Un imperio multiétnico
El imperio zarista era un conglomerado de pueblos, lenguas y religiones controlado por un grupo predominante, el ruso. La autoridad zarista impuso una política de centralización administrativa y de rusificación, es decir, de asimilación forzosa de la cultura rusa oficial. Esta postura cristalizó en la obligatoriedad de hablar y escribir la lengua rusa, o de profesar de manera forzosa la religión ortodoxa. Tales imposiciones aumentaron el descontento en muchas zonas, Sigue leyendo