14.2. La dictadura de Primo de Rivera
En 1923 la sociedad española y la vida política se encontraban en una situación de crisis insostenible, que se arrastraba desde 1917. El 13 de Septiembre el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, proclamó el estado de guerra.
El gobierno dimitíó y el rey entregó el poder a los sublevados, consumándose el Golpe de Estado, que fue recibido favorablemente por la mayoría de los españoles.En el manifiesto que Primo de Rivera dirigíó a la nacíón anunciaba la llegada de un nuevo régimen, provisionalmente en manos de los militares. En contra de la tradición golpista del XIX, no pretendía un cambio de gobierno sino construir un régimen estable, una dictadura, acusaba a los políticos de los partidos liberales tradicionales de todos los males del país, y proclamaba su decisión de eliminar las elecciones y el Parlamento. Sin embargo no pretendía crear un nuevo orden totalitario al estilo del fascismo, sus ideas sobre los problemas sociales y políticos eran muy simples, creía en el orden y valoraba los gobiernos fuertes.Tras la disolución de las Cortes se formó un Directorio Militar cuyo presidente era Miguel Primo de Rivera, y que contó con el apoyo del rey en todas sus resoluciones. La reacción popular fue favorable, o al menos pasiva; se pensaba que iba a poner fin a un sistema que se había demostrado incapaz de resolver los problemas del país.En 1924 se crea el partido de La Uníón Patriótica, en el que Primo de Rivera intentaba agrupar a todos aquellos políticos que apoyaban al nuevo régimen, para devolver progresivamente el poder a los civiles. No era propiamente un partido único como en el caso del fascismo italiano, pues los demás partidos no fueron ilegalizados.El Directorio Militar se cambió por un directorio Civil en Diciembre de 1925, al nombrar un gobierno formado por antiguos miembros de los partidos turnantes, que fue refrendado por el pueblo mediante un plebiscito. En 1927 convocó una Asamblea Nacional Consultiva, que debería preparar y presentar escalonadamente al gobierno, una legislación general y completa que regulara el procedimiento para la vuelta a la normalidad. En 1928 se reuníó la Asamblea, pero en ningún momento existíó acuerdo entre sus miembros respecto al futuro régimen constitucional que habría de tener el país. En resumen, lo que acabó por arruinar a la Dictadura como fórmula política fue su propia incapacidad para encontrar una fórmula institucional diferente a la del pasado.A lo largo de estos años la dictadura se centró en afrontar los problemas más graves del momento, lo que justificaba su ascenso al poder:En primer lugar la cuestión de Marruecos. La primera medida fue resolver el tema de las responsabilidades por el desastre de Annual echando tierra sobre el expediente Picasso, y luego resolver el problema de la guerra en Marruecos. Primo de Rivera era partidario de retirar las tropas de las zonas recientemente conquistadas, en contra de la opinión de la mayoría del ejército. En 1924 dio orden de comenzar la retirada, una operación que costo numerosas bajas pues se realizó en medio del ataque de los rifeños. Abd-el-Krim se sintió muy seguro con esta aparente victoria y se lanzó al ataque de posiciones francesas. El resultado fue la colaboración de España y Francia en una acción conjunta. Los españoles desembarcaron en la bahía de Alhucemas al mismo tiempo que los franceses atacaban desde Fez, montañas arriba. El líder árabe quedó acorralado y se entregó a los franceses. La paz llegó en 1926. Fue el mayor éxito de la dictadura y lo que prolongó su existencia más allá de lo esperado.En la cuestión social, Primo de Rivera encontró escasas dificultades frente a los movimientos obreros, cuando éstos se habían enfrentado tan duramente a la monarquía constitucional. Aunque la situación económica y la asistencia social mejoraron, la causa principal es que Primo de Rivera no llevó a cabo una represión muy dura y consiguió la colaboración de los socialistas, aunque no la de los anarquistas y comunistas.La política económica de la dictadura fue muy proteccionista e intervencionista, encaminada a la nacionalización de la industria (aparecieron monopolios estatales como CAMPSA y Tabacalera) y a la regulación de mercado, limitando artificialmente la competencia, fijando los precios y limitando la instalación de nuevas fábricas. El Gobierno estimuló también la obras públicas para favorecer el desarrollo industrial, construyendo carreteras, centrales hidroeléctricas o invirtiendo en la industria pesada (siderometalúrgica, cemento), sectores fundamentales donde era necesaria una fuerte inversión que la clase empresarial española era incapaz de afrontar. Aunque a corto plazo fue una política positiva que favorecíó el desarrollo industrial, eliminó el paro y ayudó a la paz social, a la larga generó una enorme deuda pública que heredó la II República, hipotecando muchas de sus actuaciones.Ante la falta de apoyo de todos los sectores de la sociedad, incluso del ejército (fueron varios los pronunciamientos en su contra, como la Sanjuanada), y del propio rey, Primo de Rivera presentó su dimisión el 27 de Enero de 1930, que el rey aceptó de inmediato.Después de la dimisión de Primo de Rivera se hizo cargo del Gobierno el General Berenguer, que anunció una vuelta al régimen constitucional del 76 y la convocatoria a elecciones generales. Calificado de dictablanda por algunos y de Error por otros (artículo de Ortega: El error Berenguer), el gobierno fue perdiendo credibilidad, lo mismo que monarquía, al limitarse a ofrecer a la sociedad española una vuelta al caduco sistema anterior.El republicanismo fue avanzando posiciones entre los políticos tradicionales, monárquicos liberales y conservadores (Miguel Maura funda El Partido Republicano Conservador y Niceto Alcalá Zamora el Partido Republicano Progresista), entre los nacionalistas, el movimiento obrero, los estudiantes, los intelectuales y gran parte del ejército.Los republicanos, sin esperar a las elecciones, optaron por la conspiración para hacerse con el poder. En Agosto de 1930 se reunieron en San Sebastián y firmaron un pacto en el que participaron Lerroux, líder del partido Republicano Radical, Azaña, procedente del partido Reformista e intelectual de mucho prestigio entre las clases educadas, y Alcalá Zamora, que se convirtió en el presidente del comité revolucionario establecido en S. Sebastián. El levantamiento fracasó por falta de coordinación. Los miembros del comité revolucionario fueron detenidos y encarcelados, pero una ola de protestas, huelgas y manifestaciones sacudíó todo el país. Berenguer, incapaz de encauzar la situación, presentó la dimisión el 14 de Febrero de 1831.Alfonso XIII encargó formar gobierno al almirante Aznar que se limitó a convocar elecciones municipales para el 12 de Abril, para elegir nuevos ayuntamientos que garantizasen la limpieza de unas elecciones constituyentes posteriores (eran los encargados de establecer el censo). Aunque tras las elecciones la mayoría de los concejales elegidos eran monárquicos los republicanos habían ganado en todas las capitales de provincia, donde el sufragio era más limpio. Como reconocíó el propio Aznar: el país se había acostado monárquico y se levantó republicano.
14.3. La Segunda República: la Constitución de 1931 y el bienio reformista
Tras la dimisión de Berenguer, el 14 de Febrero de 1931, Alfonso XIII encargó formar gobierno al almirante Aznar que se limitó a convocar elecciones municipales para el 12 de Abril, para elegir nuevos ayuntamientos que garantizasen la limpieza de unas elecciones constituyentes posteriores (eran los encargados de establecer el censo). Aunque tras las elecciones la mayoría de los concejales elegidos eran monárquicos los republicanos habían ganado en todas las capitales de provincia, donde el sufragio era más limpio. Como reconocíó el propio Aznar: el país se había acostado monárquico y se levantó republicano.Alfonso XIII, el 13 de Abril de 1931, aconsejado por el gobierno (Romanones) y sorprendiendo a toda la opinión pública, lanzó un manifiesto en el que comunicaba que dejaba el trono. La II República fue proclamada al día siguiente, 14 de Abril.El Comité Revolucionario establecido en San Sebastián se convertía en el nuevo gobierno provisional, presidido por Alcalá Zamora.El mismo día que se proclamaba la república en Madrid, Francesc Macià, líder de Esquerra republicana de Cataluña proclamaba en Barcelona la República catalana independiente. Esto implicaba una desautorización del nuevo gobierno provisional pero este se comprometíó buscar una solución inmediata para la autonomía catalana.En Junio de 1931 se celebraban elecciones a Cortes Constituyentes. Obtuvieron la mayoría una coalición de republicanos y socialistas. (El PSOE obtuvo 116 escaños, seguido del Partido Radical de Lerroux, 90 escaños,, que se había convertido en un partido de derecha moderada) El primer cometido de estas cortes era elaborar un nuevo texto constitucional.La CONSTITUCIÓN DE 1931 reflejaba un pensamiento democrático y avanzado y buscaba una redistribución de la riqueza y la creación de un estado del bienestar que alcanzara a toda la sociedad, yendo más allá de la defensa del liberalismo de constituciones anteriores.Como Sistema político establecía una república democrática, bajo soberanía popular, con estricta separación de poderes, quedando el legislativo en manos de unas cortes unicamerales, elegidas por sufragio universal que, por primera vez, incluía a las mujeres. El ejecutivo se constituía según la mayoría parlamentaria. El Presidente de la República era elegido cada seis años por los diputados. Además se contempla para Cataluña y el País Vasco un estatuto de Autonomía.La Declaración de Derechos, además de la libertad de expresión en todas sus formas (opinión, expresión, imprenta, cátedra) y de asociación, recogía derechos como el del trabajo, la educación y la cultura, o a la igualdad de los cónyuges en el matrimonio, además de establecerse el matrimonio civil, el divorcio y la equiparación de derechos para los hijos legítimos e ilegítimos.Se impuso un Estado aconfesional, pero se reconocía la libertad de conciencia y la práctica de cualquier religión. Lo quelevantóo una gran polémica y dividíó a la cámara, prohibíéndose a los religiosos dedicarse a la enseñanza. Esta postura desató, desde Mayo del 31, una oleada anticlerical con ataques al clero y quema de conventos que el gobierno no supo reprimir.La Constitución fue aprobada en Diciembre de 1931, formándose el primer gobierno constitucional presidido por Manuel Azaña como presidente del gobierno, e integrado principalmente por republicanos de izquierdas y socialistas. La presidencia de la República quedó en manos de Alcalá Zamora, más conservador. Este primer periodo de la República se denomina:EL BIENIO REFORMISTA (1931-33) da comienzo al formarse el primer gobierno, el 15 de Diciembre de 1931, después de ser aprobada la Constitución. Fue el periodo más activo de la República en cuanto a reformas, entre las que destacan:• Las reformas laborales llevadas a cabo por el líder de UGT y Ministro del Trabajo, Largo Caballero, que incluían medidas como el seguro de enfermedad, las vacaciones pagadas, la jornada de ocho horas o el salario mínimo. La CNT, que no quiso colaborar en las reformas, convocó violentas huelgas revolucionarias, creando una gran inquietud en las clases medias que no veían al gobierno capaz de controlar la situación.• La Reforma Agraria (1932-33) intentó atajar el problema de la redistribución de la tierra pendiente desde el XVIII y que había creado una situación de anarquía y violencia entre los jornaleros. Sin embargo no se abordó a fondo por temor a que la oposición de los terratenientes pudiera acabar con la República. El Instituto de Reforma Agraria solo expropió algunas fincas pero a cambio de una indemnización. El problema radicó en que el Estado no dispónía de recursos para la compensación y solo 10.000 campesinos obtuvieron parcelas. La reforma no soluciónó los graves problemas del campo e incluso empeoró el clima social pues tanto jornaleros como propietarios perdieron la fe en la República.• La reforma militar de Azaña: pretendía reducir el número excesivo de oficiales y garantizar su lealtad al nuevo régimen. Para ello se ofrecíó a muchos oficiales pasar a la reserva activa con toda la paga, y aunque esta medida no causó malestar, muchos militares consideraron que se favorecíó a los oficiales que defendían a la República, y algunos, siguiendo la tradición anterior, iniciaron una conspiración para derribarla. En Agosto de 1932 el general Sanjurjo se pronuncia en Sevilla y al fracasar fue detenido y encarcelado junto a sus compañeros (la sentencia de muerte le fue conmutada por el exilio, instalándose en Portugal desde donde encabezaría la sublevación del 36).• Se creó la Guardia de Asalto como cuerpo encargado del orden público, con el fin de sustituir al ejército en esta función.• El problema religioso: la acción descontrolada de algunos radicales que quemaron conventos e iglesias indiscriminadamente, sin que el gobierno fuera capaz de controlar la situación, supuso que la iglesia y los católicos dejaran de apoyar la República.• La política educativa: en este ámbito se centraron los mayores esfuerzos en la enseñanza primaria, aunque el principal problema era la inexistencia de una infraestructura suficiente.La República fue el marco donde culminó la extraordinaria evolución cultural de las generaciones anteriores. Con pensadores como Ortega y Gasset, Azaña o Eugenio d`Ors, científicos como Marañón o escritores como Juan Ramón Jiménez, Pérez de Ayala o Gómez de la Serna además de los miembros de la generación del 27::Federico García Lorca, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti o Jorge Guillén. El “Grupo de los Ocho” en música, el cine surrealista de Buñuel: pintores como Solana, Zuloaga, Miró, Dalí y Pablo Picasso, aunque este último la mayor parte de su obra la realizó en el extranjero.El nuevo régimen contó desde sus comienzos con el apoyo de intelectuales como Ortega y Gasset que había creado en Marzo de 1931 la Agrupación al Servicio de la República. Además el mismo presidente del gobierno, Manuel Azaña era un importante escritor.Por otro lado se impulsó la cultura con programas como las Misiones pedagógicas que intentaron llevar la cultura al mundo rural o apoyando al grupo de teatro universitario La Barraca.La República permitíó asumir a la mujer un papel relevante , no sólo en política, sino también en ámbitos culturales destacando Rosa Chacel o Carmen Conde por sus trabajos literarios y María Zambrano por sus estudios filosóficos.
14.6. La Guerra Civil: la dimensión política e internacional del conflicto. Las consecuencias de la guerra
La Guerra Civil española comenzó con una sublevación militar que pretendía aniquilar a la República, pero lo que pretendía ser un Golpe de Estado rápido se convirtió en un largo conflicto de casi tres años de duración.Los historiadores han planteado dos enfoques distintos:• Plantear la Guerra Civil como un conflicto marginal con interés secundario para las grandes potencias de la época.• Considerarla un prólogo de la segunda Guerra Mundial donde se enfrentaron las principales ideologías de la época: fascismo, comunismo y democracia.Por otro lado la evolución política de las dos zonas durante la guerra fue muy compleja.En el Bando Republicano el principal problema fue la falta de una dirección política única debido a la división entre los que querían la continuación de la República, (el gobierno), y los grupos anarquistas, sindicalistas (CNT, FAI) y algunos comunistas, (POUM), que paralelamente a la guerra llevaron a cabo una revolución social. La participación en la guerra de estos grupos revolucionarios se realizó a través de las Milicias, poco entrenadas y sin disciplina, que no reconocían el mando de los oficiales republicanos y que dificultaban las operaciones militares. La República tuvo que enfrentarse al doble problema de derrotar al ejército sublevado y de controlar la revolución social. Para ello solo contó con la ayuda de la URSS canalizada a través del PCE, lo que aumentó su influencia. Los grupos revolucionarios se organizaron en unos comités populares, que actuaban de forma independiente, con el objetivo de poner en marcha una nueva sociedad anarquista, anteponiendo la revolución social a la guerra. Su actuación provocó que buena parte de las clases medias se pasaran al bando nacional que garantizaba el orden y la propiedad, también influyó en esto las represalias indiscriminadas contra los enemigos de la clase obrera (paseillos, encarcelamientos y torturas de terratenientes, burgueses, sacerdotes, políticos, etc.) que se dispararon en los primeros días de la guerra al entregarse armas al pueblo.Los comités obreros llevaron a cabo colectivizaciones de los medios de producción y se legalizaron las ocupaciones de las grandes fincas que habían llevado a cabo algunos jornaleros desde Febrero del 36.Los primeros gobiernos de Casares Quiroga y Martínez Barrio, (Julio–Septiembre de 1936) tuvieron que dimitir al negarse a entregar armas al pueblo por temor a una revolución. El poder paso a Giral, que efectivamente entrego armas al pueblo pero su incapacidad para controlar la situación le obligó a dimitir (Septiembre del 36).El gobierno de Largo Caballero (Septiembre de 1936 – Mayo de 1937) procedente de la UGT, fue un gobierno de coalición en el que participaron todos los sectores (republicanos, socialistas, comunistas y anarquistas). Solo los más radicales de los anarquistas y el POUM permanecieron al margen. De esta forma pudo acabarse con los comités obreros, con las milicias y con las colectivizaciones. La caída de Largo Caballero fue provocada por la crisis de Mayo de 1937 en Barcelona, al atacar las fuerzas del gobierno el edificio de la telefónica que controlaban los radicales anarquistas con el apoyo del POUM, muriendo muchos de sus dirigentes (Andrés Nin fue detenido y ejecutado en Madrid). Se impuso el orden pero la coalición se rompíó. El PCE aprovechó esta crisis para deshacerse de Largo Caballero.El gobierno de Negrín (Mayo 1937- Abril 1939) Socialista moderado, continuo con la política de control y centralización. Su ministro de la guerra fue Prieto (también socialista moderado). Tras la pérdida de Teruel en Febrero de 1938 defendíó la postura de negociar una paz ventajosa pues consideraba que la guerra estaba perdida, pero fue acusado de derrotista y tuvo que dimitir (Abril de 1938). Negrín intentó establecer unas condiciones mínimas para negociar la paz en los llamados 13 puntos de Negrín: democracia, sufragio universal, reforma agraria, defensa de la propiedad, libertad de conciencia, libertades regionales, amnistía general, etc., que Franco no aceptó. Desaparecido el frente de Cataluña, el general Casado se opuso a la política de resistencia de Negrín, y se sublevó: constituyó (4 Marzo 1939) el Consejo nacional de defensa, junto con Julián Besteiro, y aplastó la resistencia de las fuerzas fieles al gobierno. Sus propósitos de obtener una paz negociada con Burgos fracasaron y Julián Besteiro tuvo que aceptar la rendición sin condiciones impuesta por Franco.En el Bando nacional hasta Octubre de 1936 no se planteó la organización de un sistema político y administrativo. Su única directriz era la resistencia al comunismo y la lucha contra la anarquía. Pero tras la resistencia de Madrid y la evidencia de que la guerra sería larga, no se pudo aplazar la creación de un mando único que evitará la desintegración. La elección de Franco para asumir la jefatura tras la muerte de Sanjurjo se debíó tanto al prestigio que le proporcionaron las victorias conseguidas durante la guerra como al hecho de controlar al ejército de Marruecos, y no a razones de índole político. Aunque la elección se hizo en Octubre de 1936 no se institucionalizó hasta Abril de 1937.Franco, que carecía de ideas políticas definidas, fue aconsejado por su cuñado, Serrano Suñer, abogado consciente de la importancia de crear un estado con unas instituciones, una legalidad y una ideología que lo respaldase. Las ideas de Franco eran muy simples, derivadas del pensamiento militar del Siglo XIX: unidad del estado (fin de separatismos), orden y jerarquía, a lo que se unía un intenso catolicismo y un fuerte rechazo del comunismo y de todo tipo de asociaciones de izquierda).Serrano Suñer, amigo de José Antonio Primo de Rivera, a pesar de no ser falangista compartía con él una serie de ideas como que el régimen democrático no era adecuado para los valores tradicionales españoles (herederos según ellos de los del Siglo XVI, momento de mayor esplendor de España), que el estado debía quedar en manos de un hombre fuerte (el líder o caudillo), y que debía existir un solo partido político. Estas ideas se adecuaban bien a las propias ideas de Franco y de los militares, por lo demás poco inclinados a las teorías sociales de los falangistas. A pesar de ello se rehízo Falange Española, incorporando a los tradicionalistas, y quedo como partido único, aprovechando que José Antonio estaba encarcelado en Alicante y los demás dirigentes estaban enfrentados por la dirección. Así la Falange se convirtió en un instrumento de la voluntad de Franco dando lugar a FET (Falange Española Tradicionalista) y de las JONS (Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas) (19 Abril 1937). Aunque algunas de las directrices del nuevo régimen se establecieron en 1938 (Fuero del Trabajo), Franco quiso esperar al fin del conflicto para establecer su estructura definitiva.Al margen de esta cuestión la intervención extranjera tuvo una gran importancia en el desarrollo de la guerra dentro de España.La República intentó que la Sociedad de Naciones interviniera contra Italia y Alemania por su intervención directa en la guerra, pero tuvo que esperar más de un año desde que empezó el conflicto para que se aprobase una resolución, que finalmente no fue aplicada.Por otra parte, Francia y Gran Bretaña elaboraron un documento en el que se prohibía en ambos países la venta de todo tipo de material militar con destino a EspañaEste fue el punto de partida para la creación del Comité de No Intervención, con sede en Londres. Se intentaba con ello evitar que el conflicto se internacionalizara y por otro ayudar de forma indirecta a la República evitando la entrega de armas a los rebeldes. Pero fue un fracaso, aunque lo firmaron más de treinta países, entre ellos Italia y Alemania.Francia, gobernada también por un Frente Popular, dirigido por el socialista León Blum, decidíó al principio ayudar a la República, pero las presiones británicas y las divergencias internas le obligaron a suspender la ayuda. Por eso decidíó impulsar el Comité de No Intervención. Su papel acabaría siendo el de país de acogida y asilo.Ayudas a los sublevados:Los países que ayudaron de forma directa a los militares sublevados fueron los que tenían regíMenes fascistas o similares.• Alemania ofrecíó la ayuda más determinante en el ámbito militar desde los primeros momentos apoyando a los sublevados, tanto por razones estratégicas (aislar a Francia ante un próximo conflicto) como para probar la eficacia de su gran máquina de guerra, con la participación directa de la legión Cóndor de aviación, esencial para la guerra y responsable del bombardeo de Guernica. Tambiénparticipóo con todo tipo de equipos de comunicación, antiaéreos, tanques, carros… Pero, al no pretender conseguir triunfos personales como Mussolini, no envió tropas sino tan solo instructores militares. Finalmente también dio ayuda financiera.• Italia proporciónó ayuda vital en número de hombres y valor económico. La ayuda de Mussolini fue inmediata gracias a la firma un tratado de amistad y de reconocimiento con el gobierno de Burgos (capital del gobierno nacional), porque esperaba obtener ventajas en su ambición de controlar el Mediterráneo. Su ayuda se centro en equipos (aviones para cruzar el estrecho de Gibraltar el ejército de Marruecos), hombres unos 120 000 voluntarios y financiación a través de la compañía SAFNI• Portugal tuvo una aportación menor aunque también envió voluntarios (Los “viriatos”), además de ceder el territorio para operaciones militares e introducir armamento.Ayudas a la RepúblicaLa República como régimen democrático y legítimo de la nacíón debería haber podido disponer de la ayuda de las democracias occidentales. Pero los únicos países que la apoyaron con decisión fueron La Uníón soviética y Méjico.• La Uníón Soviética inició su ayuda en Octubre de 1936 y se mantuvo constante a lo largo de la guerra con aportaciones de hombres y material, más de 1000 aviones, carros de combate y asistencia técnica y logística. Pero su exigencia de pago por adelantado obligó a la República a enviar a la URSS las reservas de oro del Banco de España, sin que al final de la guerra se restituyera nada. Aunque según algunos estudios, el valor económico de la ayuda fue superior al de lo depositado.• La actitud de Méjico fue de apoyo a la República desde el principio. Su presidente Lázaro Cárdenas ordenó el envío de municipios y fusiles procedentes de su propio ejército.• Las Brigadas Internacionales eran tropas formadas por voluntarios (60 000 hombres) que ante la política de no intervención de sus gobiernos deciden luchar en España a favor de la República y contra el fascismo. Eran hombres en su mayoría de izquierda (anarquistas, socialistas, comunistas…), muchos intelectuales pero también exiliados alemanes e italianos, o simplemente hombres sin trabajo, desarraigados, etc., que procedían de Estados Unidos, Canadá, Francia, Gran Bretaña, etc. Su aportación fundamental se centró en la defensa de Madrid y en Guadalajara. En 1938, ante la inevitable derrota republicana, las Brigadas abandonan España para facilitar las negociaciones de paz con Franco.Las Consecuencias de la Guerra:.• En cuanto a los costes económicos:La producción agraria disminuyó en algo más del 20% y la industria en más del 30%.Se destruyeron total o parcialmente unas 500 000 viviendas.Quedó inservible más de un tercio de la marina mercante y una parte considerable del tendido ferroviario y de la red de carreteras.• En cuanto al número de muertos podría superar los 300 000 entre el frente y la retaguardia. La represión en los dos bandos se cobró al menos 145 000 víctimas. Pero además entre 28 000 y 50 000 personas fueron fusiladas y muchas más encarceladas una vez acabada la guerra.
15.3.
Elementos de cambio en la etapa final del franquismo. La oposición al régimen. Evolución de las mentalidades. La cultura.
A partir de 1969 entramos en los últimos años del Franquismo, que muchos historiadores han denominado La Agonía del Franquismo.En 1973 Carrero Blanco era designado Presidente del Gobierno (Franco conservaba la Jefatura del Estado). En ese momento dentro del régimen eran ya evidentes dos tendencias: los aperturistas, que querían una apertura política desde arriba hacia posiciones más democráticas que permitiera la incorporación a Europa (Fraga, Areilza o Piío Cabanillas), y los inmovilistas (sector del búnker) que rechazaban cualquier reforma de las instituciones (Girón, Solis, Blas Piñar).En Diciembre de 1970 se inicia el “proceso de Burgos”, contra 16 miembros de ETa, seis de los cuales son condenados a muerte. Las protestas, la presión internacional y el secuestro de ETA del cónsul alemán, hicieron claudicar a Franco, que conmutó las penas de muerte por cadena perpetua.A partir de ese año los gobiernos son cada vez más débiles. Estallan algunos escándalos como el asunto MATESA, un caso de subvenciones a la exportación concedidas a una empresa fraudulenta que salpicó a varios ministros.Por otro lado, la oposición universitaria y obrera desborda al régimen que responde con represión, detenciones, interrogatorios y torturas por parte de la “Brigada social”.En 1973 aparece una nueva organización armada: “Frente Revolucionario Antifascista y Patriota” (el FRAP), que realiza su primer atentado en Madrid.
Entonces, Franco, separa por primera vez la jefatura del Estado y la de Gobierno. Nombra presidente del Gobierno a Carrero Blanco, que forma un gabinete con miembros del Opus y franquistas puros, entre ellos Carlos Arias Navarro, nuevo ministro de gobernación. Se trataba de acabar con la protesta en las calles y preparar el relevo en la jefatura de Estado. Pero el nuevo gobierno no tiene tiempo de actuar. El 20 de Diciembre de 1973 Carrero Blanco moría víctima de un atentado de ETA. Fue un golpe muy duro para Franco y para el régimen.El asesinato de Carrero disparó la lucha entre los sectores del régimen por la sucesión. El nombramiento de Arias Navarro por Franco, del sector inmovilista, hizo temer un endurecimiento del régimen. Sin embargo, Arias se mostró partidario de ciertas reformas, nombrando a algunos aperturistas como Pío Cabanillas que liberalizó la prensa pero los hombres del búnker consiguieron acabar con los aperturistas del gobierno (Franco cesa a Pío Cabanillas y los demás dimiten). Sin los aperturistas Arias quedó prisionero del Búnker.Esta evolución política dio más fuerza a los partidos de la oposición que veían próximo el fin del franquismo y querían ser tenidos en cuenta en el futuro. Todos los partidos de la oposición (desde la democracia cristiana, hasta los socialistas, los comunistas y la izquierda no revolucionaria) formaron un frente común en demanda de una democracia con un gobierno provisional que convocara una Asamblea Constituyente.Incluso una parte de la jerarquía eclesiástica se fue distanciando del régimen. La amenaza de expulsión por parte del gobierno del obispo de Bilbao, provoca la amenaza del Vaticano de excomulgar a Franco. Aunque el gobierno cede, la ruptura con la Iglesia era ya completa.En Julio de 1974 Franco es hospitalizado y durante unos días cede sus poderes al príncipe Juan Carlos. Se recupera, pero su declive físico es evidente.En 1975 los acontecimientos se precipitan. Varios miembros de ETA y del FRAP son juzgados y doce condenados a muerte. Aunque se dieron manifestaciones en todas las capitales de Europa, cinco de los condenados son ejecutados. En medio de la oleada de protestas internacionales, estalla el conflicto del Sáhara. Hassan II amenaza con una invasión popular del territorio español en el Sáhara, si España no se lo cede. Es la llamada Marcha verde que pone en tensión al gobierno que capitula y entrega el Sáhara español a Marruecos y Mauritania, violando el mandato de la ONU que había encargado a España la tutela del territorio hasta su independencia.En 1975 la situación de Arias Navarro era muy complicada: abandonado por los aperturistas, con una oposición y un terrorismo cada día más organizado y activo, y con una extrema derecha que adoptaba posiciones cada vez más exaltadas. Por otro lado la depresión económica amenazaba el desarrollismo que había mantenido a flote el régimen y conseguido la adhesión de las clases medias. El 20 de Noviembre de 1975 moría Franco y Juan Carlos asumía la Jefatura del Estado. Contra todo pronóstico, el propio rey inició el proceso de la transición democrática, de forma legal y pacífica, desde las mismas instituciones del franquismo.A medida que cambian las condiciones económicas y políticas la sociedad española de también sufríó una profunda transformación: aunque oficialmente seguían en vigor los mismos valores tradicionales pero la mentalidad española estaba cambiando, lo que dio lugar a muchas contradicciones que se mostraron con toda su fuerza en los años 70.El principal apoyo del régimen provénía de la clase dirigente, es decir la aristocracia, los terratenientes, los grandes empresarios y las altas jerarquías del clero y del ejército, a los que se unieron las élites falangistas primero y los tecnócratas después. Pero las clases medias continuaron creciendo gracias a la emigración y el desarrollo del sector servicios. Esta clase media tenía una mentalidad mucho más abierta y dinámica. A pesar del aumento de la conflictividad laboral el talante reformista del movimiento obrero hizo que la clase media dejara de ver al proletariado como un enemigo.La clase obrera urbana se convirtió en la más numerosa de la sociedad. Pero ya no era la misma que antes de la guerra. Casi la mitad de ellos trabajaban en los servicios y estaban más o menos cualificados, y aunque vivía en peores condiciones que los obreros europeos habían perdido la conciencia de clase y buscaban ascender socialmente dentro del régimen. En los años 60, el sindicato CCOO, controlado por el PC, iniciará una tímida organización sindical infiltrándose en las fábricas que fue perseguida por el Régimen. Pero esto no detuvo la politización de la clase obrera, que continuó bajo dirección del partido comunista aunque la mayoría de los obreros vivían al margen de la política y solo los más jóvenes, que no habían vivido la represión de la posguerra, militaron en partidos de la oposición.Por lo que respecta a la situación en el campo, la conflictividad fue desapareciendo a medida que la emigración se generalizaba.Otra cuestión fue la protesta estudiantil. Era un movimiento fundamentalmente burgués y no específicamente político. Para la mayoría de los estudiantes tenía más interés el ataque a los valores morales de la sociedad franquista que el cambio político. Eran jóvenes que empezaron a adoptar los nuevos gustos de los jóvenes europeos y norteamericanos en la forma de vestir y comportarse, en la música, el cine o la cultura, y que pronto adquirieron los valores que llevaban parejos como el rechazo del catolicismo, el pacifismo, la defensa del nuevo papel de la mujer en la sociedad, etc. La represión politizó el movimiento, sobre todo cuando los comunistas practicaron una política de infiltración en la universidad similar a la que habían llevado en las fábricas, liderando el movimiento.Pero aunque podría parecer que en los primeros años 70 la mayoría de la sociedad española se sentía satisfecha con la situación política o por lo menos indiferente en las primeras elecciones de 1977 se rechazó masivamente el régimen franquista.Pero, además, la etapa final del franquismo se caracterizó por la ruptura total entre el mundo de la cultura y los valores propuestos por el régimen.Al terminar la guerra se había establecido por el bando vencedor un dominio absoluto sobre la vida cultural española. El sistema educativo quedó inmerso en un ambiente de censura y adoctrinamiento donde el “caudillo”, la raza, el pasado imperial eran exaltados. Pero además artistas, filósofos, científicos, historiadores habían marchado al exilio, aunque muchos de ellos siguieron aportando desde fuera de España una obra de gran calidad. (Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel en 1956, Alberti, Cernuda, María Zambrano, Américo Castro, Claudio Sánchez Albornoz…). Especial importancia tuvieron aquellos que regresaron del exilio como Ortega y Gasset.Frente a la pobreza cultural el franquismo propició una cultura de masas: el cine, censurado, la literatura popular de novelas rosas y de aventuras, los toros y el fútbol.Sin embargo desde los años 50 aparecíó tímidamente una cultura no oficial de la mano de intelectuales de prestigio como Luis Rosales, Torrente Ballester o Laín Entralgo; esta cultura no oficial se fue desarrollando e hizo surgir manifestaciones artísticas y literarias al margen de las corrientes establecidas, de la misma manera en el cine aparecen directores que realizarán un cine crítico de gran calidad. (García Berlanga, Carlos Saura…).La ley de prensa de 1966 permitíó la aparición de nuevas revistas, diarios y editoriales que manifestaron una tímida crítica contra el régimen. Salieron a la luz obras de autores hasta entonces silenciados, incluidos los exiliados.El control sobre la enseñanza se fue diluyendo, así como el control de la iglesia sobre esta, la Ley General de educación dio paso a la coeducación en la escuela pública, el número de alumnas que estudiaban bachillerato aumentó hasta el 45% del total.En definitiva, en los últimos años del régimen una nueva cultura alternativa manifestaba su oposición, no sólo en su crítica al franquismo sino en actitudes y propuestas estéticas que buscaban un clima de libertad que el régimen les negaba. El campo de la cultura fue uno de los terrenos donde el franquismo cosechó un mayor fracaso.