Renacimiento (s. XV, Quattrocento): Marco histórico
El Renacimiento retoma los principios de la cultura clásica, actualizándolos y adaptándolos al cristianismo pero sustituyendo el monopolio religioso por los valores humanos. Sustituyen la concepción estática del universo por otra dinámica, basada en la ciencia experimental que cambiará el mundo. El arte se apoya en los modelos grecorromanos buscando definiciones científicas de la belleza y la armonía. Se intentará encontrar el mejor modo de representar la naturaleza mediante la perspectiva en pintura y del cuerpo humano como compendio de la belleza y el antropocentrismo en escultura. El Renacimiento surge como una evolución natural del románico y el gótico. El Renacimiento nace en Italia en el s. XV y es exportado a Europa desde finales del s. XV.
Arquitectura del Quattrocento
Reaparecen los elementos constructivos clásicos. Decoración de grutescos clásicos. Búsqueda de perfección matemática y diafanidad de espacios.
Brunelleschi
Es el iniciador del Renacimiento arquitectónico, emplea como decoración elementos arquitectónicos con arquillos, ornacinas aveneradas y la yuxtaposición en las fachadas del arco y entablamiento. Proyecta las iglesias basilicales de S. Lorenzo y Santo Espíritu de elegantes proporciones matemáticas y con la innovación de colocar un trozo de entablamiento entre el capitel y el arco. Proyecta el Palacio Pitti que aporta el paramento almohadillado.
Escultura del Quattrocento
Surge a principios del s. XV influenciado por modelos clásicos y por la elegancia lineal y curvilínea del gótico internacional y el gusto por el pormenor realista. Son elementos clasicistas el gusto por el desnudo y el sentido del equilibrio y la sobriedad. Siguen predominando temas religiosos pero aparecen también temas profanos y alegóricos así como el retrato ecuestre y el busto. Utiliza materiales nobles alcanzando gran perfección en la fundición del bronce la labrada de relieves de mármol.
Massacio
Creador de una nueva sensibilidad con gravedad expresiva y monumentalidad, representa la ruptura definitiva con el gótico y la afirmación del nuevo estilo. Obras: Madonna con Niño y La Trinidad.
Quattrocento (2ª generación): Marco histórico
Igual que Quattrocento—Pintura del Quattrocento
La pintura italiana retorna en el s. XV a la inspiración en la antigüedad clásica, unida a la observación de la naturaleza y al dominio de la perspectiva. La figura humana desnuda o vestida enmarcada en escenarios arquitectónicos o paisajísticos es el tema central. Hasta mediados del siglo XV utilizan la técnica del temple y después también el óleo, predomina la temática religiosa pero también la mitología e histórica.
Periodo clásico del Renacimiento (s. XVI, Cinquecento): Marco histórico artístico
El Cinquecento supone la culminación del equilibrio y la perfección del Quattrocento con su sensación de orden, rigor y plenitud que se plasma en Rafael y Miguel Ángel. En el s. XVI varios factores provocan una crisis general que termina en un arte más desequilibrado, artificioso y elitista. Leonardo, Bramante, Rafael y Miguel Ángel sintetizan la perfección formal del Renacimiento clásico. Sus sucesores solo serán capaces de imitar la manera de los maestros y a final de siglo aparece una mezcla de las diversas maneras de los maestros buscando la belleza en una estilización artificiosa. La crisis económica general se retrasa en Venecia que mantiene un arte naturalista pleno de colorido y sensualidad que traspasará al Barroco. Si en el Quattrocento Florencia con su burguesía había sido la capital artística en el s. XVI será Roma con el mecenazgo de los papas y la aristocracia.
Leonardo da Vinci
Encuentra el tránsito del Quattrocento al Cinquecento y también al hombre universal del Renacimiento que domina artes, ciencia y filosofía. Como pintor su principal aportación es eliminar los perfiles del dibujo lineal y funde los contornos en la atmósfera.
Obras:
La última cena, La virgen de las rocas, La Gioconda, tuvo muchos discípulos y una gran influencia en Rafael y Correggio.
Rafael
Es el artista que mejor representa la perfección del clasicismo.
Obras:
En su juventud produce obras de gran delicadeza y composición simétrica, que tras conocer a Leonardo en Florencia, cambia por la composición triangular y el delicado esfumato de sus madonnas. El contacto con Miguel Ángel en Roma dota a su estilo de grandiosidad monumental, destacan los frescos del Vaticano. Trata de armonizar en un equilibrio ideal la tradición clásica y cristiana. Muestra junto a su grandiosidad rasgos de nerviosismo.
Bramante
Es el arquitecto que sirve de nexo entre los dos siglos, sus primeras obras en Milán tienen decoración de frisos y pilastras quattrocentistas. Se establece en Roma y en S. Pietro en Montorio crea un temple circular imitando el templi de Vesta, proyecta la nueva basílica de S. Pedro de cruz griega y gran cúpula central. Finalmente realiza la exedra del patio de la Piña.