Teatro Español de Posguerra (1939-1975): Evolución y Contexto

Contexto Histórico y Cultural

Tras la Guerra Civil, se instauró en España un régimen autoritario bajo el mandato del general Francisco Franco, que duró hasta su fallecimiento en 1975. Se pueden distinguir cuatro periodos:

  • Reconstrucción nacional (1939-1942): España se alinea con Alemania e Italia al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
  • Aislamiento internacional (1943-1952): Como consecuencia de esos apoyos, España es expulsada de las Naciones Unidas. Sin embargo, durante la Guerra Fría, Estados Unidos la comienza a ver como una aliada frente al avance del comunismo y la apoya con un crédito.
  • Apertura al exterior (1953-1965): España firma el Concordato con la Santa Sede y los acuerdos con Estados Unidos. En 1955 reingresa en la ONU.
  • Desarrollo económico y modernización (1966-1975): A partir de los años sesenta se da un gran despegue económico y turístico. Franco comienza a preparar su sucesión en la persona del príncipe don Juan Carlos.

Desde el punto de vista literario, este periodo tiene unos rasgos muy particulares:

  • Ruptura con las tendencias literarias previas.
  • Exilio de numerosos escritores.
  • Censura frente a las críticas políticas, morales o religiosas, sobre todo en el teatro, por su influencia sobre los ciudadanos.
  • Aislamiento de los movimientos literarios occidentales, al menos hasta los años sesenta.
  • Centralismo cultural: se prohíbe el uso público y literario de las lenguas peninsulares no castellanas.

Al acabar la Guerra Civil, habían muerto los dos dramaturgos más importantes del primer tercio de siglo: Valle-Inclán y García Lorca; otros marcharon al exilio; y escritores que desde otros géneros literarios habían desembarcado con éxito en la escena, como Pedro Salinas y Rafael Alberti, también se exiliaron. Como consecuencia de ello, la escena española inicia un proceso de recuperación, vigilada de cerca por la censura, que siempre ha ocupado con especial celo el fenómeno teatral por su singular capacidad comunicativa.

El teatro del exilio

Aunque el teatro del exilio tiene en común el tema del recuerdo de España, se pueden distinguir cuatro corrientes principales:

  • Teatro político: Denuncia la tiranía. Su principal representante es Rafael Alberti, con Noche de guerra en el Museo del Prado.
  • Teatro realista: Con un cierto grado de compromiso social, ya que denuncia la persecución de los intelectuales o de los judíos en la Alemania nazi (en San Juan, de Max Aub, quien tematiza su experiencia de la Guerra).
  • Teatro existencialista: Trata temas como la felicidad, el amor, la muerte… Pedro Salinas es su representante.
  • Teatro simbolista: Cuyo representante es Alejandro Casona, renovador del teatro con obras como Nuestra Natacha.

El Drama Burgués

Bajo la influencia de Benavente, se da un teatro de evasión, afín al Régimen. Es un teatro bien elaborado, en sus tramas y en sus diálogos. Sus temas costumbristas encierran una lección moral (el tema del adulterio y la infidelidad es persistente), con un final feliz y con personajes de la burguesía en espacios elegantes. Entre los autores de este teatro destacan José María Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena o Joaquín Calvo Sotelo (con La muralla).

Teatro del Humor

También contribuye a alejar las preocupaciones sobre la realidad, en el caso de Alfonso Paso, que enlaza intriga, situaciones sorprendentes y manejo del diálogo en obras como Usted puede ser un asesino. Otros autores, como Enrique Jardiel Poncela, escriben un teatro cómico innovador que encadena situaciones inverosímiles y humor intelectual, precursor del teatro del absurdo en Eloísa está debajo de un almendro, o Los ladrones somos gente honrada; por su parte, Miguel Mihura, que ya había iniciado la renovación del teatro con Tres sombreros de copa, además edita revistas como La codorniz, cuna del mejor humor español.

Miguel Mihura

Nació en Madrid en 1905 y murió en 1977. Se dedicó al dibujo de historietas cómicas y fundó La codorniz, revista en la que colaboraron todos los grandes humoristas del siglo XX. Aunque escrita en 1932, estrena en 1952 Tres sombreros de copa, obra que rompe con el teatro cómico anterior por medio del humor trágico, la ironía de los valores sociales y el ridículo. El tema de la libertad aparece en obras como Sublime decisión (emancipación de la mujer) o en obras que caricaturizan la vida española, como Ninette y un señor de Murcia.

Teatro Realista y Comprometido

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