El arte estaba al servicio de la religión y el Estado.
No pretendían crear belleza.
Las obras no se creaban para ser contempladas, sino para acompañar al difunto (le daban mucha importancia a la muerte, a la vida del más allá y al culto a los dioses).
Perseguían la perfección (estaban sujetos a unas leyes).
Eran politeístas.
Las manifestaciones artísticas más importantes son las arquitectónicas (templos y tumbas).