La producción agrícola aporta entre el 60 y el 65% de la producción final agraria española. Algunas comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja y Canarias, superan claramente este porcentaje. Las transformaciones experimentadas por los distintos tipos de cultivos se han debido, en buena parte, a la necesidad de competir en el mercado europeo y mundial y a las exigencias de la PAC (Política Agraria Comunitaria). Esta ha impuesto cuotas de producción Sigue leyendo