La Revolución Rusa y el Periodo de Entreguerras
La Revolución Rusa, ocurrida en 1917, se desarrolló en dos fases: la Revolución de Febrero y la Revolución de Octubre. Este proceso revolucionario derrocó la monarquía del zar Nicolás II y estableció el primer gobierno comunista-socialista, dando origen a la Unión Soviética.
Antecedentes: Condiciones Previas en Rusia
A principios del siglo XX, Rusia era una potencia con un marcado atraso económico, social y político.
Aspectos Económicos
Rusia era un país preindustrial con un sector agrícola predominante. La tierra estaba concentrada en manos de la aristocracia, la corona, la iglesia y unos pocos agricultores acomodados, lo que limitaba la capacidad del sector agrario para satisfacer las necesidades de la población. La industrialización, tardía, dependía en gran medida del capital extranjero.
Aspectos Sociales
Rusia era un vasto imperio de más de 22 millones de km², con una gran diversidad étnica, lingüística y religiosa. Su población superaba los 120 millones, de los cuales 100 millones eran campesinos organizados en aldeas (MIR).
Clases Sociales
- Aristocracia: Mantuvo privilegios feudales hasta 1861, poseía grandes haciendas, recibía altas rentas y llevaba un estilo de vida lujoso, en contraste con la miseria del campesinado.
- Burguesía: Era pequeña y tenía poco peso social y político.
- Proletariado: Aunque reducido, estaba altamente politizado.
- Clase Media: Era casi inexistente, formada por profesionales, comerciantes y campesinos libres.
Aspectos Políticos
Rusia era un estado totalitario gobernado por el zar Nicolás II, de la dinastía Romanov, con poder absoluto apoyado en la nobleza, el clero, el ejército y la policía política. Aunque existía la Duma, el zar podía disolverla a su voluntad. No había libertades políticas y los opositores eran perseguidos y deportados a Siberia.
Consecuencias del Atraso en Rusia
Rusia experimentó un declive frente a las potencias europeas entre los siglos XIX y XX. Sufrió derrotas en la Guerra de Crimea, la Guerra Ruso-Japonesa y la Primera Guerra Mundial. Internamente, enfrentó rebeliones campesinas, que fueron brutalmente reprimidas.
Partidos Políticos Revolucionarios
- Partido Socialista Revolucionario: Fundado en 1901 y liderado por Kerensky, promovía una sociedad colectivista rural, con apoyo principalmente del campesinado.
- Partido Constitucionalista Democrático: Fundado en 1905 por Milyukov, era un partido liberal que apoyaba una república parlamentaria al estilo occidental.
- Partido Obrero Socialdemócrata Ruso: Fundado en 1898, con ideología marxista. En 1903 se dividió en dos facciones:
- Mencheviques: Liderados por Plejanov y Mártov, apoyaban una revolución obrera y campesina, pero con una transición democrática-burguesa antes del socialismo. Fomentaron alianzas con la burguesía para derrocar al zarismo y modernizar Rusia.
- Bolcheviques: Liderados por Lenin, buscaban tomar el poder luchando contra el zarismo y la burguesía, creyendo que una minoría revolucionaria podía lograrlo sin una revolución burguesa previa.
Causas de la Revolución Rusa
El descontento en Rusia aumentó debido al rechazo a la dictadura del zar Nicolás II, las grandes pérdidas en la Primera Guerra Mundial, la opresión histórica del campesinado y la crisis económica provocada por la inflación y el hambre, lo que llevó al estallido de la Revolución.
Causas Económicas
La mala gestión del zar Nicolás II y la crisis de la Primera Guerra Mundial empeoraron la situación en Rusia. La movilización del ejército dejó vacías las fábricas y granjas, causando escasez de alimentos y desabastecimiento. Los obreros, con jornadas largas y bajos salarios, iniciaron huelgas por mejores condiciones. La represión de estos movimientos y la paralización del sistema ferroviario fueron respuestas a la crisis.
Causas Sociales
El régimen zarista oprimió a las clases bajas, donde el 85% eran campesinos. Aunque la emancipación de 1861 les otorgó tierras, estas eran insuficientes para vivir, provocando revueltas. La Primera Guerra Mundial agravó la crisis, con campesinos emigrando a ciudades sobrepobladas y con pésimas condiciones. En 1917, el hambre amenazaba a las grandes ciudades rusas.
Causas Políticas
Desde 1904, los trabajadores rusos vivían en malas condiciones, con largas jornadas, bajos salarios y sin seguridad. Las huelgas fueron reprimidas por el zar Nicolás II. En 1916, tras perder casi 2 millones de soldados, la DUMA advirtió al zar sobre un desastre inminente si no se implementaban reformas constitucionales.
1917: Revolución de Febrero
La Revolución de Febrero comenzó con protestas en San Petersburgo debido a la escasez de alimentos y el descontento por la Primera Guerra Mundial. El 25 de febrero, los soldados se unieron a los huelguistas, y se formó un soviet en Moscú. El 27 de febrero, se estableció un Gobierno Provisional presidido por Lvov, con Kerensky como ministro de Guerra y Justicia, marcando el fin del régimen zarista. El 3 de marzo de 1917, Nicolás II abdicó por la falta de apoyo del ejército, poniendo fin a la dinastía Romanov. Se estableció una República y un Gobierno Provisional formado por liberales y socialistas moderados, que intentó convertir a Rusia en una nación democrática al estilo occidental.
Gobierno Provisional
El Gobierno Provisional buscó una revolución democrática burguesa con el apoyo de los mencheviques. Implementó reformas liberales, abolió la policía y creó una milicia popular. Permitió la libertad de expresión, pero continuó en la Primera Guerra Mundial. El 16 de abril de 1917, Lenin regresó a Petrogrado, apoyado por el Estado Mayor Alemán, que conocía su oposición a la guerra.
El Gobierno Provisional fracasó por varios motivos: la decisión de continuar la guerra, la debilidad de la burguesía, la presión de los soviets y la oposición de Lenin y Trotsky. La guerra heredada del zarismo agravó la crisis económica y el descontento popular. La falta de reformas impulsó a los bolcheviques, y Lenin proclamó “todo el poder para los soviets”, acusando al gobierno de haberse dejado seducir por el poder.
1917: Revolución de Octubre
El apoyo de los Soviets al Gobierno Provisional contra el golpe de Kornilov creó una dualidad de poderes: el legal, de Kerensky, y el real, liderado por Lenin y Trotsky. Estos planearon una insurrección armada, y el 25 de octubre de 1917, tras apoderarse de puntos clave de la capital, los Soviets tomaron el Palacio de Invierno, consumando la caída del Gobierno Provisional. Trotsky declaró que el poder había pasado a los soviets. Los miembros del Gobierno Provisional fueron detenidos, salvo Kerensky, que huyó. Se formó un Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin, que sustituyó al gobierno derrocado. La Revolución Soviética triunfó, culminando la fase revolucionaria.
El Periodo de Entreguerras (1919 – 1939)
Este periodo, desde el Tratado de Versalles hasta el inicio de la II Guerra Mundial, fue una tregua donde se intentó erradicar la guerra. Sin embargo, el sistema internacional creado no pudo contener el descontento de los países derrotados en la I Guerra Mundial, que se prepararon para un nuevo conflicto.
Los Locos Años 20
Durante la década de 1920, la economía de EE. UU. creció gracias al consumo y al crédito. La especulación financiera y el aumento del crédito generaron altos niveles de endeudamiento, tanto en empresas como en particulares, quienes compraban productos e invertían en la Bolsa.
Situación del Mundo (1920)
El Tratado de Versalles (1919) impuso a Alemania duras sanciones: pago de deudas de guerra, pérdida de territorios, su imperio colonial y el 15% de su territorio, reducción del ejército, zona desmilitarizada, y entrega de flota y armamento. Estas condiciones fueron vistas como injustas por Alemania, alimentando el deseo de revancha.
La Situación Económica de Posguerra
Tras la Primera Guerra Mundial, la hegemonía económica se desplazó a EE. UU. y Nueva York se convirtió en el centro financiero mundial. La economía europea enfrentó dificultades, pero a partir de 1923, se produjo un crecimiento económico, con menos paro y mejoras en el nivel de vida.
La Sociedad de Masas
Durante la primera mitad del siglo XX se consolidó la sociedad de masas, destacándose por la mayor participación política, la aparición de la sociedad de consumo, un nuevo concepto de ocio relacionado con el cine y la radio, y la emancipación de la mujer, que accedió al trabajo y la política.
La Gran Depresión
La Crisis Económica de 1929
El Crack de Wall Street, iniciado el Jueves Negro (24 de octubre), provocó una caída drástica en las acciones, con la venta masiva de 13 millones de acciones. Esto causó quiebras bancarias, pérdida de ahorros y bancarrota de empresas. La caída de los precios afectó a productores y comerciantes, mientras que el cierre de empresas generó desempleo, lo que a su vez detuvo el consumo.
La Crisis Económica Mundial
La caída de Wall Street tuvo un impacto global, aunque la URSS logró superar la crisis. EE. UU. rescató sus inversiones en Europa, lo que causó la quiebra de bancos y empresas europeas. Además, el comercio internacional disminuyó, afectando los precios de las exportaciones.
Solución de la Crisis Económica
Bajo la presidencia de Franklin D. Roosevelt (1933-1945), EE. UU. implementó el New Deal, que consistió en la intervención estatal para generar empleo e inversión. Incluyó la rearticulación del sistema financiero, obras públicas, subsidios agrícolas, reactivación industrial y salario mínimo. Estas medidas, influenciadas por el keynesianismo, marcaron el origen del Estado de Bienestar.
Fascismo y Nazismo
El Surgimiento del Fascismo en Italia
Italia, a pesar de ser parte del bando vencedor, obtuvo pocas ganancias territoriales, lo que causó frustración. En 1919, Benito Mussolini fundó los Fasci di Combatimento, que se convirtió en el Partido Nacional Fascista en 1921. El término “Fascista” proviene de “Fasce”, símbolo de autoridad romana.
Régimen Fascista
En octubre de 1922, Mussolini y sus milicias (camisas negras) realizaron la “Marcha sobre Roma”, lo que le permitió acceder al poder. En 1925, asumió la dictadura y fue nombrado Duce, convirtiendo a Italia en un Estado fascista y corporativo.
El fascismo se caracterizó por ser antidemocrático, con un líder todopoderoso y un partido único, control estatal sobre la economía, educación, cultura y medios, y un fuerte culto al líder. También promovía el militarismo, la violencia, el anticomunismo, el nacionalismo y el imperialismo.
Nazismo
Surgimiento del Nacionalismo en Europa
En 1930, la República de Weimar enfrentó la crisis económica de la Gran Depresión, con aumento del desempleo e inflación, lo que empobreció a la población. El Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP), liderado por Adolf Hitler, se convirtió en la segunda fuerza política. En 1933, Hitler fue nombrado Canciller, dando inicio al III Reich.
El Régimen Nazi
El régimen nacionalsocialista fue ultranacionalista, anticomunista y antidemocrático, liderado por un Führer y un partido único. Se basó en la superioridad racial, el pangermanismo y la teoría del espacio vital. Utilizó el terror y la violencia política, implementando una “limpieza étnica” contra judíos, gitanos, eslavos, personas con discapacidad y otras minorías. Además, controló los medios de comunicación, el arte y la cultura mediante propaganda para cooptar a toda la sociedad.