Dado que la cultura europea ha llegado a su decadencia total, Nietzsche considera que la tarea del filósofo deberá consistir en liberar al hombre de todos esos valores ficticios y decadentes tradicionales, devolviéndole el derecho a la vida.
Al dar “muerte a Dios” se pierde el sentido de orientación de nuestra existencia. Y esta parte de negativa exige, dialécticamente hablando, otra positiva: esto es, se trata de negar para afirmar, de destruir para crear, de aniquilar para producir. Como Sigue leyendo