Segunda Guerra Mundial: Causas, Desarrollo y Consecuencias

Causas

Tratado de Versalles

Firmado al final de la Primera Guerra Mundial, este tratado puso fin a los estados de guerra entre Alemania y los países aliados (Francia, Gran Bretaña y Rusia). El tratado imponía duras condiciones a Alemania, incluyendo la pérdida de territorios, el pago de reparaciones de guerra y la limitación de su ejército. Hitler utilizó el resentimiento generado por el Tratado de Versalles para ganar apoyo popular y justificar su expansión territorial. La ocupación de Renania por parte de Hitler en 1936, violando el tratado, marcó un punto de inflexión en el camino hacia la guerra.

Fracaso de la Sociedad de Naciones (SDN)

La SDN, creada tras la Primera Guerra Mundial con el objetivo de mantener la paz mundial, demostró ser ineficaz para prevenir la Segunda Guerra Mundial. La falta de un ejército propio, la incapacidad para hacer cumplir sus resoluciones y el abandono de miembros clave como Alemania, Italia y Japón debilitaron la organización.

La expansión de Hitler

Aprovechando la crisis económica y política en Alemania tras la Primera Guerra Mundial, Hitler y su partido nazi ascendieron al poder con promesas de restaurar la grandeza del país. Su ideología expansionista y militarista, basada en el concepto del”espacio vita” para la nación alemana, lo llevó a anexar Austria en 1938 y a invadir Checoslovaquia en 1939. A pesar de las preocupaciones de las potencias europeas, la política de apaciguamiento, que buscaba evitar la guerra a toda costa haciendo concesiones a Hitler, solo sirvió para fortalecer su posición y envalentonar sus ambiciones.

La Guerra Civil Española (1936-1939)

La Guerra Civil Española sirvió como un campo de pruebas para las nuevas tácticas militares y armamento que se utilizarían en la Segunda Guerra Mundial. Hitler y Mussolini apoyaron al bando nacionalista liderado por el general Francisco Franco, proporcionándole armas, aviones y soldados. La victoria de Franco en 1939 consolidó el poder del fascismo en Europa y acercó aún más a Alemania e Italia.

Inacción de las potencias europeas

La falta de acción decisiva por parte de las potencias europeas ante las agresiones de Hitler fue un factor clave que permitió el estallido de la guerra. La creencia de que Hitler podía ser controlado y el temor a una nueva guerra a gran escala llevaron a una política de apaciguamiento que resultó contraproducente.

Desarrollo

1939-1941: El inicio de la guerra y la expansión alemana

La invasión alemana de Polonia el 1 de septiembre de 1939 marcó el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Gran Bretaña y Francia declararon la guerra a Alemania en respuesta a la agresión, pero no pudieron evitar la rápida derrota de Polonia. El Pacto Molotov-Ribbentrop entre Alemania y la Unión Soviética, firmado en secreto antes de la invasión, permitió a Hitler evitar una guerra en dos frentes y repartirse el territorio polaco. Las tropas soviéticas también ocuparon Estonia, Letonia y Lituania, y atacaron Finlandia.

En 1940, Alemania lanzó una ofensiva relámpago (Blitzkrieg) en Europa Occidental, conquistando Dinamarca, Noruega, los Países Bajos, Bélgica y Francia en cuestión de meses. La caída de Francia dejó a Gran Bretaña sola frente a Alemania. La Batalla de Inglaterra, un enfrentamiento aéreo crucial, terminó con la victoria británica y frustró los planes de invasión de Hitler.

En el Mediterráneo, Italia entró en la guerra del lado de Alemania, buscando expandir su imperio colonial. Sin embargo, la invasión italiana de Grecia en 1940 fue un fracaso y obligó a Hitler a intervenir en los Balcanes, retrasando sus planes de invadir la Unión Soviética.

1941-1942: La invasión de la Unión Soviética y la entrada de Estados Unidos en la guerra

En junio de 1941, Alemania rompió el pacto con la Unión Soviética y lanzó la Operación Barbarroja, la mayor invasión militar de la historia. A pesar de los éxitos iniciales, la resistencia soviética y la llegada del invierno ruso frenaron el avance alemán. La Batalla de Moscú, que se libró entre octubre de 1941 y enero de 1942, marcó un punto de inflexión en la guerra en el frente oriental.

El 7 de diciembre de 1941, Japón, aliado de Alemania e Italia en el Pacto Tripartito, atacó Pearl Harbor, la base naval estadounidense en Hawái. El ataque sorpresa provocó la entrada de Estados Unidos en la guerra del lado de los Aliados, transformando el conflicto en una guerra global.

1943-1944: El cambio de rumbo

En 1943, la guerra comenzó a cambiar de rumbo a favor de los Aliados. En el frente oriental, la Batalla de Stalingrado, que se libró entre agosto de 1942 y febrero de 1943, terminó con una decisiva victoria soviética y marcó el principio del fin para Alemania en el este. En el norte de África, las fuerzas británicas y estadounidenses derrotaron a las fuerzas del Eje, expulsándolas de África del Norte. En julio de 1943, los Aliados desembarcaron en Sicilia, iniciando la liberación de Italia.

En el Pacífico, Estados Unidos comenzó a obtener victorias estratégicas contra Japón en batallas navales como la Batalla del Mar del Coral, la Batalla de Midway y la Batalla de Guadalcanal.

1944-1945: La derrota del Eje

El 6 de junio de 1944, los Aliados lanzaron la Operación Overlord, el desembarco de Normandía, la mayor invasión anfibia de la historia. La apertura del segundo frente en Francia obligó a Alemania a luchar en dos frentes simultáneamente, debilitando sus fuerzas. En agosto de 1944, París fue liberada y las fuerzas aliadas avanzaron hacia Alemania.

En el frente oriental, la Unión Soviética lanzó una serie de ofensivas masivas que liberaron Europa del Este y llegaron hasta Berlín. El 30 de abril de 1945, Hitler se suicidó en su búnker en Berlín. El 8 de mayo de 1945, Alemania se rindió incondicionalmente a los Aliados, marcando el fin de la guerra en Europa.

La guerra en el Pacífico continuó hasta agosto de 1945. Tras la negativa de Japón a rendirse, Estados Unidos lanzó bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki los días 6 y 9 de agosto, respectivamente. El 15 de agosto de 1945, Japón anunció su rendición incondicional, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.

Consecuencias

Demográficas

  • Se estima que murieron entre 50 y 85 millones de personas, más del 50% civiles.
  • Las mayores pérdidas humanas se produjeron en la Unión Soviética (20 millones), seguida de China (8 millones) y Polonia (5 millones).
  • El Holocausto, el genocidio perpetrado por la Alemania nazi contra los judíos, se cobró la vida de 6 millones de personas.
  • Millones de personas fueron desplazadas de sus hogares, creando una crisis de refugiados sin precedentes.

Económicas

  • La guerra causó una devastación económica generalizada, con ciudades destruidas, campos de cultivo arrasados e infraestructuras devastadas.
  • Europa quedó en ruinas, con millones de personas enfrentando la hambruna y la pobreza.
  • La guerra también sentó las bases para la Guerra Fría, la rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y la Unión Soviética que dominaría la segunda mitad del siglo XX.

Políticas

  • La creación de las Naciones Unidas en 1945, con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales, fue una de las consecuencias más importantes de la guerra.
  • La guerra también condujo a la división de Europa en dos bloques: el bloque occidental, liderado por Estados Unidos, y el bloque oriental, liderado por la Unión Soviética.
  • El proceso de descolonización se aceleró después de la guerra, a medida que las potencias europeas debilitadas se vieron obligadas a conceder la independencia a sus colonias.