Romanización de la Península Ibérica y Desamortización de Mendizábal: Dos Momentos Clave en la Historia de España

La Romanización de la Península Ibérica

La presencia de Roma en la Península Ibérica se prolongó desde finales del siglo III a.C. hasta principios del siglo V d.C. Durante ese tiempo, la Península conoció un intenso proceso de romanización.

La Conquista Romana

La sumisión a los romanos de los pueblos indígenas que habitaban en la Península Ibérica duró aproximadamente unos 200 años. Este proceso de conquista se realizó en etapas. La llegada de los romanos a la Península se produjo dentro del escenario general de la Segunda Guerra Púnica, que enfrentaba a Roma y a Cartago.

Amílcar Barca, un general cartaginés, formó un poderoso ejército con el fin de vencer a los romanos. De este modo, en 238 a.C. los cartagineses desembarcaron en Gadir (Cádiz) y en pocos años dominaron los pueblos del sur y sudeste peninsular, donde fundaron Cartago Nova. En el 220 a.C. Aníbal fue elegido jefe del ejército púnico e ideó la conquista de Roma desde la Península Ibérica y en su avance atacó la ciudad de Sagunto, cuyos habitantes fueron casi exterminados.

Primera Etapa de la Conquista Romana (218-197 a.C.)

Se inició cuando los romanos, como represalia a lo sucedido en Sagunto y con el fin de impedir el paso de Aníbal a Italia, enviaron a la Península dos ejércitos que desembarcaron en Ampurias y lucharon 12 años contra los cartagineses. Hasta 206 a.C. lograron dominar la costa mediterránea y expulsar a los enemigos.

Segunda Etapa (197-133 a.C.)

Comportó la conquista de la Meseta, que supuso una dura represión contra los lusitanos. Un caudillo lusitano, Viriato, se rebeló contra el poder de Roma e inició una guerra de guerrillas. Viriato fue asesinado por sus propios oficiales, que habían pactado la rendición a cambio de tierras y privilegios. Para someter a Numancia, el ejército romano rodeó la ciudad con campamentos para cortar el contacto con el exterior. Tras resistir ocho meses, la ciudad se rindió. En esta etapa también se conquistaron las Islas Baleares.

Tercera Etapa

La última etapa tuvo lugar a finales del siglo I a.C., ya en época de Augusto, cuando se iniciaron las guerras cántabras, por las que fueron sometidos cántabros, astures y galaicos. Finalizada la conquista de toda la península, sus habitantes quedaron integrados durante cinco siglos en el poderoso Imperio Romano.

Real Decreto de Desamortización de Bienes del Clero (1836)

Este texto se escribió en España el 19 de febrero de 1836, en esa época los progresistas estaban en el poder. La idea de este texto fue de Mendizábal y quien promulga la ley fue la madre de Isabel II, quien actuaba de regente al trono español. Iba dirigido en un primer plano a las altas esferas, es decir, la nobleza, la alta burguesía y clero, pero como más adelante veremos afectaría a toda la nación. Este decreto fue público, oficial y tenía un carácter nacional.

Según la naturaleza del texto, puede ser jurídico, ya que es un decreto, público y tiene básicamente un carácter económico. Hay que explicar en primer lugar por qué razón se escribió este decreto y es que el país estaba sumido en una deuda pública y para hacer frente a esa deuda se redactó esta declaración, esto está expuesto en el primer párrafo. En el segundo y el tercero se exponen las medidas que se van a llevar a cabo, como lo son la desamortización y el acaparamiento de distintos edificios destinados al Estado para que estos ocupen diversos cargos como servicio público, museos, etc.

Podemos definir la desamortización como el paso o proceso de hacer pasar las tierras de la mano de la nobleza, municipios, etc. (manos muertas) a otros propietarios con el fin de mejorar el rendimiento de la tierra. Este proceso de desamortización era imprescindible para mejorar la situación económica y con eso pagar la deuda pública que era el objetivo de María Cristina.

Cabe destacar que uno de los mejores pensadores del momento, Flórez de Estrada, se quejó de que las tierras no se entregaran a los pequeños propietarios o arrendatarios que fuesen fomentando una pequeña y mediana propiedad. El propietario seguiría siendo el propietario y siempre tendría beneficios. Aunque esta es una de las mejores propuestas, vemos que no se le hizo caso y esta propuesta no saldría adelante.

Objetivos y Consecuencias de la Desamortización

Lo único que saldría adelante es la desamortización.

Objetivos:

  • Validar la deuda pública.
  • Conseguir recursos para luchar contra el Carlismo.
  • Crear una base social que simpatizara con el liberalismo (conseguir seguidores).

Cómo se llevó a cabo la desamortización:

  • Se suprimieron las órdenes religiosas.
  • Se sacaron a subasta pública los bienes desamortizados y los pagos serían de dos maneras (en efectivo o en deuda pública con vales).

Consecuencias de la desamortización:

  • No fue una reforma agraria (intercambio de tierras y traspaso de propiedades) e incluso aumentó el número de latifundios (grandes extensiones de tierras públicas).
  • No se produjo un aumento de la producción agrícola.
  • No desapareció la deuda pública.
  • Quienes adquirieron estos bienes pertenecían al liberalismo más conservador.
  • Por último, se produjo una ruptura entre la Iglesia, ruptura entre el Estado español y la Iglesia de Roma. El país tomó un tono anticlerical.

En conclusión, no se consiguieron los objetivos previstos, se quedará pendiente en el país una reforma agraria que hasta el día de hoy no se ha llevado a cabo.