La Renovación Poética a Principios del Siglo XX: La Generación del 27
La renovación poética a principios del siglo XX se caracteriza principalmente por la aparición de un grupo de poetas, aunque también hubo novelistas y cineastas, nacidos entre 1890 y 1902 aproximadamente. Este grupo es conocido como la Generación del 27.
Características de la Generación del 27
- Formación universitaria.
- Origen familiar acomodado.
- Ideales liberales y progresistas, acordes con la educación recibida.
- Al proclamarse la Segunda República, casi todos colaboraron con el nuevo régimen y, al acabar la guerra, buena parte de ellos se exiliaron por temor a las represalias del régimen franquista.
- Deseo de modernizar las letras españolas, comenzando por la poesía.
- Participación directa en determinadas revistas de la época.
- Coincidencia en Madrid y en la Residencia de Estudiantes en los años 20.
Etapas de la Generación del 27
En el estudio de la Generación del 27 como grupo poético, hay que distinguir dos etapas:
- La trayectoria del grupo hasta 1936.
- La trayectoria del grupo a partir de 1936.
1) Durante el primer periodo, el grupo se mantuvo bastante unido por relaciones de amistad y por compartir los mismos gustos estéticos, por lo que casi todos ellos atravesaron en ese tiempo idénticos cambios de rumbo estéticos.
2) En cambio, al producirse la Guerra Civil todo cambió para ellos: unos, como Lorca, fueron asesinados, y otros que colaboraron con el gobierno republicano, se vieron obligados a marchar al exilio antes de acabar la guerra. En el exilio perdieron el contacto unos de otros y su obra se volvió cada vez más personal e independiente, conforme al rumbo que cada uno siguió.
A su vez, dentro de la primera etapa debemos distinguir dos subfases:
a) La época de la poesía pura (desde 1922 hasta 1928).
b) La época del surrealismo y de la rehumanización (1928-1936).
Durante la época de la poesía pura, el grupo acepta como guía la figura y obra de Juan Ramón Jiménez. Los poemas que estos jóvenes escriben entonces son cada vez más minoritarios, más intelectuales, como búsqueda que son de la belleza, lo que encubre todo tipo de sentimientos vitales del autor. Suelen componer también, por lo general, poemas breves donde la metáfora y la imagen constituyen fundamentos básicos. Finalmente, el hermetismo y la dificultad de comprensión son los resultados últimos de esta manera de poetizar. Todo ello encaja muy bien en una época donde la poesía de Góngora y los primeros movimientos de vanguardia hacen furor en esta generación poética.
La difusión en España a partir de 1928 del surrealismo rompió la unidad del grupo, y algunos miembros del mismo, como Salinas o Guillén, se fueron separando poco a poco. La razón de ello se debía a que el surrealismo proponía ideas y comportamientos que a esos dos poetas les parecían demasiado avanzados. La rebeldía y el afán de hacer público lo más íntimo de una persona, que proponía el movimiento surrealista, no iba con ellos. En cambio, Lorca, Cernuda y los demás del grupo veían en esas propuestas la liberación para tantos traumas que llevaban ocultos.
Siguiendo esa senda del surrealismo hasta aproximadamente 1932-33, se compusieron algunos de los mejores libros de versos en nuestra lengua de todo el siglo XX. A partir de ese momento y hasta 1936, se producirá un proceso gradual de rehumanización de nuestras letras que acabará en un regreso al romanticismo o neorromanticismo, moda estética que triunfa hacia 1935 y que se truncó por la Guerra Civil.
Principales Autores de la Generación del 27
Pedro Salinas
Considerado como el poeta del amor, comparado con Bécquer y Garcilaso. Trata el amor en todas sus variantes, desde el amor doloroso hasta el amor triunfante, pasando por el amor reflexivo, el íntimo, el confidencial y el adulante. Pero siempre habla del amor que el autor ha vivido, es decir, su amor es auténtico, pleno de sensibilidad humana, y expresado siempre de forma ingeniosa y muy bella.
Su primer libro de versos lo tituló Presagios y lo publicó en 1923. En él recoge lo mejor de su poesía juvenil y quizás sea su mejor trabajo. Tras él, seguirían entre otros los titulados: Fábula y signo, La voz a ti debida, Razón de amor, El contemplado, Todo más claro y otros poemas.
Jorge Guillén
Próximo a la poesía pura, apenas le influyeron movimientos claves de su tiempo como el surrealismo, por lo que algunos críticos le han considerado dentro de su grupo generacional un poeta de transición. Desde sus primeros poemas aparece como un escritor muy maduro; le distingue un especial cuidado por la disposición topográfica de los versos, por su lenguaje muy fino y por la ordenación precisa de los poemas. Al final, el lector obtiene de todo ello la sensación de hallarse ante un poeta muy clásico. Sus versos son cortos y las estrofas condensadas, como la décima. Sobre esas bases compuso diferentes libros de versos que reunió en un volumen genérico titulado Aire nuestro.
Luis Cernuda
Hombre de carácter difícil, inestable y con cambios continuos de humor, lo que le llevó a tener bastantes problemas de relación con las gentes. Era además muy sensible, se refugió en la literatura. Podemos leer sus versos como una biografía personal. Gran admirador de Bécquer y Garcilaso, fue también un gran amante del mundo nórdico, en especial el de raíz inglesa. Por todo ello su poesía es enormemente rica en acentos e influencias, sobre todo en su obra de exiliado. Gran crítico literario, pero muy radical en sus análisis. Toda la poesía de su vida la reunió en un volumen titulado La realidad y el deseo, por hallar ahí expresado cuanto alcanzó en su vida (la realidad) y cuanto quiso y no pudo (el deseo).
Bajo el influjo surrealista compone Un río, un amor y Los placeres prohibidos; y bajo el influjo neorromántico queda su libro de versos Donde habite el olvido. Ya en el exilio, el alejamiento físico y moral de su país hizo que su poesía se hiciera cada vez más singular y más amarga por el sentimiento de olvido con que el autor se sentía tratado. Para nosotros esa poesía se hace cada vez más interesante en libros como Vivir sin estar viviendo y Desolación de la quimera, su último trabajo y probablemente el mejor.
Federico García Lorca
Representa la fusión entre tradición y vanguardia. Poseía una imaginación tan desbordante y una facilidad compositiva tan enorme, que a menudo se le ha comparado con Lope de Vega. Está abierto a cualquier influencia y todo le interesaba. Los dos grandes temas que le obsesionaron durante toda su vida fueron la frustración del hombre y el destino trágico de la vida. Dueño de los registros más variados del lenguaje, Lorca sabe adaptarse en todo momento a la obra que busca, y lo hace siempre de manera genial.
Comienza imitando los últimos resortes del modernismo, pero hacia 1922 ya ha alcanzado su voz propia y de ello nacerán tres grandes libros de versos (que constituyen su primera etapa como poeta): Canciones, Poema del cante jondo y Romancero gitano. Los tres son un homenaje al folclore andaluz. Romancero gitano quizás sea el mayor de los tres; si aparentemente sencillo por su forma estrófica, el romance, el libro resulta difícil de entender para el lector por la gran cantidad de imágenes cultas y metáforas barrocas que lo inundan. Los protagonistas del libro son gitanos, con quienes el autor se identifica y que aparecen siempre perseguidos por un poderoso que les impide verse realizados como personas y como seres libres. Es un libro que dio fama internacional a Lorca. Los poemas suelen ser breves y construidos en un lenguaje sugerente.
Con Poeta en Nueva York, libro escrito entre 1929-1930, entramos en una nueva fase de la poesía lorquiana. Ahora es el surrealismo el que llena todo en la vida y obra de Lorca. Los poemas están escritos en verso libre y las imágenes oníricas (pertenecientes a los sueños) inundan todos los versos. Lorca ha conocido Nueva York, a donde conduce el mundo del progreso: a la deshumanización, a hacer del hombre un esclavo de la máquina. De ahí que él protesta y se revela contra ese mundo llamado civilización y desemboca contra él todo su desagrado. El protagonista ahora de los versos es el negro, otro ser marginado como el gitano y con quien Lorca se siente identificado.
Hacia 1935 y coincidiendo con la moda neorromántica que se vive en nuestro país, Lorca entra en un último ciclo poético. Coincide con un momento de plenitud amorosa que se traslada a un conjunto de poesías que quedará inconcluso por su muerte: Sonetos del amor oscuro. Aunque la forma estrófica elegida sea muy clásica, el contenido es todo pasión, todo gozo de saberse el poeta correspondido y de vivir un momento con toda intensidad. Aquí encontramos lo mejor del lenguaje poético de Lorca y el comienzo de lo que pudo ser una de las colecciones amorosas de mayor alcance de nuestra poesía.