Santo Tomás de Aquino: Un Aristotélico Cristiano
Epistemología: El Conocimiento en Santo Tomás
Santo Tomás de Aquino, siguiendo la tradición aristotélica, se adentra en la epistemología, explorando la naturaleza del conocimiento humano y sus límites. Su teoría, de corte empirista, afirma que el conocimiento se origina en la experiencia sensorial. Tanto para Santo Tomás como para Aristóteles, los sentidos son la puerta de entrada al conocimiento, proporcionando las bases para la abstracción y la formación de ideas universales en el intelecto.
El proceso de conocimiento, según Santo Tomás, comienza con la captación de la realidad sensible a través de los órganos de los sentidos. Estas impresiones sensoriales se almacenan en la imaginación y la memoria, donde el entendimiento agente las procesa y las convierte en representaciones más elaboradas. Finalmente, el entendimiento paciente recibe estas representaciones y produce conceptos.
Fe y Razón: Dos Fuentes de Conocimiento
Santo Tomás reconoce la fe y la razón como dos fuentes distintas y autónomas de conocimiento. Aunque independientes, no pueden contradecirse, ya que la verdad es una sola. Dios se revela tanto a través de la revelación como de la razón.
Santo Tomás identifica un conjunto de verdades que son accesibles tanto por la fe como por la razón, conocidas como preámbulos de la fe. Estos incluyen la existencia de Dios, su omnipotencia y la inmortalidad del alma. Por otro lado, los artículos de fe, como la Trinidad divina, son conocidos solo a través de la revelación.
La colaboración entre la fe y la razón es esencial. La razón ayuda a la fe al ordenar y demostrar sus argumentos, mientras que la fe guía a la razón hacia la verdad última, que de otro modo sería difícil de alcanzar.
Metafísica: La Esencia del Ser
La metafísica de Santo Tomás se basa en la filosofía de Aristóteles, adoptando conceptos como la teoría hilemórfica, que sostiene que todas las sustancias, excepto Dios, están compuestas de materia y forma. También incorpora la teoría de la potencia y el acto, según la cual todas las sustancias, excepto Dios, son una combinación de potencialidad y actualidad.
Santo Tomás adapta las ideas de Aristóteles al cristianismo, rechazando conceptos como la eternidad del mundo. Afirma que el mundo fue creado por Dios a partir de la nada y que existe una distinción fundamental entre Dios, el ser supremo, y las criaturas.
El Problema de Dios: Las Cinco Vías
Santo Tomás, partiendo de la fe en la existencia de Dios, busca demostrar su existencia utilizando la razón. Para ello, propone las cinco vías, argumentos que parten de hechos de experiencia y, a través del principio de causalidad, llegan a la conclusión de que debe existir una primera causa incausada, que se identifica con Dios.
- Vía del movimiento: Todo lo que se mueve es movido por algo, lo que lleva a un primer motor inmóvil, Dios.
- Vía de la causalidad eficiente: Toda causa tiene una causa anterior, lo que lleva a una primera causa incausada, Dios.
- Vía de la contingencia: Los seres contingentes, que pueden existir o no, dependen de un ser necesario, Dios.
- Vía de los grados de perfección: La existencia de grados de perfección implica un ser supremamente perfecto, Dios.
- Vía de la finalidad: El orden y la finalidad del mundo apuntan a una inteligencia ordenadora, Dios.
Antropología: El Ser Humano
Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás concibe al ser humano como una sustancia compuesta de materia (cuerpo) y forma (alma). El alma, racional e inmortal, puede existir separadamente del cuerpo después de la muerte, aunque sin algunas de sus capacidades.
Ética: La Búsqueda de la Felicidad
La ética de Santo Tomás se basa en la de Aristóteles, pero adaptada al cristianismo. La finalidad del ser humano es la felicidad, que consiste en la contemplación de Dios en la vida futura. Los actos son buenos o malos según nos acerquen o alejen de este fin último.
La ley natural, la ley de Dios inscrita en el corazón humano, guía al ser humano hacia el bien. La ley positiva, creada por los hombres, debe basarse en la ley natural y no contradecirla.
Política: La Sociedad y el Estado
Santo Tomás, al igual que Aristóteles, considera al ser humano como un ser social por naturaleza. Solo en sociedad puede alcanzar su pleno desarrollo. Coincide con Aristóteles en su análisis de las formas de gobierno, prefiriendo la monarquía.
El Estado debe subordinarse a la Iglesia, que guía al ser humano hacia Dios. La ley positiva debe basarse en la ley natural y no contradecirla.