El gobierno de Castro se caracterizó por ser más corrupto y duro que el gobierno anterior.
Encarceló a los banqueros que se negaron a prestarle dinero al gobierno.
Enfrentó la “Revolución Libertadora”, que fue la última guerra civil de Venezuela, encabezada por el banquero y general Manuel Matos, apoyado por caudillos del país y por otros banqueros y compañías extranjeras, saliendo victorioso Castro.