Romanticismo: Expresión, Libertad y Conflicto en la Literatura

El Romanticismo: Una Nueva Concepción del Autor y la Literatura

El Romanticismo transformó profundamente el concepto de autor. Ya no se trataba de alguien que, siguiendo las leyes de la retórica tradicional, imitaba la realidad para producir una versión verosímil, como dictaba la mímesis aristotélica. En cambio, el autor romántico inventaba su propia realidad, impulsado por la inspiración y la fuerza creadora.

Ruptura con el Neoclasicismo: Sentimiento vs. Utilidad

  • Los escritores neoclásicos buscaban que la literatura fuera útil y deleitara a la vez.
  • Los románticos, en cambio, concebían la literatura como una expresión del yo. La lírica se convirtió en el género predilecto, y el lirismo se extendió a otros géneros, difuminando los límites entre ellos.

Libertad Creativa y Expresión Desenfrenada

Mientras que los escritores del siglo XVIII se adherían rigurosamente a las normas clásicas, los románticos defendían la libertad absoluta contra cualquier restricción estética. La poesía nacía del sentimiento, expresado de manera intensa, desordenada y a menudo confusa. El patetismo, la desproporción, la aceptación de los extremos y la expresión desmedida se convirtieron en características distintivas del Romanticismo, en contraste con la contención, serenidad y equilibrio del clasicismo. No sorprende que la época barroca, tan menospreciada en el siglo XVIII, fuera revalorizada en este período.

Innovación Formal: La Polimetría

La libertad creadora llevó a los románticos a romper con las rígidas normas neoclásicas impuestas en el siglo XVIII. La polimetría triunfó, con versos de dos a dieciocho sílabas estructurados en redondillas, quintillas, décimas y romances. Aunque también se siguieron utilizando sonetos, estancias, liras y silvas.

Lenguaje Exaltado y Recursos Expresivos

El poeta buscaba impresionar, lo que se reflejaba en el carácter exaltado de su lenguaje, con un predominio de rasgos expresivos como:

  • El uso de la interrogación y la exclamación, así como el empleo de interjecciones, para intensificar el dramatismo.
  • La utilización de puntos suspensivos para crear un ambiente de misterio o dar libertad a la imaginación.
  • La abundancia de palabras pertenecientes al campo léxico de los sentimientos, con especial uso de los adjetivos que ayudan a matizar la expresión de los estados de ánimo.

El Teatro Romántico: Conflicto y Pasión en Escena

El Romanticismo, con su imaginación, logró despertar el interés por el teatro, destacando el estreno en 1835 de Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas, y el gran éxito de Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, en 1844.

Temas y Conflictos Existenciales

El drama romántico expresaba el conflicto existencial de la época: el choque entre los ideales y la realidad, entre el individuo y la sociedad. El tema central era el amor, un amor apasionado que chocaba contra las normas sociales. Las relaciones entre los amantes eran conflictivas, a menudo marcadas por el matrimonio de uno de ellos o las diferencias de clase. Con frecuencia, la historia terminaba en tragedia, con el suicidio como desenlace. Este final desgraciado no implicaba una condena de la rebeldía amorosa, sino una defensa de la conciencia individual y del sentimiento como norma de conducta, por encima de las leyes y convenciones sociales. La defensa del adulterio o el suicidio por amor generó grandes polémicas con los neoclásicos, quienes acusaron al teatro romántico de inmoral y corruptor de la juventud.

Ambientación Histórica y Escenografía

Al igual que la novela de la época, el drama romántico solía situarse en un marco histórico, casi siempre medieval. Sin embargo, este marco carecía de rigor histórico, ya que no se buscaba reconstruir el pasado, sino situar en él los conflictos del presente, de la sociedad contemporánea. En esencia, el drama romántico abordaba los problemas del hombre romántico, ambientándolos en la Edad Media.

Importancia de la Escenografía y la Puesta en Escena

La escenografía adquirió gran importancia, con un predominio de ambientes medievales: castillos, monasterios, bosques… Esto se complementó con una mejora de las condiciones materiales de los teatros, que se convirtieron en locales construidos expresamente para su función, en sustitución de los precarios patios de comedias. De esta época data la distribución del teatro en escenario, patio de butacas, palcos, etc. Paralelamente, se desarrollaron aspectos técnicos como el vestuario, los decorados y los efectos de luz y sonido.

Finalidad del Teatro Romántico

Los románticos prescindieron de las normas neoclásicas, así como de la intencionalidad moralizante del teatro del siglo XVIII. Ahora, la finalidad no era educar al público, sino conmoverlo, emocionarlo.

El Verso como Medio de Expresión

Los dramaturgos románticos vacilaron entre el empleo del verso o de la prosa en sus obras, llegando a veces a mezclarlos, pero finalmente se impuso el verso, que perduraría hasta bien entrado el siglo XX.

En España, los dramas románticos no pudieron estrenarse hasta el cambio de régimen político derivado de la muerte de Fernando VII (1833).