El Conocimiento y la Sensación
Todo nuestro conocimiento de la realidad, toda la información que poseemos acerca del mundo, comienza con las sensaciones. La palabra “sensaciones” suele utilizarse con dos significados distintos:
- A veces se utiliza para referirse a las cualidades que captamos: los colores, los sonidos.
- Se utiliza para referirnos, no a las cualidades que captamos, sino a la captación de tales cualidades: no al color que veamos, sino a la visión del color; no al sonido, sino al acto de oír.
Utilizaremos la palabra “sensación” en este último sentido y denominaremos cualidades sensibles, o datos sensoriales o simplemente cualidades a aquello que captamos por medio de la sensación. De manera general, podemos definir la sensación como la captación de una cualidad como respuesta.
Sentidos Externos e Internos
Tenemos sentidos externos, es decir, órganos estimulados por agentes exteriores al propio organismo. Son los que en el lenguaje cotidiano se suelen denominar “los cinco sentidos”: vista, oído, gusto, olfato y tacto. Pero no solamente tenemos sentidos u órganos externos, también tenemos órganos o sentidos internos, que son estimulados por agentes interiores a nuestro propio organismo y que nos suministran información acerca de este: así, sentimos la relajación o contracción de nuestros músculos y sentimos también el estado general. Los sentidos correspondientes se denominan, respectivamente, cinestésico o muscular y cinestésico.
La Percepción
Es un hecho incuestionable de nuestra experiencia cotidiana que no captamos cualidades sensibles aisladas. La percepción implica un proceso constructivo mediante el cual integramos las sensaciones y captamos objetos o totalidades dotados de sentido.
Los Datos Sensoriales
Los datos sensoriales son los materiales básicos de la percepción. Una teoría psicológica denominada asociacionismo ha pretendido explicar la percepción como el resultado de la suma o agregado de las sensaciones. De acuerdo con esta teoría, en la asociación de los datos sensibles no se produce una participación activa del sujeto: los datos sensoriales se asocian entre sí de un modo que podemos considerar mecánico. La configuración no depende de los elementos, sino que constituye un fenómeno primitivo, no derivado de los datos sensoriales.
La Forma y sus Leyes
Un grupo de psicólogos alemanes se opusieron a la teoría de la asociación de la percepción. Se los conoce como psicólogos de la forma o psicólogos de la Gestalt (forma y figura) y se habla también de psicología gestáltica o escuela gestáltica. La psicología gestáltica o de la forma sostiene que la totalidad percibida no tiene su origen en la asociación de los elementos: con independencia de estos, la forma se impone conforme a ciertas leyes específicas propias. El principio general de la percepción de las formas puede enunciarse del siguiente modo: siempre que sea posible, se percibirá una forma o figura. A partir de este principio general, los gestaltistas han enumerado las siguientes leyes, unas generales y otras específicas, que rigen la percepción de las formas.
Leyes Generales de la Forma
- Ley de simplicidad: La forma tiende a organizarse de tal modo que la figura resultante sea tan sencilla como lo permitan los elementos.
- Ley de pregnancia: La forma tiende a organizarse de tal modo que la figura percibida sea lo más definida posible. A esta ley responde la tendencia a acentuar la simetría, a perfeccionar la figura.
Leyes Específicas de la Forma
- Ley (factor) de proximidad: Ante varios estímulos iguales, se tenderá a agrupar en una estructura aquellos que se encuentran más próximos entre sí.
- Ley (factor) de semejanza: Dentro de lo posible, se tiende a agrupar aquellos elementos que son semejantes entre sí.
Atención e Interés
Lo percibido se destaca siempre desde un fondo de objetos que caen bajo nuestro campo perceptivo. A ciertos objetos les prestamos atención, a otros no. Mediante la atención seleccionamos ciertos objetos concentrando en ellos nuestra capacidad perceptiva. En todo caso, lo que determina fundamentalmente la atención es el interés o, más generalmente, los intereses del sujeto.
La Experiencia Anterior y los Conceptos
Al definir la percepción, hemos señalado que en ella captamos objetos o totalidades dotados de sentido. Lo que percibimos no es simplemente un conjunto de cualidades, sino un objeto que tiene algún significado para nosotros. Lo que determina fundamentalmente la atención es el interés o, más generalmente, los intereses del sujeto.
Al definir la percepción, hemos señalado que en ella captamos objetos o totalidades dotados de sentido. Lo que percibimos no es simplemente un conjunto de cualidades, sino un objeto que tiene algún significado para nosotros: percibir es, pues, siempre percibir algo como algo. Este rango es fundamental de la percepción pone de manifiesto cómo en la percepción actual influye nuestra experiencia anterior, el conocimiento que ya poseemos acerca de los objetos del mundo. Este conocimiento que ya poseemos acerca de los objetos del mundo, y que en cada caso orienta nuestras percepciones permitiéndonos reconocer los objetos como tal o cual cosa, constituye el sistema de nuestros conceptos.
La Memoria y la Imaginación
La percepción se halla sometida a limitaciones estrictas en cuanto al espacio y al tiempo: solamente podemos percibir aquellos objetos que están dentro de nuestro campo perceptivo; percibir es percibir aquí y ahora. Nuestro conocimiento es, sin embargo, capaz de desbordar estas barreras del aquí y del ahora por medio de la memoria y de la imaginación.
La Memoria: La Permanencia del Pasado en el Presente
La memoria se define como la permanencia de nuestro pasado en nuestro presente. Se distinguen varios tipos, entre ellos:
- Memoria de la conducta (también llamada memoria “mecánica”): Es la capacidad para aprender.