La Revolución Renacentista
En este ambiente cultural se dio lugar a una verdadera revolución. Culturalmente hablando, la caída del imperio bizantino, la transfusión cultural que produjo el mundo árabe y la aparición de la imprenta, supuso una universalización del pensamiento griego y romano que había sido condenado al ostracismo. A lo largo del siglo XV en Italia y del XVI y XVII en el resto de Europa, se llevó a cabo una verdadera transformación del mundo. El Renacimiento abrió las puertas a la Edad Moderna que concluirá con la Ilustración en el siglo XVIII.
A. Física y Astronomía
En el campo de la Física, el ya mencionado Giordano Bruno defendió un materialismo atómico entre otras muchas cosas. Tycho Brahe afirmó que la esfera de las estrellas que Aristóteles consideraba fijas estaba en movimiento. Kepler acabó definitivamente con el modelo ptolemaico en astronomía y con la comprensión aristotélica del movimiento de los astros. Poco después, Galileo termina por romper la Física aristotélica dando una explicación completamente nueva del movimiento sublunar. Los pilares del pensamiento se iban resquebrajando cada vez más, por mucho empeño que pusiera la inquisición en evitarlo.
B. Filosofía
En la filosofía, al igual que en la física, fueron apareciendo grupos de pensadores que impulsaron la liberación de la razón. Los movimientos del humanismo y de la Reforma protestante volvieron a colocar al ser humano en el centro del universo. En el humanismo, el ser humano ya no era una criatura que vivía por y para Dios, sino un ser que trata de alcanzar la felicidad a través de la plenitud de la vida. Para Lutero, ni en la lectura de la Biblia ni en la confesión de los pecados era necesario que el sacerdote se interpusiera entre los individuos y Dios. Cada individuo era libre de interpretar la Biblia de forma íntima y personal.
La caída de Bizancio obligó a los grandes sabios herederos de Grecia y Roma a emigrar a Italia huyendo del imperio Otomano. Trajeron consigo innumerables obras dadas por perdidas. Se dedicaron plenamente al estudio del griego y a la traducción de estas obras. La siguiente generación de humanistas también se dedicaron a defender las teorías de clásicos griegos, dando lugar a la revolución científica del Renacimiento.
En España, este movimiento humanista tuvo sus particularidades. Si en Florencia y en Venecia los humanistas se dedicaron al mundo griego, en España los primeros humanistas se dedicaron al hebreo, al árabe y a la tradición judeocristiana. La aportación de España a la revolución científica de esta época fue prácticamente nula. Algunos humanistas del estilo europeo tuvieron que emigrar (Luis Vives) o reorientarse religiosamente (Antonio Nebrija).
El Descubrimiento del Método
En la filosofía de Descartes, el hombre solo puede pasar a una vida plena de consciencia. Descartes plantea la necesidad y la búsqueda de un método para la filosofía. Son dos elementos claves:
- Rechazo de la escolástica: Descartes enumera las razones que le llevan a tratar de rehacer todas las verdades. En la modernidad se busca la claridad del pensamiento, se trata de huir de la escolástica. Nace aquí la necesidad del método.
- El método científico: Descartes inicia la búsqueda del método. El lugar más sencillo es la ciencia. En aquel periodo, son dos grupos de ciencias las que más destacan: matemáticas y lógica, y por otro lado la física, y poseen una metodología diferente. La física inaugura el método experimental, mientras que las viejas matemáticas y la lógica siguen con el método deductivo.
- El método físico: Presupone que todo conocimiento se inicia en la experiencia, en la observación. Los filósofos que tomaron como modelo este método acabarán denominándose empiristas.
- Método deductivo: Usado por las matemáticas y la lógica, considera que todo nuestro conocimiento proviene de unos primeros principios, a partir de los cuales se van deduciendo todas las demás verdades.
Establece 4 reglas para este nuevo método que le deberían servir para poder avanzar en el camino del conocimiento:
- El criterio de verdad: la claridad y la distinción de las ideas: todo hombre posee el poder para distinguir lo falso de lo verdadero, lo que él denomina evidente. El individuo, a solas con su razón, debería ser capaz de determinar qué es lo verdadero y qué es lo falso.
- El análisis: consiste en desmenuzar la complejidad en los elementos simples que la componen. Si se quiere comprender un fenómeno complejo, lo primero sería dividirlo en sus elementos más simples y analizar esa complejidad.
- La síntesis: debemos estudiar uno por uno estos elementos simples para ver si sobre alguno de ellos podemos tener claridad y distinción.
- Clasificación y ordenación: esta última regla del método consiste en hacer una recapitulación de todo lo obtenido anteriormente. Para Descartes, estas 4 reglas representan el modo originario en el que procede la razón en su estado natural. Este método pretende enseñar cómo proceder en las argumentaciones, y por otro lado posee un carácter estructural, en tanto que pretende ser una descripción de la estructura interna de la razón.
Aplicación del Método a la Reflexión Filosófica
- Planteamiento de la duda metodológica: El objetivo de Descartes es encontrar un método para la filosofía y conseguir su progreso. La duda metodológica significa no dar por válido nada que no aparezca en mi mente con total claridad y distinción. Descartes introduce la duda sobre prácticamente todos los contenidos de su mente. No duda porque crea que todo es falso y que alcanzar la verdad es imposible, sino que la duda es el primer paso para alcanzarla. La otra duda es la duda escéptica, que consideraban que la verdad era inalcanzable por el ser humano. Esta duda la introduce Descartes en dos niveles:
- Respecto de los contenidos que hay en mi mente provenientes de los sentidos, Descartes dice que debemos dudar.
- Respecto de las verdades matemáticas es más difícil dudar. Estas, según Descartes, son claras y distintas.