Rusia 1917: Del Ocaso Zarista al Nacimiento del Poder Soviético

Revolución de Febrero de 1917

La Revolución de Febrero de 1917 marcó el inicio del fin del zarismo en Rusia. El 23 de febrero, una huelga en la fábrica de armamentos Putilov desató una ola de protestas en Petrogrado, que al día siguiente derivó en una huelga general.

Las manifestaciones contra la Primera Guerra Mundial y las duras condiciones de vida se extendieron a otras ciudades, como Moscú. El 26 de febrero, el ejército reprimió violentamente a los manifestantes, pero al día siguiente las tropas enviadas para sofocar la revuelta se unieron a los huelguistas.

Ante la crisis, los mencheviques, socialistas revolucionarios y bolcheviques reorganizaron el sóviet de Petrogrado. Aunque inicialmente plantearon la toma del poder, finalmente se limitaron a exigir reformas democráticas y el fin de la guerra.

Mientras tanto, el zar Nicolás II disolvió la cuarta Duma, lo que llevó también a los liberales (cadetes) a oponerse a él. Sin apoyos, abdicó el 2 de marzo de 1917. Al día siguiente, se estableció un Gobierno provisional, presidido por el príncipe Lvov, compuesto en su mayoría por miembros del partido de los cadetes, con la participación de Kerenski, un socialista revolucionario, como ministro de Justicia.

La Dualidad de Poderes

Entre marzo y octubre de 1917, Rusia estuvo gobernada por un Gobierno provisional, que coexistía con los sóviets, especialmente el de Petrogrado, dominado por mencheviques y socialistas revolucionarios. Mientras estos últimos controlaban los sóviets, los bolcheviques se opusieron tanto al Gobierno como a ellos.

El Gobierno provisional impulsó varias reformas, como la amnistía, el reconocimiento de las libertades civiles, la disolución de la policía zarista (okhrana) y la promesa de repartir tierras a los campesinos. También reconoció la independencia de Finlandia y Polonia y preparó elecciones para una Asamblea Constituyente. Sin embargo, mantuvo a Rusia en la Primera Guerra Mundial y pospuso reformas esenciales, lo que generó un creciente descontento.

El Ascenso Bolchevique y la Crisis del Verano

En abril de 1917, Lenin publicó las Tesis de abril, en las que pedía la ruptura con el Gobierno provisional y defendía que el poder debía pasar a los sóviets. Su lema “paz, pan y tierra” caló entre la población. En respuesta, mencheviques y socialistas revolucionarios formaron un gobierno de coalición en mayo, con Kerenski como ministro de Guerra.

En julio, tras el fracaso de una ofensiva rusa contra Alemania, los bolcheviques organizaron una manifestación armada para tomar el poder. La protesta fue sofocada, el Partido Bolchevique fue declarado ilegal, Lenin huyó a Finlandia y Trotsky fue encarcelado. Kerenski asumió el gobierno tras la dimisión del príncipe Lvov.

En agosto, el general Kornilov intentó un golpe de Estado para instaurar una dictadura militar y restaurar la autocracia zarista. Sin embargo, Kerenski recurrió a los bolcheviques y al sóviet de Petrogrado para frenarlo. Mencheviques, socialistas revolucionarios y bolcheviques se unieron contra Kornilov y convencieron a los soldados para que se pasaran al bando revolucionario. Esto debilitó aún más al Gobierno provisional y fortaleció a los bolcheviques.


Revolución de Octubre de 1917

El fallido golpe de Estado del general Kornilov debilitó al Gobierno de Kerenski y fortaleció a los bolcheviques, que se lanzaron a la toma del poder.

La Insurrección Armada

Entre septiembre y octubre de 1917, los bolcheviques se convirtieron en la alternativa más popular al Gobierno provisional. El sóviet de Petrogrado, presidido por Trotsky, así como los sóviets de otras ciudades, apoyaban su causa. La crisis económica, el desabastecimiento y el caos administrativo aumentaron el descontento. Lenin, regresado clandestinamente de Finlandia, convenció al Partido Bolchevique de iniciar una insurrección armada el 10 de octubre.

La noche del 24 al 25 de octubre, las tropas bolcheviques y la Guardia Roja tomaron puntos clave como bancos, estaciones y centrales telefónicas. El Palacio de Invierno, sede del Gobierno, fue asaltado con el apoyo del crucero Aurora. Kerenski huyó y los bolcheviques tomaron el control del poder.

El II Congreso de los Sóviets se reunió y, tras la salida de los mencheviques y socialistas revolucionarios, los bolcheviques lograron la mayoría. Se creó el Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin, con Trotsky y Stalin como miembros clave.

La Creación del Estado Soviético

Los bolcheviques adoptaron medidas para consolidar su poder y establecer un Estado socialista:

  1. El decreto sobre la paz: proponía un alto el fuego inmediato. En marzo de 1918, Rusia firmó el Tratado de Brest-Litovsk con Alemania, perdiendo Polonia, los países bálticos, Ucrania y Finlandia.

  2. El decreto sobre la tierra: se expropiaron tierras de terratenientes, la Iglesia y la Corona, entregándolas a los sóviets de campesinos. Se abolió la propiedad privada y la agricultura se organizó en koljoses (cooperativas agrícolas) y sovjoses (granjas estatales).

  3. Control obrero de fábricas y minas, aunque la productividad bajó por la falta de directivos y técnicos.

  4. Jornada laboral de 8 horas y derechos para los trabajadores.

  5. Derecho a la autodeterminación, lo que llevó a la formación de un Estado federal soviético en la Constitución de 1918.

Consolidación del Poder y Represión

Lenin consolidó su autoridad con medidas represivas: clausura de prensa opositora, creación de la Checa (policía secreta) y persecución de opositores. En noviembre de 1917, se celebraron elecciones para la Asamblea Constituyente, pero como los bolcheviques no obtuvieron la mayoría, Lenin la disolvió en enero de 1918, estableciendo una dictadura del proletariado bajo el Partido Comunista de Rusia. Esto condujo a la guerra civil.