El partido clandestino que tenía más implantación en el interior de España era el PCE, a través de su sindicato CCOO. El hecho más relevante protagonizado por las distintas fuerzas de la oposición (excepto el PCE, al que no se le invitó), fue el Congreso de Múnich (1962), que reunió tanto a grupos del interior como del exterior y donde llegaron a un acuerdo sobre los cambios políticos imprescindibles en España para solicitar y conseguir su entrada en el entonces llamado Mercado Común Sigue leyendo