DOÑA DOLORES:
Pues a mí me tiene muy preocupada, de verdad. Una incautación, al fin y al cabo, es una incautación. Es quedarse con lo que es de otros.
DOÑA MARCELA:
Pero, mujer, si eso ahora es el pan de cada día.
DOÑA ANTONIA:
Además, lo hicieron con buen fin: para que la gente tuviera trabajo.
Sí, y para que a Madrid llegaran los suministros. Eso sí es verdad. Porque las Bodegas estaban empantanadas… Pero a mí, cuando me lo dijo, me dio mucho miedo. Le dije que por qué no esperaban a que Sigue leyendo