El autor hace un esfuerzo para distanciarse de lo que Bloom denomina “la ansiedad de la influencia”. Hay una serie de influencias artísticas, y el creador original debe separarse para crear su propia obra original.
Consecuencias de su obra:
o Deja únicamente la canonicidad de un autor en el criterio de la originalidad o de la estética, que se separa de las normas vigentes en la tradición contemporánea en la que se escribe, pero se olvida de las fuerzas sociales institucionales. No incluiría ni a Virgilio ni a Dante, y por tanto se dejaría fuera también a todas las tradiciones clásicas que han influido en toda la posteridad. Están ahí no por una originalidad radical, sino por una trascendencia y un relieve posterior inabarcable. Son los contemporáneos los que a partir de instituciones, etc., determinan las obras que deben estar en el centro del sistema.
O El canon occidental, tal y como lo concibe Bloom, olvida autores fundamentales en la historiografía común. Su canon, por tanto, no se adscribiría a la idea de “canon”, porque su tesis fundamental es la originalidad como criterio. Se ha comprobado que la originalidad no es un criterio exclusivo, precisamente porque los autores trascendentes son los que han continuado sus fuentes y su tradición pero han innovado. Ni los griegos lo fueron, pues tradujeron al papel lo que las fuentes orales de los bardos aportaban. La originalidad desde cero, el adanismo, no existe en literatura.
Se ha demostrado que para crear un canon que realmente tenga trascendencia es necesario el poder de la institución. Hay fuerzas que están interviniendo en este debate. Lo que Bloom hace es un canon personal, vocacional (W. Mignolo), un canon subjetivo, que parte de la vocación individualista. Por parte de Mignolo, el canon epistémico estaría regido por un criterio contrastado, objetivo, de base teórica. Frank Kermode
Autor de una obra muy interesante titulada Formas de atención, fundamental en la teoría norteamericana. Nos dice que hay un control institucional de la interpretación.
Que es precisamente el comentario, la crítica, la que otorga canonicidad a las obras literarias. Si la institución no le aporta relieve a una composición, esa obra se pierde.
Su canon parte de la idea de que la crítica es el motor fundamental que va activando ese diálogo del hombre con los libros. Su concepción de canon es más abierta, porque dice que para que un texto perviva se tiene que hablar de él en la crítica. La mejor obra puede estar sin descubrir porque nadie le ha dedicado una reséña ni se ha hablado de ella por parte de la crítica.
La obra de Cervantes se interpretó desde una perspectiva ROMántica, en el XVIII con los ingleses. Quijote era el idealista, el caballero que buscaba los ideales, y Sancho en cambio era el realista, la antípoda.
Los cuadros de Botticelli fueron descubiertos mucho después, y fue fundamental para el resto de obras pictóricas posteriores.
En la teoría de Kermode predomina la recepción también, se puede vincular a la estética de la recepción en cierto modo.
Conclusiones:
o Busca ir al punto de la recepción literaria, centrada en la crítica, la que emite el comentario. Esta concepción de canon ya no es subjetiva ni vocacional, porque para Kermode influyen las fuerzas históricas y los cambios en la interpretación. Hay un control institucional que está regulando la interpretación, y ese comentario se reaviva cuando la interpretación se reaviva según la época que la haga. O La canonicidad va variando, los horizontes normativos cambian, y cambia ese diálogo, porque hay muchas interpretaciones de una misma obra.
– Cómo se puede formar un canon.
Cómo las teorías sistémicas pueden influir en la formación del canon. Tienen su inicio en el formalismo ruso, analizar la obra en su inmanencia. Pero en una segunda fase del formalismo había autores que hablaban de la sustitución de sistemas. Tinianov, fundamental, contempla esto. Las teorías sistémicas contemplan el cambio, entonces la idea de Tinianov, aunque no fuera hacer un canon, sí que podía incluir el cambio en el formalismo ruso.
La sustitución de sistemas, o series literarias, pueden ser consideradas series no literarias. Tinianov formula esto como forma de evolución dinámica, pero no pone ejemplos prácticos. P.E, el sistema literario de la tragedia isabelina es muy distinto a la novela gore de después. Son reflexiones que van evolucionando.
En el formalismo ruso, Sklovsky, hablaba del extrañamiento, y tampoco quería hacer un canon literario, pero al ver que había obras que supónían un extrañamiento para el sistema, nos habla de una literatura canonizada frente a una no canonizada.
Mukarovski también habla del cambio, desde la escuela de Praga, y nos dice en Función, norma y valor estético como hechos sociales que las normas literarias varían en función de la época, y según pasa el tiempo. Distingue entre artefacto (ste) y objeto estético (sdo), ese ste cambia o varía en su sdo en función de la época. Entonces si el artefacto es el Quijote, el objeto va variando según cuándo se lea.
En la Semiótica de la cultura de Lotman, habla de la semiosfera, una esfera compuesta de círculos semióticos donde se establece la canonicidad de la obra literaria. La semiosfera es importante en las teorías sistémicas porque respeta la variabilidad. Las obras centrales pueden volverse periféricas, etc. También habla del continuo diálogo, de la estética de la identidad y de la estética de la negación o de la vanguardia.
Dentro del canon, las teorías sistémicas rompen con la radicalidad, porque nos dicen que el propio dinamismo de la literatura cambia, pero en una tensión continua, que en función de la época los elementos se desplazan del centro a la periferia. De esta forma, esta visión radical de Occidente frente a Oriente queda erradicada.
– Conclusión más o menos general: Los debates en cuanto al canon se han abordado desde distintas perspectivas, desde muchos enfoques, y no se ha llegado a una postura unánime. Los debates se pueden aplicar a muchas formas literarias. Esta última consiste en ver el canon como un sistema dinámico que rompa con la concepción Occidente / Oriente. Las fuerzas institucionales son las que regulan este canon en tanto a interpretación.
El canon necesita de criterios objetivos y teóricos para establecerse. El ensayo de T.S Eliot, La tradición y el talento individual habla de esto.