Europa buscaba una ruta marítima para comerciar con Asía, sobre todo por las especias. Portugal y Castilla eran los Estados más dinámicos. Castilla apostó por un navegante que pretendía dirigirse hacia el oeste atravesando el Atlántico, lo que supónía alejarse de la costa sin muchas referencias. Portugal rechazó la propuesta porque ya había explorado gran parte del Atlántico y confiaba en encontrar un paso hacia las Indias por el sur y por respetar el Tratado de Alcacovas que le impedía Sigue leyendo