Ante este hecho, los intelectuales abogan por una reforma general. La literatura, en concreto, opta por dos caminos dentro del denominador común del inconformismo y del deseo de cambio literario:
Modernismo, que se inclina por la evasión temática y la preocupación por la forma y la generación del 98, que plasma su preocupación por España con un estilo mucho más sencillo. Estos dos movimientos convivirán y tendrán su apogeo en las dos primeras décadas del siglo.
Modernismo:
El Modernismo es un movimiento cultural y literario que se introdujo en España de la mano de Rubén Darío, que lo importó desde Latinoamérica, y que supuso una renovación total de la literatura, sobre todo de la poesía. Tuvo una influencia enorme en los autores de principios de siglo.
La poesía modernista, género que más se adecúa al talante modernista, tiene sus fuentes en la poesía ROMántica (tono intimista, simbolista y sentimental) y en la poesía francesa, de la que serán de suma importancia las aportaciones del parnasianismo (se busca la perfección formal) y el simbolismo (se hacen presentes los estados de ánimo del autor a través de la interpretación simbólica de la realidad circundante.)
Rescatará temas de Romanticismo como son los de línea escapista a lugares exóticos y exquisitos, a paraísos artificiales y épocas pasadas pues el descontento con el mundo no les mueve al cambio sino a la huida. El cosmopolitismo, que concibe al autor como ciudadano del mundo, va unido a la evasión ya que busca lo diferente. También una línea íntima cargada de sensualidad, erotismo, melancolía o hastío, que permite traducir el malestar del poeta con lo que le rodea.
Debido a todo lo dicho anteriormente se desarrolla un estilo con el fin de conseguir la ansiada belleza mediante la musicalidad y el colorido: una métrica innovadora con ritmos muy marcados, con versos de arte mayor, estrofas nuevas, pies acentuales; un léxico muy rico que evoca lo lujoso, exquisito o exótico para crear sonoridad y crear imágenes brillantes que se relacionan con lo sensorial, con abundantes figuras retóricas como las aliteraciones y las sinestesias
Los poetas fundamentales son: Rubén Darío, con Prosas profanas y Azul, se convierte en el modelo de los poetas de esta época, Antonio Machado seguiría la estela de Darío en su primer libro, Soledades, galerías y otros poemas, en el que se reflejan sentimientos universales o Juan Ramón Jiménez con Arias tristes, en la que se muestran también los sentimientos del poeta envueltos de melancolía.
En prosa destacan Las Sonatas de Valle-Inclán. Son cuatro y se caracterizan por una prosa modernista tendente al esteticismo y a la sensualidad cuyos temas principales son el amor y la muerte. El teatro poético es un teatro innovador que se desarrolla influido por el Modernismo y caracterizado por sus temas históricos y conservadores. Destacan los hermanos Machado, La Lola se va a los puertos.
GENERACIÓN DEL 98:
La generación del 98 supone una reacción contra el Realismo y el Naturalismo anteriores que se junta con una voluntad de innovación tanto en los temas como en las formas narrativas.
Surge como consecuencia de la crisis moral, política y económica en España a finales del Siglo XIX y el agotamiento de las formas narrativas decimonónicas.
Esto hace que el grupodel98 busque la esencia de España y sudestinoylareflexiónsobre el hombre. Con raíces comunes más radicales en lo político (izquierdas) y marcados por corrientes filosóficas irracionalistas (“Dios ha muerto”, de Nietzsche, el dolor y el sufrimiento humano de Kierkegaard y Schopenhauer) y por corrientes existencialistas y metafísicas (sentido de la vida, fe …), esta generación ve en la novela el cauce para analizar los problemas de España y aportar soluciones desde una perspectiva idealista.
La novela será, por tanto, el instrumento adecuado para sus propósitos. Será una novela abierta (se combinará la parte narrativa con las reflexiones del autor y sin un final claro para provocar la reflexión del lector), Se centrará en el tema de España, a la cual hay que regenerar a partir de sus raíces y de la educación, también en el paisaje de Castilla (donde se busca la esencia y modelo de España), la intrahistoria (vida de las personas anónimas) y el tema existencial, que abarca la preocupación por los temas relacionados con el sentido de la vida y la muerte.
Debido a estos temas el estilo narrativo que se desarrollará se caracterizará por la sencillez y la claridad, presencia de un estilo personal por parte de cada autor, el alejamiento de la técnica de la etapa realista, el empeño por expresar las emociones y opiniones por parte del autor (subjetivismo), el autor está omnipresente mediante el narrador, sobriedad, escasez de recursos, léxico valorativo y preferencia de relatos cortos con frecuentes finales abiertos.
Autores: como Miguel de Unamuno, en Niebla, en la que refleja mejor las carácterísticas temáticas y formales de sus nivolas, como él las llamaba, y San Manuel bueno mártir, en la que trata el recurrente tema de de la fe; Azorín, La voluntad,
viene a decirnos que España comenzaría a recuperarse con un ejercicio de voluntad colectivo; Pío Baroja critica la sociedad a la que achaca una conducta hipócrita, injusta y aburguesada desde un pesimismo y escepticismo en obras de la talla de El árbol de la ciencia y La busca; Valle-Inclán, El ruedo ibérico, trilogía de tema histórico.
El teatro renovador del 98 se consiguió gracias a la elevación del nivel literario del teatro español que se convirtió en un teatro comercial, adaptado a los gustos de la mayoría del público pero que no consiguió dejar grandes obras. Destacan Fedra, de Unamuno; Lo invisible, de Azorín
El esperpento de Valle-Inclán, género creado por el propio autor, basado en la deformación sistemática de personajes y valores con la que ofrece una denuncia de la sociedad literaria dejará obras teatrales de gran calidad como Luces de Bohemia .
En poesía sobresale Antonio Machada con Campos de Castilla en la que el autor expresa sus preocupaciones noventaychosistas sobre los males de España inspirado en las tierras y gentes de Castilla.