Después de la guerra, las organizaciones políticas y sindicales quedaron reducidas a la mínima expresión. El exilio y la represión espliquen este hecho. El desarrollo de la segunda Guerra Mundial y la dureza de las condiciones de vida de la posguerra favorecieron la aparición de las primeras fórmulas de oposición al franquismo. La oposición interior se limitó a la acción descoordinada de núcleos de guerrilleros en áreas montañosas, los maquis, integrados Sigue leyendo →