René Descartes: Fundamentos de su Pensamiento
Contexto Histórico y Biográfico
Nacido en La Haye en Touraine (Francia) en 1596, René Descartes estudió en el colegio jesuita de La Flèche. Aunque prefería el estudio autodidacta en la biblioteca, asistía a clases para resolver dudas, familiarizándose con la filosofía aristotélica. Posteriormente, su interés se volcó hacia la física y las matemáticas. Publicó obras fundamentales como el Discurso del método (1637) y las Meditaciones metafísicas (1641). Proveniente de una familia acomodada, su independencia económica le permitió dedicarse a la filosofía, aunque retrasó algunas publicaciones por temor a conflictos similares a los de Galileo. Su búsqueda filosófica nace de una profunda insatisfacción personal y un sentimiento de vacío intelectual, buscando un fundamento cierto e indudable en una época de crisis sin modelos físicos o políticos claros. Su punto de partida es el cuestionamiento del “Yo”.
Influencias y Punto de Partida
Teología y Filosofía Tradicional
Descartes consideró que la teología y la filosofía escolástica no le ofrecían la certeza que buscaba, lo que le llevó a explorar otras vías.
Matemáticas
Vio en las matemáticas un modelo de conocimiento cierto y ordenado, basado en un orden cuantitativo que estructura la realidad. Adoptó su rigor como ideal para la ciencia.
Escepticismo vs. Duda Metódica
Rechazó el escepticismo radical (no creer en nada) por considerarlo estéril, una postura que aísla sin llevar al conocimiento. En su lugar, propuso la duda metódica: dudar sistemáticamente de todo aquello que no sea absolutamente cierto, con el fin de encontrar una verdad indudable sobre la cual construir el conocimiento.
El Método Cartesiano
Inspirado en parte por la geometría analítica, Descartes propone un método universal para alcanzar la verdad en todas las ciencias. Este método debe ser capaz de resolver cualquier duda y se basa en cuatro reglas fundamentales:
- Evidencia: No aceptar como verdadero nada que no se presente a la mente de forma clara y distinta, sin posibilidad de duda. Buscar lo evidente.
- Análisis (Descomposición): Dividir cada una de las dificultades que se examinen en tantas partes como sea posible y necesario para su mejor solución.
- Síntesis (Recomposición): Conducir ordenadamente los pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender gradualmente hasta el conocimiento de los más complejos.
- Revisión (Enumeración/Comprobación): Hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que se esté seguro de no omitir nada.
La Duda Metódica y el Cogito
Aplicando su método, Descartes desarrolla la duda a través de varias hipótesis:
- Primera hipótesis: El engaño de los sentidos. Nuestros sentidos a veces nos engañan (ilusiones ópticas, etc.). Por tanto, no podemos fiarnos completamente de la información que nos proporcionan sobre las cualidades de las cosas (cualidades secundarias).
- Segunda hipótesis: La imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño. ¿Cómo podemos estar seguros de que no estamos soñando ahora mismo? Esta duda pone en cuestión la existencia misma de la realidad externa (cualidades primarias, como la extensión).
- Tercera hipótesis: El Genio Maligno. Podría existir un ser sumamente poderoso y astuto que empleara toda su industria en engañarnos constantemente, incluso acerca de las verdades matemáticas más evidentes.
Tras someter todo al tribunal de la duda, Descartes encuentra una certeza indudable: aunque dude de todo, incluso de su propia existencia corporal, no puede dudar de que está dudando, y si duda, piensa. Por lo tanto, si piensa, existe. Esta es la primera verdad: “Cogito, ergo sum” (Pienso, luego existo). Existo, al menos, como una cosa que piensa (Res Cogitans).
Superación del Solipsismo y la Existencia de Dios
El “Cogito” inicialmente encierra a Descartes en el solipsismo (la creencia de que solo existe la propia mente). Para escapar, analiza las ideas presentes en su mente y argumenta la existencia de Dios:
- Argumento basado en la idea de perfección: Poseo la idea de un ser infinito y perfecto (Dios). Esta idea no puede provenir de mí, que soy finito e imperfecto. Por lo tanto, debe haber sido puesta en mí por un ser realmente infinito y perfecto, es decir, Dios existe (Res Infinita).
- Argumento ontológico (similar al de San Anselmo): La idea misma de un ser perfecto implica necesariamente su existencia, ya que la existencia es una perfección.
- Argumento basado en la contingencia: Si todos los seres fueran contingentes (pueden existir o no existir), habría habido un momento en que nada existiera, y de la nada, nada surge. Debe existir un ser necesario, causa de sí mismo y de los demás: Dios.
La existencia de un Dios bueno y veraz garantiza que las facultades cognitivas humanas, usadas correctamente (siguiendo el método), pueden alcanzar la verdad y que el mundo exterior, concebido como extensión (Res Extensa), existe.
Metafísica y Física Cartesiana
Las Tres Sustancias
Descartes distingue tres tipos de sustancias, definidas por sus atributos principales:
- Res Cogitans (Sustancia Pensante): Atributo: Pensamiento. Modos: Sentimiento, deseo, emoción, imaginación, razón, duda.
- Res Infinita (Dios): Atributo: Infinitud (y todas las perfecciones: omnisciencia, omnipotencia, bondad, etc.). No tiene modos en el mismo sentido que las sustancias finitas.
- Res Extensa (Sustancia Extensa/Materia): Atributo: Extensión (longitud, anchura, profundidad). Modos: Figura, posición, movimiento.
En su física, Descartes postula un universo lleno (niega el vacío), compuesto por materia extensa en movimiento. Explica los fenómenos naturales mediante leyes mecánicas (materia y movimiento).
Teoría del Conocimiento: Tipos de Ideas
Según Descartes, en nuestra mente (Res Cogitans) encontramos tres tipos de ideas:
- Ideas Innatas: No proceden de los sentidos ni son elaboradas por la imaginación, sino que parecen haber nacido con nosotros (ej.: la idea de Dios, de pensamiento, de existencia, principios matemáticos). Son el fundamento del conocimiento verdadero.
- Ideas Adventicias: Provienen de la experiencia externa, a través de los sentidos (ej.: la idea de un árbol, del sol, de un ruido). Son a menudo confusas y poco fiables.
- Ideas Facticias (o Ficticias): Son creadas o inventadas por la propia mente combinando otras ideas (ej.: la idea de una sirena, un hipogrifo).