democracia, el panorama de la narrativa española se diversifica. Se pueden señalar tres constantes en la novela actual:

• Recuperación de la historia: Tras el experimentalismo, se vuelve a dar importancia a la trama, con personajes y ambientes bien construidos.
• Nuevo realismo: Los novelistas reflejan sus inquietudes personales y escriben sobre el ser humano, los valores de la sociedad e incluso sobre sí mismos, rompiendo a veces la barrera entre realidad y ficción.
• La novela como bien de consumo: La abundancia de premios literarios, una forma de narrar más sencilla, la publicidad y la venta de libros en grandes superficies han incrementado el número de autores y obras, con *best sellers* que venden millones de ejemplares. Esto condiciona la forma de escribir, adaptada a los gustos del lector.
• Variedad de subgéneros: Coexisten novelas de todo tipo, incluyendo subgéneros antes considerados menores (novela policíaca, de terror, romántica, histórica, de memorias, etc.).

El panorama actual es plural, con tendencias y autores de clara orientación individualista, sin la conciencia de grupo de períodos anteriores. Se pueden reconocer hasta seis promociones de novelistas:

• Generación del 36: Autores que inician su carrera en la posguerra y se mantienen activos hasta mediados de los noventa (Miguel Delibes, *El hereje*; José Luis Sampedro, *La vieja sirena*).
• Generación del 50: Escritores consolidados con la llegada de la democracia (Juan Marsé, *El amante bilingüe*; Ana María Matute, *Olvidado rey Gudú*).
• Generación del 68: Empiezan a despuntar en los primeros años de la democracia (Eduardo Mendoza, *La verdad sobre el caso Savolta*; Luis Mateo Díez, *La fuente de la edad*).
• Generación de 1975: Llegan a la edad adulta con la consolidación de la democracia (Almudena Grandes, *Los pacientes del doctor García*; Fernando Aramburu, *Patria*).
• Generación de los noventa: Autores nacidos entre 1965 y 1975 que desarrollan su obra en el nuevo siglo (Lorenzo Silva, *El alquimista impaciente*; Isaac Rosa, *La habitación oscura*).
• Millennials: Escritores nacidos a partir de los 80, con gran presencia en internet y redes sociales (Juan Gómez Bárcena, *Lo demás es aire*; Cristina Morales, *Lectura fácil*).

La Novela en los Años 70: Experimentación y Retorno a la Tradición

Denominada por algunos críticos como “Generación de 1968”, los escritores de este grupo, influenciados por la literatura extranjera, buscaron nuevas formas de narrar, avanzando en la experimentación y alejándose, brevemente, del realismo. Un ejemplo es Luis Goytisolo, con su tetralogía *Antagonía*, una especie de metanovela. Sin embargo, la publicación de *La verdad sobre el caso Savolta* (1975), de Eduardo Mendoza, marcó un punto de inflexión al recuperar personajes y un argumento definidos. Se moderó la experimentación y se observaron estas características:

• Retorno a ciertos aspectos de la novela tradicional (contar historias).
• Recuperación de géneros marginales (fantástico, ciencia-ficción, aventuras), como Manuel Vázquez Montalbán con el género policíaco (*Los mares del sur*).
• Predominio del tema del desencanto y retorno a preocupaciones existenciales y sentimientos íntimos, desde diversas posturas (irónicas, lúdicas…). Ejemplo de ello es Francisco Umbral, con obras de difícil clasificación como *Mortal y rosa* o *Trilogía de Madrid*.

La Novela de Intriga y Suspense

Es uno de los géneros con más lectores. *La verdad sobre el caso Savolta*, de Eduardo Mendoza (1975), marca el inicio de esta etapa narrativa. Otros autores importantes son Manuel Vázquez Montalbán, creador del detective Pepe Carvalho (*La rosa de Alejandrías*); Alicia Giménez Barlett, con la inspectora Petra Delicado (*Ritos de muerte*); Lorenzo Silva, con la pareja de guardias civiles Bevilacqua y Chamorro (*El alquimista impaciente*); y Dolores Redondo, autora de novela negra de gran éxito (*Trilogía del Baztán*).

La Novela Histórica

Este subgénero goza de gran éxito editorial. Las novelas se ambientan en diversas épocas: la antigua Roma (*Roma soy yo*, de Santiago Posteguillo), el Siglo de Oro (*El capitán Alatriste*, de Arturo Pérez Reverte) o la Guerra Civil y la posguerra (*Episodios de una guerra interminable*, serie incompleta de Almudena Grandes). Estas novelas suelen tener una lectura en clave de presente, ayudando a entender mejor el comportamiento humano.

La Novela de Memorias (Autoficción)

El género memorialístico, o autoficción, es muy importante en la literatura actual. El narrador, que suele coincidir con el autor, recrea vivencias personales añadiendo elementos ficticios. Destacan Andrés Trapiello (*Salón de pasos perdidos*) y Juan Manuel Gil (*Trigo limpio*), quien mezcla recuerdos con el proceso creador de la novela (metanovela). *La arboleda perdida*, de Rafael Alberti, es otro ejemplo destacado.

Rasgos de la Novela de Memorias

• Combina vivencias personales y elementos ficticios (rompe con las barreras tradicionales del género).
• Tiene su inicio en los libros de diarios y memorias.
• Introspección en personajes con un mundo interior complejo.
• Protagonistas vulnerables que realizan reflexiones existenciales.
• Mezcla con otros subgéneros: metanovela, novela reflexiva, novela de testimonio…

La Novela de Testimonio (Neorrealista)

Tiene carácter costumbrista, ambientándose en la historia reciente de España, cercana a la vida del narrador. Muestra compromiso y carácter crítico, cuestionando conductas y modelos morales de la sociedad (novela neorrealista). Destacan Rafael Chirbes (*En la orilla*), que expone las consecuencias de la crisis económica, y Fernando Aramburu (*Patria*), que muestra las heridas del terrorismo en la sociedad vasca.

Otras Tendencias en la Novela Española Actual

La novela actual ofrece gran diversidad de temas y formas. Además de los subgéneros ya mencionados, existen:

• Novela poemática o lírica: Combina elementos de la narración con la expresión íntima y emotiva de la poesía (Julio Llamazares, *La lluvia amarilla*).
• Novela reflexiva: La narración compite con el pensamiento, las descripciones minuciosas y las digresiones filosóficas (Javier Marías, *Corazón tan blanco*).
• Novela gráfica: Heredera del cómic y los álbumes de historietas. Desarrolla una historia extensa mediante la imagen y técnicas narrativas propias de la novela (Paco Roca, *La casa*).