. TEMA 3: RELACIONES SEMÁNTICAS ENTRE SIGNOS La semántica es la descripción del significado de las palabras, de la estructura que esos significados tienen y de las diferentes relaciones que mantienen unos con otros dentro del sistema de la lengua. En los estudios semánticos podemos encontrar varios fenómenos que describen las relaciones y los cambios de significado que se producen en los signos lingüísticos.
* Polisemia – Se denomina polisemia al hecho de que una misma palabra tenga distintos significados. Estos significados se denominan acepciones. La palabra designa diferentes significados en virtud de su semejanza, cercanía, etc.
* Monosemia – Es el concepto contrario, en el que una palabra tiene un único significado. Las palabras monosémicas son menos frecuentes en la lengua que las polisémicas.
* Homonimia – Es un fenómeno similar a la polisemia, pues se trata de dos palabras que tienen la misma forma y distintos significados. Pero en este caso la coincidencia de forma se ha producido por una evolución de la lengua, y entre los significados no existe ninguna relación.
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Sinonimia – se define como la identidad del significado de dos unidades lingüísticas diferentes. Existen distintos grados de sinonimia:
* Sinonimia completa – se daría entre aquellas palabras que fueran perfectamente intercambiables en todos los contextos. Esta sinonimia es muy poco frecuente.
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Sinonimia conceptual o cognitiva – es la identidad semántica de dos palabras que en determinada acepción tienen la misma denotación y pueden referirse a las mismas entidades de la realidad.
* Sinonimia connotativa – se refiere a una relación de semejanza, en la que sus términos no tienen la misma denotación, pero comparten valores connotativos. (monstruo, con sus dos acepciones; cerdo/grosero…)
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Falsa sinonimia – se produce cuando los significados denotativos de algunas palabras guardan cierta similitud, pero no son en verdad idénticas (bruma /niebla). Pueden ser intercambiables en ciertos contextos.
* Relaciones de significado
Los conjuntos de palabras de la misma clase que están relacionadas en su significado por el hecho de tener un núcleo de significación común a todas sellas se denominan campos semánticos. No todos los campos semánticos tienen la misma estructura. Se han descrito varias configuraciones como modelos posibles de organización léxica:
Configuraciones ramificantes – Son estructuras de carácter jerárquico. En ellas el significado de una palabra incluye el de las demás. Se pueden dar relaciones de
Género-tipo – se da una relación de inclusión en el que una palabra es el hiperónimo y las demás son sus hipónimos; o de diferenciación, relación que se establece entra los cohipónimos.
Todo-parte – Es similar a la anterior, pero no se establecen entre sus miembros relaciones de cohiponimia. (ej.: el cuerpo y sus partes).
Configuraciones lineales – Están constituidas por una serie ordenada de elementos. La relación que hay entre las unidades es de sucesión. Pueden ser circulares (los meses del año) y sus límites pueden ser discretos (los días de la semana) o borrosos (fresco/tibio/templado/caliente…)
Oposiciones léxicas – Es una relación de contraposición de significados que se produce entre dos palabras. Puede ser:
Complementariedad – La negación de uno de los términos supone la afoirmación del otro (vivo/muerto)
Antonimia – Es una oposición en la que se pueden establecer grados (grande/pequeño)
Inversión – Dos palabras son inversas cunado describen una misma realidad desde puntos de vista distintos (arriba/abajo)
DENOTACIÓN Y CONNOTACIÓN Los estudios semánticos consideran que el significado de una palabra está formado por un conjunto de propiedades semánticas que caracterizan desde el punto de vista lingüístico la clase de seres a la cual esa palabra designa, y que proceden de percepciones intelectuales y conceptuales de esa palabra. El conjunto que forman constituye la denotación de la palabra en una determinada acepción. El significado denotativo es la parte básica del significado de la palabra, y tiene las siguientes carácterísticas:
* Es común a todos los hablantes de la lengua, lo que asegura un acuerdo de comprensión suficiente entre el hablante y el oyente.
* Es un componente estable en el significado de la palabra: no puede ser alterado a voluntad por un hablante.
* Es constante, aparece siempre que se utiliza para referirse a un miembro de la clase de seres que designa.
* Es una información objetiva sobre el referente de la palabra, ya que no implica ninguna valoración sobre él.
Sin embargo, en su uso por los hablantes dentro del discurso las palabras pueden adquirir rasgos de significado no denotativo. Estos valores de significado que aparecen en el discurso asociados a la denotación de un término se denominan significados asociativos o connotaciones. Se trata de contenidos que el hablante sugiere o evoca intencionada o involuntariamente en la mente del oyente, y que este debe comprender para que la comunicación tenga éxito. De acuerdo a los fenómenos de asociación de ideas que las han formado, distinguimos diferentes tipos de connotaciones:
* Significados connotativos propiamente dichos – Rasgos de significado sugeridos en virtud de cierta valoración social y cultural que se hace del referente (niño: inocencia; toro: bravura…). Por lo general están relacionados con las imágenes arquetípicas que una cultura fabrica sobre las ideas o cosas. Muchas veces actúan sobre el significado de la palabra, marcándolo positiva o negativamente. Hay que tener en cuenta que estos significados no son comunes para todos los grupos de hablantes, y también que la connotación depende del contexto en el que la palabra sea empleada.
* Significados afectivos – Son aquellas asociaciones de significados de carácter subjetivo que revelan emociones o sentimientos del hablante ligados a su propia experiencia. (la lluvia puede evocar tristeza o melancolía,….)
* Significados estilísticos – En muchas ocasiones el uso de una palabra u otra para designar un referente expresa contenidos que se asocian con el carácter del emisor o con las circunstancias en las que se produce la comunicación. Así, términos como esposa, señora, mujer o parienta tienen un mismo significado denotativo, pero su uso varía según el nivel sociocultural del hablante y la situación – formal o familiar – en que se encuentre. El análisis e interpretación de todos estos valores semánticos de las palabras es fundamental para la comprensión de los textos literarios, que los usan constantemente.