Jean-Jacques Rousseau, exaltó el individualismo, el sentimiento, la originalidad, la comunión con la naturaleza.
Edward Young, autor de Pensamientos nocturnos, puso de moda en Europa la literatura de cementerio (centrada en la noche, la meditación fúnebre, el espacio sepulcral).
José Cadalso la imitó en sus Noches lúgubres
Horace Walpole creó la primera novela gótica, El castillo de Otranto, con ambientación medieval, espacios sombríos e historias de terror.