Teatro y Narrativa en España en el Primer Tercio del Siglo XX

Teatro en España en el Primer Tercio del Siglo XX

Corrientes Tradicionales

1. El Drama Romántico (Teatro Poético)

Continuación del teatro decimonónico de Echegaray, sin alcanzar la altura poética del modernismo. Temas históricos o fantásticos. Destacan:

  • Eduardo Marquina (En Flandes se ha puesto el sol)
  • Francisca Villaespesa (Aben-Humeya)
  • Los Hermanos Machado (Las Adelfas)

2. La Comedia Burguesa

Ambientes de alta burguesía, tratados con ironía. La mejor obra es Los Intereses Creados (1907) de Jacinto Benavente, quien tuvo mucha aceptación hasta la Guerra Civil.

3. El Teatro Cómico

Con música, canto y baile. Representado por Carlos Arniches, quien cultiva el sainete de costumbres populares (El Santo de la Isidra, El Amigo Melquiades) y la tragedia grotesca (La Señorita de Trevélez, 1916). Pedro Muñoz Seca, creador del astracán, género basado en el disparate cómico (La Venganza de Don Mendo, Los Extremeños se Tocan, 1926). Los Hermanos Álvarez Quintero (Serafín y Joaquín) contribuyeron a crear la imagen estereotipada de Andalucía.

El Teatro Renovador

En Cataluña, Adrià Gual crea el Teatro Íntimo en 1898 y más tarde “La Escola d’Art Dramàtic” (1913-1934). Otros autores del 98 también renuevan:

  • Unamuno: Teatro desnudo, con pocos personajes y densos diálogos (Fedra, 1910; El Otro, 1926).
  • Azorín: Teatro antirrealista, incluyendo lo subconsciente y lo fantástico. Diálogo natural e iluminación para tratar la felicidad, el tiempo y la muerte. Trilogía Lo Invisible (1928).
  • Jacinto Grau: Recupera temas literarios y mitos clásicos. Éxito fuera de España con El Señor de Pigmalión (1921).

Pero la renovación está representada por Lorca y Valle-Inclán.

Ramón María del Valle-Inclán

Teatro en libertad, para ser leído más que representado. Empieza con los dramas del ciclo mítico y sigue con las farsas. Las míticas son obras de sexo, poder, avaricia y miedo (Trilogía de las Comedias Bárbaras y Divinas Palabras, 1920). Ambiente cruel y elementos mágicos. En las farsas rompe con la realidad, introduce técnicas cinematográficas y hace parodias (La Reina Castiza, 1920). El esperpento, con cuatro obras: Luces de Bohemia, Martes de Carnaval, Los Cuernos de Don Friolera y La Hija del Capitán. Deformación sistemática de la realidad a través de caricaturas cómicas y macabras. Luces de Bohemia narra el viaje de Max Estrella.

Federico García Lorca

Teatro total, donde importa la poetización del lenguaje, el color, la iluminación, etc. Lorca pretendía popularizar el teatro. Su teatro está presidido por la lucha entre el principio de autoridad y el principio de libertad. Su obra se clasifica en tres bloques:

  • Las farsas (Tragicomedia de Don Cristóbal y la Señá Rosita, Retablillo de Don Cristóbal): Problemas matrimoniales.
  • El surrealista (Así que pasen cinco años, El Público): Desdoblamiento de la personalidad. El Público defiende la realización del deseo homosexual.
  • Las tragedias (Bodas de Sangre, Yerma, La Casa de Bernarda Alba): Mujeres que reprimen su amor y sexualidad.

Narrativa en España en el Primer Tercio del Siglo XX

Cada década está marcada por circunstancias histórico-políticas y socio-culturales. En los 40 destaca la novela existencial; en los 50, el realismo social; en los 60, la novela experimental.

Los Años 40: La Novela Existencial

Años difíciles de posguerra y dictadura. Novela de los vencedores, algunos escritores encuentran un enfoque existencial. En 1942, Cela escribe La Familia de Pascual Duarte, inaugurando el tremendismo. Drama rural y tremendismo de Baroja. En 1945, Carmen Laforet escribe Nada. En 1947, Delibes gana el Premio Nadal por La Sombra del Ciprés es Alargada. Temas: soledad, frustración, muerte. Personajes violentos, espacios cerrados. Narración en primera persona y monólogo.

Los Años 50: El Realismo Social

Apertura al exterior, protestas universitarias y obreras. La novela social como instrumento de denuncia. Antecedentes: realismo, costumbrismo, Generación del 98, neorrealismo italiano.

Dos Tendencias:

  • Objetivismo: Refleja la realidad sin comentarios (El Jarama, 1955, de Rafael Sánchez Ferlosio).
  • Realismo crítico: Crítica explícita (Central Eléctrica de López Pacheco, La Piqueta de Antonio Ferres, La Zanja de Alfonso Grosso).

Prima el personaje colectivo, lenguaje claro y sencillo, diálogos en estilo directo, estructura sencilla, narración lineal, situaciones cotidianas, espacios y tiempos reducidos. La Colmena de Cela (1951), Industrias y Andanzas de Alfanhuí de Sánchez Ferlosio, El Camino de Delibes (1950). En el exilio: Réquiem por un Campesino Español de Ramón J. Sender (1953), Max Aub (Guerra Civil), Arturo Barea (La Forja de un Rebelde).

Los Años 60: La Novela Experimental

Desarrollo económico, turismo y emigración. Desgaste de la novela social. En 1962 aparece Tiempos de Silencio de Luis Martín-Santos. Novedades: enfoque existencial en clases desfavorecidas, estructura en secuencias, ruptura temporal, punto de vista múltiple, estilo indirecto libre, segunda persona, lenguaje culto y experimental. Otros autores: Juan Benet (Volverás a Región), Juan Marsé (Últimas Tardes con Teresa), Miguel Delibes (Cinco Horas con Mario), Juan Goytisolo (Señas de Identidad).