Sociedad y cultura:
Sociedad marcada por la herencia de la Revolución francesa (1789) y la industrialización. Ambos condicionan el pensamiento político y la configuración social. En la primera mitad del siglo, el romanticismo se caracteriza por los enfrentamientos entre el absolutismo y el liberalismo, gracias a que la burguesía aumenta su poder económico y político y, por otro lado, a la política expansiva de Napoleón. En la segunda mitad, se da paso al realismo y naturalismo, que se caracterizan por el crecimiento de la industrialización.
Estética:
Romanticismo => individualismo (el romántico se rebela contra todo lo que se opone a su yo personal), rechazo a la realidad (los límites del mundo producen sentimientos de frustración y evasión o rebeldía), defensa de la libertad (base del pensamiento romántico, ya sea en lo social, político o artístico), naturaleza (la naturaleza se adapta al estado de ánimo del autor) y nacionalismo (los románticos valoran los rasgos peculiares de su país).
Espronceda: romántico liberal exaltado, su poesía es un apasionado canto a la libertad, con un estilo brillante, musical y efectista.
Obra:
Es poeta, aunque también escribió novelas históricas y obras de teatro. Su formación literaria se hace patente en poemas juveniles como ‘Pelayo’, que trata sobre la conquista de España por los moros. En el exilio conoció el romanticismo inglés, y en sus poemas se nota esta influencia. Su poesía se desarrolla a su regreso a Madrid, donde crea composiciones líricas más personales y exaltadas. Sus poemas tratan sobre marginados sociales (el mendigo, el verdugo…). También se lamenta por la juventud perdida o expresa ideales políticos o sociales. Sus obras más importantes son ‘El estudiante de Salamanca’ y ‘El diablo del mundo’.
Estilo:
En general, es grandilocuente y enfático. Sus imágenes están llenas de violentos contrastes y hay frecuentes cambios métricos, lo que le da a su poesía un gran poder de evocación y musicalidad.
Romanticismo tardío:
La lírica intimista romántica alcanza su culminación. Se inclina por la lírica introspectiva y sencilla.
Bécquer:
Su obra poética abre las puertas de la poesía contemporánea por su intimismo, pureza, sensibilidad y autenticidad. Se aleja de la lírica efectista romántica e se inspira en la lírica romántica alemana y en las canciones populares andaluzas.
Obra:
Destaca en la poesía lírica (rimas), pero también escribió prosa de calidad (leyendas). Sus leyendas son narraciones fantásticas ambientadas en la Edad Media. Expresa sentimientos y emociones íntimas mediante una prosa lírica.
Rimas:
Es una poesía intensa y emotiva, con un estilo que busca la perfección formal a través de la sencillez. Su obra poética es breve, ya que después de su muerte, sus amigos poetas editaron sus poemas bajo el nombre de ‘Rimas’. En general, utiliza el verso asonante y tiene estrofas variadas. Su tono es intimista y emotivo, y su poesía nace de la evocación del sentimiento, mezclado con su fantasía. Su estilo se inclina por la lírica esencial, desnuda y condensada, así como por una lírica natural, breve y seca que brota del alma.
Prosa romántica:
Novela histórica:
Trata sobre temas legendarios situados en la Edad Media. En España, hay muchas novelas históricas (no de gran calidad), pero la más importante es ‘El señor de Bembibre’.
Leyendas:
Son las prosas más logradas de Bécquer y culminan la prosa poética romántica.
Costumbrismo:
Es un género relacionado con el periodismo. En las revistas se publicaban artículos que describían en tono gracioso la realidad cotidiana. El más importante es Larra.
Larra:
Ocupa un lugar importante en la literatura gracias a sus artículos periodísticos, con un estilo personal, directo y que se adapta a las necesidades periodísticas.
Obra:
Además de los artículos, cultivó géneros como la novela histórica y el drama romántico, ambos tratan de los trágicos amores de un trovador medieval.
Estilo:
Es adecuado al medio periodístico, directo y natural, muy eficaz para llegar a su público. Sus artículos mantienen vigencia y es considerado el iniciador de la prosa contemporánea española.
Teatro romántico:
Predomina el drama, con el objetivo de conmover al espectador. La forma es libre y prevalece la libertad del autor sobre las normas clásicas. Los temas principales son el amor y la libertad, con un final trágico.
Realismo:
Es el deseo de reflejar la realidad social con exactitud a partir de la observación. Hay un interés por el mundo exterior, y el tema por excelencia es la burguesía y el género de la novela.
Naturalismo:
Intensifica el realismo e incorpora una visión determinista. Utiliza métodos de ciencias experimentales y aplica el determinismo, reproduciendo ambientes sórdidos.
Lírica:
El poeta representativo es Ramón de Campoamor, y se caracteriza por su antirromanticismo.
Teatro:
López de Ayala y Manuel Tamayo cultivan la alta comedia, que refleja la sociedad de aquella época.
Narrativa:
Los novelistas de la generación de 1868 ensayan nuevas formas narrativas que sustituyen a los modelos anteriores. Pero la mejor es ‘La fontana de oro’ de Galdós. Para renovar la narrativa, los novelistas se apoyan en dos modelos: la tradición realista y el realismo europeo. Muchas novelas reflejan la ideología de los escritores (Galdós, Clarín…), mostrando simpatías por ideas liberales, mientras que Alarcón y Pereda defienden ideas conservadoras. La narrativa realista española tiene un marcado carácter regionalista. El naturalismo llegó acompañado de una fuerte polémica, y fue iniciado por Emilia Pardo Bazán. De hecho, en la narrativa resulta difícil distinguir entre el realismo y el naturalismo.
Autores de novela realista:
Juan Valera: ‘El comendador de Mendoza’.
Emilia Pardo Bazán: ‘La madre y la naturaleza’.
Benito Pérez Galdós: representa el clima del realismo de la literatura española. El interés de su obra reside en su capacidad para trazar un panorama de la sociedad contemporánea.
Obra:
Su obra es muy amplia y abarca casi todos los géneros. En su narrativa se distingue una etapa inicial (novelas de tesis y novelas contemporáneas) y una etapa final (refleja el espiritualismo).
Episodios nacionales:
Son 46 novelas que se agrupan en 5 series de 10 obras cada una. Constituyen una crónica de los conflictos que marcaron la historia de España. Con esto, Galdós supera la novela histórica romántica, ya que narra sucesos del pasado reciente.
Novelas de la primera época:
Son novelas de tesis: ‘Doña Perfecta’ (1876), ‘Gloria’ (1877), ‘La familia de León Roch’ (1879), en las que se critica la intolerancia y el fanatismo.
Novelas españolas contemporáneas:
Se denomina así a las 24 obras que escribió entre 1881 y 1889. Describe la sociedad contemporánea. Abandona su ideología y se muestra más imparcial. Destacan ‘La heredera’ (1881) y ‘Fortunata y Jacinta’ (1887). En 1890 escribe novelas con temas espirituales y morales.
Significado de su obra:
Describe la sociedad madrileña, de diversas clases sociales. Por otra parte, se valora su visión de la historia coetánea de España gracias a todos los episodios.
Romanticismo, realismo y naturalismo en España:
Es un periodo de tensiones políticas y sociales, con enfrentamientos entre conservadores y liberales. El romanticismo español fue tardío, breve y superficial, y se desarrolló en los años del régimen constitucional con el regreso de los liberales exiliados por el absolutismo. El realismo llegó en 1868 y predominó en la narrativa, mientras que el naturalismo tuvo escasa incidencia.