Revoluciones y Expansiones del Siglo XIX

Revoluciones de 1820

En España, el pronunciamiento obligó a Fernando VII a aceptar la Constitución de 1812. En Italia, las revueltas de los carbonarios en Nápoles obligaron a conceder una constitución. Estos movimientos carecían de apoyo social y acordaron utilizar en los congresos de Verona y Laybach la intervención militar allí donde hubiera levantamientos revolucionarios. En Rusia también fracasó el movimiento decembrista que quería implantar una monarquía constitucional.

Revoluciones de 1830

Comenzaron en Francia, donde la política conservadora del nuevo monarca, tendente a amordazar a la prensa y a la Asamblea, provocó un levantamiento popular.

Primavera de los Pueblos

En 1848, una nueva oleada revolucionaria sacudió Europa, caracterizada por un mayor carácter democrático y social motivado por diversas causas:

  • La crisis económica iniciada en 1847 que comenzó en el sector agrícola y se extendió hasta el industrial.
  • La actividad de los círculos liberales y nacionalistas que reclamaban regímenes constitucionales.
  • Las aspiraciones de la pequeña burguesía y de los trabajadores de participar en la vida política.

En Francia, el régimen burgués se enfrentaba a una creciente oposición, lo que generó una sublevación popular y la proclamación de la 2ª República.

Reacción Conservadora

Se produjo la reacción de las fuerzas conservadoras favorecida por la desunión de los revolucionarios:

  • En Francia, la alianza entre demócratas burgueses y las clases trabajadoras se rompió.
  • En Italia, la reacción del Imperio austriaco restableció la situación anterior en Toscana.
  • En el Imperio austriaco, el nuevo emperador aceptó una constitución.
  • En los estados alemanes, la Asamblea parlamentaria no prosperó por la falta de una unidad y la actitud reciente de Prusia.

Balance de las Revoluciones de 1848

Fueron inicialmente escasos, ya que en 1849 se volvió a la situación prerrevolucionaria. Sin embargo, la oleada revolucionaria de 1848 tuvo gran trascendencia:

  • En Francia, se afianzó el sufragio universal masculino.
  • En Italia, anticipó el proceso de la unidad nacional.
  • En el Imperio austriaco, fue abolida la servidumbre.
  • En los estados alemanes, la fortaleza del Estado preludió la futura unificación.
  • En toda Europa, se difundieron los ideales democráticos y nacionalistas y se abolieron los últimos vestigios del régimen señorial.

El Imperio Británico durante la Era Victoriana

Desde comienzos del siglo XIX, Gran Bretaña era la principal potencia del mundo, ya que su hegemonía naval permitía controlar buena parte del comercio internacional, y la Revolución Industrial terminó de consolidar su preponderancia.

La Política Internacional

El enorme imperio colonial llevó a Gran Bretaña a intervenir política y militarmente en gran parte del planeta:

  • Guerras del Opio que obligaron a China a realizar importantes concesiones comerciales.
  • Guerras de Crimea (su objetivo era detener el expansionismo de Rusia).
  • Revuelta de los cipayos (asumió directamente la administración).
  • A lo largo del siglo XIX incorporó también enormes territorios en África, Asia y en el Pacífico.

Francia durante el Segundo Imperio

En el año 1851, Luis Napoleón siguió los pasos de su tío y dio un golpe de estado que acabó con el régimen republicano. En el ámbito interior, Francia tuvo un importante crecimiento económico, manifestado en la expansión industrial, ferroviaria y financiera. En cuestiones políticas, Bonaparte intentó aplicar un contradictorio liberalismo autoritario que trató de compatibilizar un gobierno personalista con elementos democráticos. La Constitución de 1852 le había concedido el poder ejecutivo y el militar, así como el control judicial. Debido al crecimiento económico, París fue reformada bajo la dirección del barón Haussmann y se construyeron amplias avenidas, parques y edificios.

La Política Exterior de Napoleón III

Intentó hacer de Francia una potencia, aunque tuvo graves errores:

  • Participó activamente en la política italiana.
  • Desarrolló una política imperialista que le dio frutos en el norte de África e Indochina.
  • Su fracaso principal fue el intento de evitar la formación de una poderosa Prusia.

La Expansión de Estados Unidos

Estados Unidos había ido ampliando sus territorios y colonizando las extensas llanuras del oeste en una expansión favorecida por la inmigración europea que se llevó a cabo por distintos métodos:

  • La compra de territorios.
  • La ocupación de los territorios indígenas.
  • La guerra contra México.

La Guerra de Secesión

Existía una gran rivalidad entre los estados del sur, agrarios y defensores de la esclavitud y del librecambismo, y los estados del norte, que eran más industrializados. La subida al poder de Abraham Lincoln (partidario de abolir la esclavitud), aumentó la tensión y la mayoría de los estados del sur rompieron con la Unión, elaboraron una nueva constitución, crearon una confederación de estados y eligieron a un presidente propio. El gobierno no aceptó la separación y estalló la Guerra de Secesión (1861-1865).

Estados Unidos tras la Guerra

La reunificación implicó la reconstrucción del sur y una expansión del capitalismo. La extensión del ferrocarril fue una potencia económica y política. La primera manifestación fue la Guerra hispano-norteamericana y la pérdida de las últimas posesiones coloniales españolas y la reafirmación del nuevo imperialismo estadounidense.

Japón Tradicional

Japón era un país prácticamente feudal:

  • El gobierno residía en el emperador.
  • El poder efectivo lo tenía el gobernador dictatorial.
  • El shogunato se sustentaba en el apoyo de los daimios (nobles terratenientes).
  • La mayoría de la población vivía sometida a un régimen feudal de servidumbre hacia la nobleza.

La Revolución Meiji

Japón experimentó una fuerte modernización llamada Revolución Meiji que tuvo lugar a partir de 1868. El gobierno imperial inició una política de reformas:

  • Se promulgó una constitución.
  • El régimen feudal y la servidumbre quedaron suprimidos y se establecieron el servicio militar y la instrucción pública obligatorios.
  • En el terreno económico, las novedades convirtieron a Japón en una gran potencia, lo que llevó a emprender una política de expansión imperialista.