Según Juan Ramón Jiménez, la poesía es fundamentalmente belleza; importa la estética, la forma. Cree que su poesía es fuente de conocimiento, que permite conocer el mundo y la esencia de las cosas. Además, la concibe como expresión de un ansia de eternidad, entendida como posesión inacabable de la Belleza y la Verdad.
De ahí su preocupación por la fugacidad de las cosas; su especial idea de Dios, a quien identifica con la naturaleza, la Belleza absoluta o la propia conciencia creadora. Sigue leyendo