Sociedad de Clases y Movimiento Obrero en España: Orígenes y Evolución

Características de la Sociedad de Clases

La sociedad de clases se caracterizaba por una estructura jerárquica basada en la riqueza y el acceso a los medios de producción. Principalmente se dividía en tres clases:

La Clase Alta

Disfrutaba del máximo nivel de riqueza y estaba compuesta por:

  • La alta burguesía o grandes capitalistas, que obtenían importantes beneficios de sus negocios en banca, industrias y empresas comerciales. Se convirtió en el grupo dominante política, social y económicamente.
  • La nobleza: seguía obteniendo elevadas rentas de sus propiedades agrícolas.

La Clase Media

Tenía un nivel de riqueza medio-alto. Sus ingresos eran más elevados que los de la clase baja y estaba formada por:

  • Los funcionarios de la administración, los abogados y los médicos que prestaban sus servicios a la sociedad.
  • Los comerciantes que poseían medios de trabajo propios, como talleres y comercios.
  • Los pequeños propietarios agrícolas que trabajaban sus tierras.

La Clase Baja

Vivía en condiciones de extrema pobreza, principalmente integrada por:

  • Los obreros industriales o proletariado, que trabajaban en las fábricas. Los ingresos de los obreros se reducían al escaso salario que recibían, ya que no poseían propiedades.
  • Los arrendatarios que trabajaban las tierras que alquilaban y los jornaleros que recibían un jornal cuando trabajaban de forma temporal.

Movimiento Obrero en España

En España, el movimiento obrero siguió una evolución similar al resto de Europa, puesto que los obreros españoles tenían los mismos problemas que los europeos. El enfrentamiento entre la burguesía empresarial y el proletariado solo tuvo relevancia en las ciudades industriales, como Barcelona.

Las protestas de tipo ludita se centraron sobre todo en Cataluña, centro de la industria textil, como fue el incendio de máquinas en la fábrica Bonaplata.

En 1840 empezaron a crearse las sociedades de socorro mutuo, que eran agrupaciones formadas por los propios obreros para protegerse y ayudarse mutuamente.

El socialismo marxista se organizó en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fundado en 1879, y en el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT). Utilizaron las huelgas y la lucha política para intentar alcanzar sus objetivos.

El anarquismo inicialmente recurrió a la formación de diversos sindicatos, como la Federación de Trabajadores de la Región Española, pero también a la acción directa a través de la violencia.

En 1910, los anarquistas contrarios a la violencia fundaron la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), un sindicato que agrupaba a todas las federaciones de trabajadores anarcosindicalistas y que se convirtió, por su número de afiliados, en el sindicato más potente del Estado español.

Se crearon asociaciones como los círculos católicos y las cajas rurales que pretendían ayudar al obrero y al campesinado, respectivamente.

Condiciones Laborales y Primeras Asociaciones Obreras

A medida que se consolidaba el capitalismo industrial, aumentaban las diferencias entre la alta burguesía empresarial y el proletariado. La industrialización supuso un incremento de los beneficios para la alta burguesía y, por tanto, una mejora de su calidad de vida. El proletariado, por el contrario, se vio sometido a unas condiciones de trabajo pésimas y abusivas impuestas por los empresarios.

Los salarios eran insuficientes y, por ese motivo, las mujeres y los niños tenían que trabajar para ayudar a la familia, pero, en ambos casos, el sueldo era más reducido que el del hombre. Las jornadas laborales eran agotadoras, entre 14 y 16 horas. La disciplina era muy dura, hasta el punto de que cualquier descuido o infracción se castigaba con el pago de una multa. Se daba el trabajo infantil en fábricas y minas, contratando mano de obra infantil en los hospicios por un salario ridículo.

Los centros de trabajo carecían de medidas de higiene y de seguridad, por esta razón abundaban entre los obreros enfermedades crónicas y accidentes laborales. Los derechos laborales no existían, estaban desprotegidos en caso de enfermedad, accidente o fallecimiento y expuestos al despido libre. Tampoco podían ejercer el derecho a la protesta o manifestación ni asociarse para defender sus derechos.

Las difíciles condiciones laborales y de vida que soportaban los obreros provocaron protestas contra los empresarios, quienes se opusieron a sus reivindicaciones porque pensaban que sus beneficios se reducirían y porque los principios del liberalismo económico dominante les permitían realizar sus actividades económicas sin ningún tipo de restricciones.

En Reino Unido, a pesar de esta oposición, a principios del siglo XIX el proletariado comenzó a organizarse y a iniciar la lucha obrera contra los empresarios y los gobiernos. Las principales organizaciones e iniciativas del movimiento obrero fueron:

  • En 1810, el movimiento obrero conocido como ludismo o antimaquinismo, donde los trabajadores recurrieron a la destrucción de las máquinas como medio de protesta. El gobierno reaccionó promulgando una ley en 1812 que establecía la pena de muerte para quien atentara contra las máquinas.
  • En 1830 se crearon las Trade Unions, asociaciones de obreros de un mismo oficio cuyos objetivos eran ayudarse mutuamente y solicitar mejoras laborales, aunque fueron declaradas ilegales.
  • Los sindicatos comenzaron a utilizar, cuando la negociación con los empresarios fracasaba, la huelga general como medio de presión. Los gobiernos declaraban ilegales a las huelgas y los sindicatos, por lo que tuvieron que realizar sus actividades en la clandestinidad.
  • Surgió el cartismo, un movimiento político obrero que envió la Carta del Pueblo al Parlamento británico para solicitar cambios políticos, el sufragio universal masculino y un sueldo para los parlamentarios, lo que garantizaba el acceso del obrero al parlamento.