La crisis de 1898 favorecíó la aparición de movimientos que criticaban la Restauración, su Carácter oligárquico y las prácticas caciquiles. El “Regeneracionismo”1 de Joaquín Costa, Con su lema “despensa y escuela”, propugnaba la necesidad de dejar atrás los mitos del Pasado glorioso, modernizar la economía y la sociedad y alfabetizar a la población. A estas críticas y preocupación por España se uníó la llamada generación del 98 (Unamuno, Valle-Inclán, Machado, Baroja, Azorín…) Sigue leyendo