instintiva y pasional. El hombre dionisíaco vive en armónía con la naturaleza. En Dioniso se da una tensión entre opuestos: es símbolo de la fraternal uníón de vida y muerte. El actor se ve arrebatado por la dignidad de aquello que representa: es él y, sin embargo, otro. Lo ha rozado la locura del Dios frenético, el espíritu del ser de dos caras que habita en la máscara. Es manifestación del incesante devenir, fuente de vida, y simboliza el eterno retorno de todas las cosas. /Por el Sigue leyendo